Ana Ursúa: "Navarra debe fomentar las vocaciones técnicas para tener futuro en su industria"
Como en el fútbol, la industria navarra debe competir con los grandes, pero no le resulta fácil atraer talento por su pequeño tamaño. Trabajar la cantera, sus futuros tecnólogos, es el reto
- Iñigo Salvoch
El edificio de la Asociación de la Industria Navarra (AIN) se alza como un vigía en la meseta de Cordovilla, frente al sur de Pamplona, rodeado por campos de cereal tapizados estos días de un verde intenso. La AIN acompaña desde hace cinco décadas alas industrias navarras en sus necesidades de formación e innovación. Hoy, su directora general, Ana Ursúa Lasheras (Tudela, 1972) conversa sobre el futuro de Navarra como región industrial europea.
Dice el filósofo José María Lassalle que en 2025 el 53% del trabajo será humano y que el 47% restante lo harán las máquinas y las inteligencias artificiales. ¿A qué nos conduce esa situación?
El tema que suele preocupar es el del empleo. Pero hay otro anterior que es la ética de la inteligencia artificial: quién la controla y hasta dónde queremos llegar. No estamos ante un proceso que vaya a ser de un día para otro, pero no podemos dejar que nos sobrepase. El hombre siempre va a tener que estar controlando esos procesos. Detrás de un robot o de un grupo de robots debe haber un humano que controle su trabajo.
La automatización ya forma parte de muchas de nuestras industrias y no parece que esté destruyendo empleo. ¿No es cierto?
Estoy de acuerdo. De momento no he visto ninguna radicalidad en los procesos en los que ya estamos inmersos. Y aún así el empleo es uno de los grandes retos de esta situación. Pero esto también puede convertirse en una oportunidad, ya que en el marco de las nuevas tecnologías a la vez que desaparecen algunos perfiles menos técnicos surgen nuevas profesiones que crean nuevos puestos de trabajo en sectores emergentes.
¿En qué momento de la cuarta revolución industrial o de la industria 4.0 nos encontramos?
Buena pregunta. Es que yo aún no sé si estamos en la tercera, la cuarta o la quinta. Hablar de la industria 4.0 está bien como término acuñado, pero no conozco ninguna empresa que no lleve incorporando mejoras productivas durante todas su existencia, adaptándose a la tecnología existente.
¿Y para qué tanta automatización y tanto metaverso si luego es imposible encontrar un fontanero?
Pues sí, creo que tengo los mismos problemas que usted a la hora de encontrar un fontanero, pero es probable que ese fontanero haya comprado ya un terrenito en el metaverso y ojalá le vaya bien... Sí, el mundo parece que va a para un sitio, pero el ser humano sigue necesitando otras cosas. Aunque esta situación también tiene otras lecturas. ¿Las nuevas generaciones quieren ser fontaneros?
Pero van a seguir siendo necesarios...
Sí, y quizás el que esté dispuesto a ser fontanero tenga una retribución muchísimo mayor que el que esté desarrollando metaverso.
El teletrabajo fue un boom con la pandemia, pero las empresas han replegado rápidamente porque se han dado cuenta de que la presencialidad aporta valores. ¿Cuál va a ser la realidad del teletrabajo?
Somos humanos y como tales, seres relacionales. Pasó lo mismo con la formación online. La pandemia parecía que le iba a dar el empujón definitivo, pero en cuanto hubo un poco de normalidad, aquí en la AIN tuvimos que retomar la formación presencial porque seguía siendo muy demandada.
CÓMO SEGUIR SIENDO UNA REGIÓN INDUSTRIAL
Hoy, más del 30% de la riqueza de Navarra la genera la industria. ¿Cómo mantener este modelo?
Somos una de las comunidades más industrializadas, por encima de la media alemana y muy por encima del objetivo del 20% que se marca Europa. Pero no quiere decir que esto vaya a durar para siempre, por pura inercia. ¿Y qué hacemos para tener otros 60 años de industria en Navarra? Un reto muy importante es la formación, la capacitación de las personas. No podemos quedarnos dormidos, pues Navarra tiene desventajas respecto a otras comunidades de cara a la atracción de talento, por nuestra escala y dimensión. Somos una comunidad pequeña y que no está bien comunicada. Es importante apostar por el desarrollo del talento propio y, en paralelo, trabajar en la atracción y retención del talento. Crítico en este momento es el talento digital.
¿Algún otro reto?
La innovación es fundamental. Sé que suena a mantra, pero no. La industria para ser competitiva necesita seguir innovando. Y Navarra tiene un muy buen nivel de innovación, pero muy lejos de los grandes jugadores innovadores, como Alemania, Corea...
¿Los centros de innovación navarros están bien conectados con las necesidades de las empresas?
Sí y no. Como directora de AIN entono el mea culpa. Tenemos que hacer mucho más esfuerzo por estar más cerca del tejido empresarial y ayudarles a desarrollar sus necesidades e implantarlas. A la empresa habrá que pedirle también que apueste más por implantar innovaciones.
¿Tiene sentido, por ejemplo, que el centro de innovación del automóvil se vuelque en el coche autónomo cuando Volkswagen Navarra tiene matriz y centros de innovación en Alemania? ¿No le interesará a la planta de Landaben más que Navarra le ofrezca innovaciones en mejoras de procesos productivos y logísticos?
Esas reflexiones existen. Si las tomas de decisión de las empresas no están aquí, es más difícil hacer innovaciones que cambien cosas y sí es más fácil innovar sobre procesos. Pero también es verdad que cuando hablamos de innovación las empresas también salen a buscarla en el mundo.
¿La automoción seguirá siendo en el futuro espina dorsal de la industria navarra o hay algún sector lo suficientemente maduro para asumir ese papel?
La automoción ha dado a esta Comunidad mucho y espero que con el vehículo eléctrico siga siendo así. Pero en los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por la diversificación industrial y esa es hoy una de nuestras grandes fortalezas. Hay sectores que han cogido mucho peso, como las renovables. Hoy tenemos un conocimiento y una base técnica y tecnológica importantísima y somos motor europeo. El sector agroalimentario siempre ha estado allí, pero está dando pasos de gigante. Pero también estamos destacando en industria de bienes de equipo, papel...
¿Anda Europa con el paso cambiado en el nuevo escenario geopolítico?
Europa se ha dado cuenta de que el mundo ha cambiado y eso le está haciendo reflexionar. Tradicionalmente ha sido muy proteccionista, muy burocratizada y ha vigilado que no se crearan grandes monopolios para potenciar el libre mercado. Pero si hoy busca uno en el top de las veinte mayores empresas mundiales, son todas chinas y estadounidenses. Sí, esa otra forma de funcionar de los dos grandes bloques nos ha pillado con el pie un poco cambiado.
¿Los famosos Pertes y ayudas de recuperación van a ser el catalizador del cambio?
A finales de 2020 se crearon unas grandes expectativas con estas ayudas. Han pasado dos años y a veces se han convertido en herramientas innecesariamente complejas que han llevado al desanimo a algunas empresas. El dinero llega, no digo que no, pero dos años después quedan muchos de estos Pertes por definirse. A este ritmo y con esta complejidad no transformamos. Estamos exigiendo a la industria que dé unos saltos enormes y no estamos transformando la administración. Y no hablo en este asunto del Gobierno de Navarra, que cuenta con una administración ágil y cercana para las empresas.
Haga de pitonisa. ¿Qué cambios le gustaría ver en una década?, ¿algún sector nuevo?
Los alemanes son muy conscientes de que tienen una industria fuerte y que esta es el motor de Europa. Me gustaría que Navarra fuera así de consciente de lo que tiene, de ese valor construido entre todos durante 60 años. De Alemania me gusta también el modelo de sus sindicatos, metidos incluso en comités de dirección y me agradaría que esa cultura calara también en Navarra. Y lo llevo también al talento, a esas vocaciones técnicas y tecnológicas que echamos en falta. Las necesitamos para tener futuro, para mantener esa base industrial. Lo de qué sectores me da igual, creo que no es tan importante como que exista un ecosistema favorable para la industria.
Ana Ursúa Lasheras (Tudela, 20 de junio de 1972). Esta casada y es madre de un hijo. Es licenciada en Económicas por la Universidad de Navarra y cuenta con 2 master internacionales en Dirección de Empresas. Su trayectoria profesional se ha desarrollado en Consultoría Estratégica y de Negocio en consultoras como Accenture y Booz Allen. Desde 2014 es directora de la Asociación de Industria de Navarra (AIN).
Te puede interesar
Te puede interesar
El edificio de la Asociación de la Industria Navarra (AIN) se alza como un vigía en la meseta de Cordovilla, frente al sur de Pamplona, rodeado por campos de cereal tapizados estos días de un verde intenso. La AIN acompaña desde hace cinco décadas a
Diario de Navarra
- Web + app (0,27€ al día)
- Versión PDF
- Periódico en papel