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Navarros Globales

Álvaro Cruchaga, cinco años en la Alemania más alegre

Graduado en Ingeniería Mecánica y tras una andadura en el mercado laboral en Tudela, probó suerte en Colonia. Ha trabajado en Deutz y ahora en West Pharmaceutical Services. En el horizonte, otea volver.

Álvaro Cruchaga en el mercadillo de Navidad de Colonia, frente a la majestuosa catedral gótica. cedida

Álvaro no hizo Erasmus ni había participado nunca en un intercambio de idiomas fuera de España. Su itinerario más bien se movía entre Pamplona, la ciudad en la que nació, y Tudela, de donde son originarios sus padres. Así que al tiempo terminar el grado de Ingeniería Mecánica en la UPNAe integrado ya en el mercado laboral, en 2018 decidió coger el mapa y probar. Lleva cinco años en Colonia, “una de las ciudades más alegres de Alemania”, subraya, y la cuarta más poblada del país.

Álvaro Cruchaga Casado, 30 años, estudió desde Infantil hasta concluir el Bachillerato en el colegio Jesuitas de Pamplona. “Nací en Pamplona porque mis padres viven allí, pero toda mi familia es de Tudela”, puntualiza y parece dejar claro.

Tras el grado de Ingeniería Mecánica cursó online un máster en la Universidad Alfonso X el Sabio y al tiempo trabajaba en Piher Sensing Systems, de Tudela. “Pero soy una persona muy curiosa y como no hice Erasmus ni intercambios, decidí irme a probar suerte a Alemania. Aconsejado por unos conocidos de mis padres me decanté por Colonia, al oeste del país, muy cerca de las fronteras con Países Bajos y Bélgica”, describe que cuenta con un millón de habitantes, “muy abiertos”. De hecho, pone en contexto y repara en que “la fiesta más conocida es el carnaval, que da comienzo el 11 de noviembre, cuando las calles se transforman por completo”. Al margen de festejos, señala que la urbe se encuentra “en una de las zonas con mayor peso industrial del país”. Álvaro hablaba inglés, pero no alemán. En todo caso el idioma no fue una barrera o no lo vio como cortapisa para iniciar su aventura, de modo que los primeros meses tras su llegada los dedicó a aprender el idioma en un academia. Pasados los cuatro primeros ya se pudo enfrentar a una entrevista de trabajo con preguntas en alemán, “apoyado en el inglés”. “El aprendizaje de la lengua me permitió sumergirme mucho mejor en la cultura y en la propia ciudad”, reflexiona. Porque recuerda que “en Alemania casi todo el mundo habla inglés, pero para trabajar en una empresa el alemán facilita mucho las cosas”.

En Colonia, apunta, ha podido desarrollar su carrera como ingeniero en empresas como Deutz, dedicada a la fabricación de motores y en la industra farmacéutica, donde está empleado actualmente para la empresa West Pharmaceutical Services”, indica Álvaro Cruchaga y detalla que se encarga del desarrollo de nuevos productos y tecnologías para la industria farmacéutica. En su puesto “casi todo el trabajo se desempeña en alemán” y eso que es una empresa más internacional, el porcentaje es un 70% alemán, un 30% inglés, sostiene y añade que “en la anterior, más tradicional alemana, el 100% se desempañaba en lengua germana”. “El equipo actual es súper internacional”, califica. Pero también para el ocio ha tenido tiempo en Colonia y revela que en estos cinco años ha podido formar una “comunidad de expatriados de muchos lugares del mundo”. “Intento que la gente que llega se sienta acogida y se conozca”. Además, concede, allí ha conocido a su novia. Carmen, jerezana que también vive y trabaja en Colonia.

Para acudir al trabajo Álvaro se desplaza en coche porque la empresa está cerca de Aquisgrán. Su horario es flexible. Puede entrar de 7.30 a 9 horas y trabaja siete horas y media al día. “Normalmente como y me voy sobre las cuatro”, explica.

Incide en que Colonia es una ciudad muy abierta, con bastante ambiente en los bares, “aunque no eso de pinchos y cervezas y la calle llena”. “Esos ratos con amigos es lo que echo en falta, no hay cultura de pinchos”, sonríe al otro lado del teléfono.

Se muestra contento con su andadura alemana, pero no descarta volver. “Lo barajo y estoy abierto a cualquier ciudad, me encuentro a gusto aquí, pero hay ciertas cosas que se echan de menos de España. Ahora somos dos, pero Carmen está deseando volver y ella lo tiene más fácil porque trabaja 100% en remoto”, avanza.

De todas formas en ningún momento perdió el contacto con su tierra. Regresa a Navarra cada dos o tres meses y tiene en mente volver en Navidad. Entretanto se sumerge en los mercadillos navideños que ya están en marcha, junto a la catedral, una joya del gótico construida a lo largo de 632 años, desde el siglo XIII. Asegura que la vida a orillas del Rin no es mucho más cara que en Navarra. “Un poco, pero no tanto como podamos pensar. Sí tomar un vino o un café”.

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DNI
Nombre: Álvaro Cruchaga
Casado

Fecha y lugar de nacimiento: Pamplona, 7 de febrero de 1992

Hermanos: Pablo, médico en Zaragoza, y Candela, cursa Ingeniería Industrial en la UPNA.

Padres: Ruth y Javier.

Estudios: De Educación Infantil a Bachillerato en el colegio San Ignacio, Jesuitas, de Pamplona. Ingeniería Mecánica en la Universidad Pública de Navarra. Máster en la Universidad Alfonso X el Sabio.

Lugar de trabajo: Primero Piher Sensing Systems en Tudela; Deutz , y West Pharmaceutical Services en Colonia.

Álvaro no hizo Erasmus ni había participado nunca en un intercambio de idiomas fuera de España. Su itinerario más bien se movía entre Pamplona, la ciudad en la que nació, y Tudela, de donde son originarios sus padres. Así que al tiempo terminar el gr

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