5 lugares imprescindibles para una escapada de otoño en Belate, Navarra
El puerto de Belate separa dos de los valles, turísticamente hablando, más potentes de Navarra: Baztan y Ultzama
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La cadena montañosa de Belate es un espacio natural inigualable, en el que los bosques húmedos atlánticos transitan ya hacia las cumbres del Pirineo. Aquí se dividen las aguas en su tránsito hacia el mar. Unas marcharán hacia el Cantábrico y otras seguirán su rumbo hacia el más lejano Mediterráneo.
Por sus senderos encontraremos bellos bosques de robles y hayas y zonas de pasto de intenso verde. Y, sobre todo, castañares antiguos, algunos de los mejores que pueden encontrarse en Navarra.
Belate es también un punto privilegiado para los amantes del birding, ya que es una zona de paso obligado para las aves migrantes. En definitiva, un lugar excepcional desde un punto de vista natural, pero también muy interesante por su relación con el hombre.
Te proponemos cinco lugares imprescindibles para conocer este enclave desde un punto de vista natural, histórico e, incluso, gastronómico.
1. LA TURBERA DE BELATE
Las turberas son espacios naturales de gran valor ecológico. En Belate podemos visitar una de las mejor conservadas de Navarra. El camino es sencillo y parte del panel ubicado en el puerto, junto a la casa de Carabineros. Tras recorrer poco más de medio kilómetro llegaremos a una zona rodeada de una valla. Este espacio, que nos recordará a una ciénaga cubierta de musgo y plantas, guarda en su interior un valioso tesoro. Podremos descubrir todos sus secretos en los paneles informativos que encontraremos. Tal y como describen desde Gestión Ambiental, “la turbera de Belate tiene miles de años, un espesor de varios metros y en su interior guarda restos vegetales que nos permiten reconstruir el paisaje y el clima de la última glaciación”.
2. LA CALZADA ROMANA
El puerto de Belate comunica el valle de Baztan con el de Ultzama y, desde allí, la cuenca de Pamplona, motivo por el que ha sido una zona transitada desde antiguo. Tanto es así, que podremos encontrar restos de una antigua calzada de origen romano, aunque otras teorías apuntan a que el tapiz de piedras que puede observarse a primera vista en el suelo de este puerto podría ser más ‘moderno’, ya de la época medieval. Sea uno u otro el origen, lo cierto es que merece la pena acercarse a este camino secular, que además nos permitirá observar también algunos sorprendentes menhires que, a modo de faros, parecen ayudar a recorrer el camino.
3. EL MONASTERIO DE BELATE
Del carácter de paso de este puerto también es testigo el tránsito por estos montes del Camino de Santiago de Urdax-Baztan. Una vía secundaria jacobea pero que adquirió notoriedad en su tiempo, tal y como puede descubrirse al visitar el conjunto monumental del monasterio-hospital de Belate. Fundado en el año 1160, hoy se conserva el edificio rectangular del antiguo hospital de peregrinos y la iglesia con su portada románica. Por esta ruta llegaban hasta Navarra los peregrinos franceses que venían desde Bayona y sorteaban el Pirineo por una frontera mucho más suave que la tradicional de Roncesvalles. Con el tiempo, esta vía perdió relevancia, pero gracias al esfuerzo de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Urdax Baztan, el trazado ha sido recuperado y nos permite descubrir rincones de gran belleza natural. Para ver estos antiguos edificios hay que seguir, desde el aparcamiento de la Casa de Carabineros, las marcas del sendero SL Aratxuri.
4. EL CASTILLO DE BELATE
También en este puerto de Belate podemos descubrir los restos del conocido como Castillo de Belate o Gazteluzarra. Para llegar a él partiremos desde Venta Quemada en un continuado ascenso no demasiado largo. A pesar de su aspecto antiguo, esta construcción en ruinas fue levantada durante la tercera guerra Carlista (siglo XIX). Se trata de fuerte de carácter estratégico, como bien se puede atestiguar observando las espléndidas vistas que desde él se observan.
5. LAS VENTAS DE ULTZAMA
Para llegar a todas las propuestas anteriores, que unen naturaleza e historia, aquellos que llegan a Belate desde la capital han de ascender el puerto de carretera que separa Ulzama de Baztan, con sus famosos túneles. Junto a ellos se ubica uno de los restaurantes más conocidos de Navarra, las Ventas de UItzama. Un lugar perfecto para hacer una parada gastronómica y disfrutar de dos de sus especialidades: la cuajada (quemada o sin quemar) y los canutillos de vainilla. Además, los más pequeños podrán disfrutar con los ciervos que viven junto a este caserón y una zona de parque infantil.
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