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¿Cómo es un coche eléctrico de los años 40?

Peugeot muestra su primer hito eléctrico, de mediados del siglo XX. Conoce todas sus curiosidades

Peugeot VLV CEDIDA

El coche eléctrico está acaparando la conversación del sector de la automoción, las instituciones y de la sociedad en general de un tiempo aquí, pero este concepto de vehículo tuvo su origen en el arranque del siglo XX.

Muchas marcas hicieron sus primeros pinitos en electrificación, con resultados dispares. Una de ellas fue Peugeot, que ya en 1941 se convirtió en la primera firma automovilística en comercializar un vehículo eléctrico con el lanzamiento del modelo VLV. Fue un mini-cabriolet de dos plazas y 80 kilómetros de autonomía pensado para asegurar servicios esenciales, como correos o asistencia médica, en un contexto de escasez de combustible por la Segunda Guerra Mundial.

En su desarrollo se aprovecharon estudios realizados por ingenieros de la marca en los años 20, utilizando como base el Peugeot 201.

El VLV, con un diseño muy original, contaba con cuatro baterías de 12 V, que desarrollaban una potencia de 3,3 CV y se podían recargar en cualquier enchufe. Presentaba una autonomía de entre 75 y 80 kilómetros y ofrecía una velocidad punta de 36 km/h, lo que le convertían en un vehículo eminentemente urbano.

Pese a las dificultades en el aprovisionamiento de materias primas y acumuladores, se lograron fabricar 377 unidades de este modelo, que lucía un rayo en el frontal sustituyendo al tradicional león de la marca. La recarga llevaba un tiempo de unas diez horas con el cargador que suministraba Peugeot.

Como curiosidad, la marca desaconsejaba subir cuestas de más de un 10% de desnivel porque la autonomía bajaba considerablemente y el motor podría recalentarse. Eran otros tiempos.

Destacaba por su bajo peso. Con una carrocería realizada enteramente en aluminio, el VLV pesaba 365 kilos, baterías incluidas. Las autoridades del régimen de Vichy prohibieron su producción en 1943. Tras esta primera incursión, la crisis del petróleo de los años 70 y 80 llevó a la marca a recuperar sus estudios sobre movilidad eléctrica con modelos de serie como el Peugeot 104 o el Peugeot 205.

Estos trabajos culminaron con el lanzamiento comercial del Peugeot 106 eléctrico, entre 1995 y 2001. Ya en el siglo XXI, Peugeot volvió a ser un referente con la llegada del Peugeot iOn, en 2009, y el Peugeot Partner Electric, en 2014.

Fruto del desarrollo de la nueva plataforma multienergía CMP, el Peugeot e-208 y el Peugeot e-2008 (este último fabricado en Vigo) culminan, de momento, la larga e intensa relación de Peugeot con la movilidad eléctrica. Sus 100 Kw (136 CV) y sus 260 Nm de par pueden disfrutarse con 3 modos de conducción diferentes: Eco, que pone el acento en la autonomía, Normal, que ofrece un confort óptimo, y Sport, que brinda las máximas prestaciones y sensaciones.

En cuanto a la autonomía, sus baterías de iones de litio permiten recorrer hasta 340 kilómetros según el protocolo WLTP, en el caso del e-208.

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