Viruela del mono y picaduras de insectos: ¿cómo diferenciarlas?
"Son ampollas, pústulas y cicatrices distintas", ha aclarado el virólogo José Antonio López Guerrero en declaraciones a la COPE
- Javier Echeverría
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La viruela del mono deja en España un total de 51 casos positivos según los últimos datos aportados por el Ministerio de Sanidad. Los expertos están llamando a la calma porque todos los casos en nuestro país son leves y la OMS ha informado de que este virus tiene una tasa de mortalidad de alrededor del 1% y no hay ningún fallecimiento por esta causa.
Es importante, eso sí, conocer los síntomas de esta viruela del mono, un virus que es un viejo conocido para los científicos, y no estigmatizar a quienes la padecen.
Además de fiebre y ganglios inflamados, un signo muy evidente de la enfermedad es la existencia de erupciones cutáneas (exantemas) y estas lesiones son las que pueden llegar a generar confusión con las picaduras de algunos insectos, como mosquitos o pulgas.
¿Cómo diferenciarlas? En declaraciones a la COPE, el virólogo José Antonio López Guerrero, profesor Titular de Microbiología en el departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma y director del grupo de Neurovirología, ha destacado que "son manifestaciones distintas, ampollas, pústulas y cicatrices diferentes"
En general, las picaduras son protuberancias dolorosas que producen comezón. Las erupciones de la viruela del mono "pueden doler más que picar y generan una molestia más parecida a la de la varicela, si bien depende un poco de cada uno", ha explicado.
Ha añadido que las picaduras de pulgas, por ejemplo, "producen unos pequeños eccemas, enrojecimiento de la zona con unos puntitos bastante bien definidos, que lo normal en una persona sana es que no vayan a más, ni aumenten de tamaño, ni se conviertan en ampollas que supuren como sí lo puede hacer la viruela de mono".
Las erupciones cutáneas de la viruela del mono suelen aparecer "tres o cuatro días después de empezar a tener los primeros síntomas como fiebre y empiezan casi siempre por la cara -un hecho diferencial con las picaduras de pulga- y que luego se pueden ir expandiendo por brazos y piernas y en un momento determinado, al resto del cuerpo". La enfermedad produce lesiones en la piel, como vesículas con pústula que terminan desarrollando pus. "Lo normal es que al cabo de un par de semanas acaben cicatrizando y desapareciendo", ha aclarado.
Este tipo de viruela es más contagiosa cuando el enfermo tiene las lesiones activas. Antes de que aparezcan o cuando las lesiones están resueltas o cicatrizadas no hay riesgo de contagio.
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