Expertos e industria navarra recelan del nuevo 'semáforo' nutricional de los alimentos
Aplauden la idea de facilitar al consumidor la selección de alimentos pero ven carencias en la clasificación. La Asociación de la Industria Alimentaria de Navarra afirma que no aúna un acuerdo entre científicos y nutricionistas. El Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Navarra pide más investigación antes de aprobarlo en España
- M. Carmen Garde
La inmensa mayoría de los consumidores, al hacer la compra, no lee el etiquetado obligatorio que figura en los envases de los alimentos. Y quienes lo intentan se enfrentan a un jeroglífico de abreviaturas y términos casi indescifrable. Con el fin de ayudar a los consumidores a seleccionar los alimentos procesados y envasados, el Ministerio de Consumo prepara una normativa para un nuevo etiquetado llamado Nutriscore, muy visible y de fácil interpretación porque aparecerá en la parte frontal de los envases. Pero ¿qué es Nutriscore? Clasifica los alimentos de más a menos saludables y lo expresa mediante los colores de un semáforo (verde oscuro, verde claro, naranja, amarillo y rojo) y cinco letras (A,B,C,D y E). Así, un alimento con el verde oscuro (A) se considera de alta calidad nutricional, como por ejemplo unas alcachofas en conserva. Y de ahí para abajo hasta llegar al rojo (E) que indicaría un alimento de menor calidad nutricional, como la bollería industrial.
El Nutriscore no ha sido aprobado todavía en España -y no tiene fecha aunque se prevé para final de año- pero ya ha levantado revuelo y polémica por la mala clasificación que otorga a dos glorias nacionales como son el aceite de oliva y el jamón ibérico.
En Navarra, la industria alimentaria y el colegio oficial de dietistas nutricionistas muestran dudas sobre el nuevo código que el Ministerio de Consumo parece decidido a aprobar. Con sus matices, pero notermina de convencer a ninguna de las dos entidades consultadas. Aunque aplauden la iniciativa del Gobierno español de poner en marcha un sistema de etiquetado frontal que facilite la elección de alimentos, consideran que quizá el Nutriscore no sea el sistema “más adecuado” y que, si lo es, el algoritmo que emplea la fórmula de clasificación de alimentos presenta “carencias”.
La directora general de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón (Alinar), Cristina Lecumberri, califica de “loable” el objetivo de “hacer más accesible o facilitar la información nutricional al consumidor en un golpe” pero añade que la propuesta del modelo Nutriscore “a día de hoy no sería la más adecuada toda vez que no consigue lograr ni mucho menos un acuerdo entre nutricionistas ni científicos”.
Para la portavoz de la industria alimentaria “no hay alimentos buenos ni malos”. “ No se pueden categorizar así por una etiqueta de colores y letras que traduce unos algoritmos que tampoco representan a todos los productos. La alimentación debe ser equilibrada y los alimentos se deben considerar en el conjunto de la dieta, no de forma individual”, agrega Lecumberri, que subraya que la agroindustria “lleva años apostando por seleccionar materias primas, mejorar procesos, eliminar aditivos, etc”. En su opinión, se debe fomentar el consumo consciente y responsable. “¿Hay algo malo? No. Simplemente hay que saber qué se come, integrarlo en una dieta completa adaptada a nuestras necesidades nutricionales”.
“PRECIPITADO”
Tanto desde Alinar como del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Navarra señalan que la Comisión Europea está todavía estudiando qué sistema de etiquetado frontal va a exigir en todo el territorio comunitario. La decisión de un modelo de etiquetado homogéneo no se prevé se adopte hasta finales de 2022 “Reclamamos una armonización legislativa en tiempo y forma. Adelantarnos un año o tener modelos y normativas diferentes por Estados en relación a los mismos productos no tiene sentido, y desde luego, chocaría también frontalmente con el deber de informar y educar al consumidor que tenemos desde la industria alimentaria pero también desde los servicios públicos”, apunta Lecumberri.
Desde el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Navarra, su presidente,Giuseppe Russolillo, subraya que Nutriscore, de aprobarse en España, es voluntario para la industria alimentaria, y considera “precipitado” que España se adelante a la decisión que tome la UE. “¿Vamos a aplicar un modelo parar que luego, en unos meses, la UE nos digas cómo lo tenemos que hacer?”, apunta.
Para el portavoz de los dietistas es de “felicitar” que el Gobierno español apueste por un etiquetado “que el ciudadano sea capaz de identificar rápidamente y tener información para luego tomar de forma rápida decisiones”. Sin embargo, señala que tanto la Federación Europea de Dietistas como las principales organizaciones del sector piensan que “todavía es necesario investigar un poco más”.
Russolillo indica que Nutriscore se ha revelado, dentro de diferentes estudios europeos, como “el mejor sistema”, pero eso no significa que no se puedan corregir “carencias” del algoritmo que clasifica los alimentos. Entre ellas, apunta a la industria láctea. “No me parece bien que un yogur con 25 gramos de azúcar salga con buen puntuación cuando es equiparable a un vaso de refresco”. Para los dietistas es “crucial” que el sistema que, finalmente, se implemente vaya acompañado de “un plan de alfabetización” a la sociedad desde la infancia, con la incorporación de estos profesionales en el sistema público.
“NO PARECE LOGRAR EL OBJETIVO”
La catedrática y directora del Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Alimentaria de la UPNA, Mª José Beriáin, apunta que existen diferentes estudios de consumidores que evaluaron distintos tipos de etiquetados nutricionales. “Nutriscore no fue el mejor valorado. La razón es que no les proporcionó información clara sobre el valor nutricional de los alimentos envasados y, al analizar su influencia en la decisión de compra, se vio que no influyó negativamente. En definitiva, no contribuye a que el consumidor descarte los alimentos envasados menos salubres. Si el objetivo es educar al consumidor a elegir los alimentos y mejorar el tipo de alimentación no parece claro que se haya conseguido”.
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