Loading...
Rutas con Oficio

La biblioteca sobre ruedas que llega a 32 pueblos de Navarra

El primer bibliobús de Navarra recorre Tierra Estella con 900 libros a bordo. En la parada de Sansol, Iñaki Suso y Javier Berrocal, bibliotecarios ambulantes, atienden a lectoras fieles y relatan la experiencia

El bibliobús, este miércoles 15 de marzo, en la plaza de Sansol montxo a.g.

Hugo tiene 4 años muy simpáticos y ganas desenfrenadas de elegir un cuento en el bibliobús que aparca en la plaza de Sansol, junto a la casa de su abuela Puy. Les separan 70 años. No es distancia para compartir la amistad con los libros, más estrecha desde que una suerte de biblioteca pública ambulante les visita cada dos semanas. Como Sansol, otros 31 pueblos de Tierra Estella, en un servicio que arrancó en octubre pasado con seis rutas: Valle de Yerri (Abárzuza, Lezáun, Riezu, Muez, Bearin), Urederra (Zudaire, San Martín, Eulate, Baquedano, Larrión), la del Ferrocarril (Ancín, Zúñiga, Acedo, Legaria, Oco, Murieta), Montejurra (Dicastillo, Arellano, Morentin, Muniáin, Aberin, Lorca), Codés (Mués, Sansol, Desojo, Espronceda, Bargota, Lazagurría) y la del Camino (Villatuerta, Metauten, Igúzquiza, Luquin).

Iñaki Suso y Javier Berrocal, con Jaione Ziritza, viajan entre libros, recomiendan lecturas, ordenan los 900 volúmenes de las estanterías que forran el coqueto interior del vehículo y sonríen a vecinos desacostumbrados a recibir servicios públicos. Este 15 de marzo tocaba la ruta de Codés. Primera parada en Mués, “uno de los pueblos más lectores”, y a las tres de la tarde, Sansol. Por delante, 40 minutos de biblioteca que el medio centenar de habitantes que sostiene el censo de lunes a viernes, exprime. Diez personas, ocho mujeres, un hombre y Hugo, pasan por el bibliobús. “He vivido en Logroño y hasta ahora no tenía ni el carné de bibliotecas de Navarra, siempre compraba los libros o me los dejaba mi sobrina y ahora con esta iniciativa es una gozada”, describe la primera lectora un miércoles de manga corta con el termómetro escalador. Las usuarias llegan con libros para devolver y todas piden otro. O varios. “Disponen de seis semanas, el doble que en las bibliotecas ordinarias de la red y se pueden llevar hasta seis ejemplares, porque venimos cada quince días”, explica Iñaki Suso, bibliotecario desde hace veintiún años, con plaza en la de Viana, y que no dudó en ir a comisión de servicios cuando les propusieron el bibliobús. Como él, Javier Berrocal, nuevo en el oficio. Se estrenó hace menos de dos años, en Valtierra, antes de compartir la aventura ambulante. Están contentos con la respuesta. En cinco meses se han sumado varios pueblos, su rincón en la biblioteca general de Pamplona alcanza 4.760 volúmenes y el registro de usuarios crece. “Y son muy fieles. Si llegas tarde un día la gente lo entiende y aunque hay horarios marcados, a veces los minutos se estiran. Aquí no echamos a nadie”, subrayan.

Los bibliotecarios Javier Berrocal e Iñaki Suso, con Hugo Manzanos Zurbano, usuario del bibliobús en Sansol. montxo a.g.

Mª Puy García Yáñiz, la abuela de Hugo, es una buena amiga de los libros. “Empecé en la biblioteca de Estella y luego en Los Arcos, muchos años atendida por Ascen Gurucharri, qué buen recuerdo, y ahora que vienen aquí es una maravilla”, concede mientras los libros entran y salen: La casa del padre de Karmele Jaio; La sospecha de Sofía, de Paloma S. Garnica; Ceniza en la boca de Brenda Navarro, algo de Isabel Allende, Irene Rodrigo, Cristina Santos, Fernando Aramburu... títulos diversos. Algunos de ellos estaban en la cita a ciegas que los bibliotecarios prepararon para el día de los enamorados. “Los envolvimos y se lo llevaban sin saber cuál era. Funcionó bien”, resuelve Iñaki Suso y corrobora Teresa Gómez Baquedano. Vivió en Burlada y la jubilación le permitió regresar a Sansol. “Para las pocas cosas que hay en los pueblos, está muy bien”, explica al tiempo que intercambia opinión sobre lo que ha leído con otras usuarias, Iñaki y Javier. Reparan en que en cada una de las rutas se detienen en un colegio: “Menos en esta. No hay ninguno”.

Navarra cuenta con bibliotecas públicas en 83 municipios, de ellas 11 están en Pamplona; 21 en localidades de más de 10.000 habitantes; 9 en núcleos de entre 5.000 y 10.000 y 52 en lugares con menos de 5.000 personas. El de Tierra Estella es el primer bibliobús, pero hay una experiencia similar en Espinal, donde la bibliotecaría Mari Mar Agós se desplaza por el entorno, con base en la biblioteca, para acercar la lectura. Un servicio puerta a puerta que a veces es la única visita del día y deja en casa la compañía de las historias guardan las páginas de un libro.

Te puede interesar

Te puede interesar

Te puede interesar

Te puede interesar

Hugo tiene 4 años muy simpáticos y ganas desenfrenadas de elegir un cuento en el bibliobús que aparca en la plaza de Sansol, junto a la casa de su abuela Puy. Les separan 70 años. No es distancia para compartir la amistad con los libros, más estrech

Para leer este contenido exclusivo, debes tener una suscripción en
Diario de Navarra
Tipos de suscripción:
  • Web + app (0,27€ al día)
  • Versión PDF
  • Periódico en papel
Mereces información de calidad, sin límites