Así es la granja de Caparroso, en el centro de la polémica
Medio millón de metros tiene la explotación y 4.700 vacas en ordeño que producen 160.000 litros diarios. Los ecologistas y el Gobierno foral critican el tamaño mientras sus gestores aseguran que es un buen modelo
- Sheyla Muñoz
La explotación ganadera que la cooperativa familiar Valle de Odieta tiene en Caparroso lleva varias semanas en el ojo del huracán. La polémica en torno a esta macrogranja, tal y como se la ha ‘bautizado’, se ha convertido en foco de múltiples polémicas tras conocerse a finales del pasado mes de diciembre que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra había emitido una sentencia favorable a su ampliación, que no había obtenido previamente el visto bueno del departamento de Medio Ambiente. Desde entonces, organizaciones ecologistas, entre las que destaca Greenpeace, han alzado la voz denunciando que la explotación no cumple con la normativa exigida y señalándola como responsable de vertidos contaminantes al río Aragón que la empresa niega. Los críticos denuncian también un supuesto trato inadecuado a los animales y aseguran que se encuentran hacinados. De nuevo, los gestores del proyecto lo rechazan.
Tras muchos meses guardando silencio, Valle de Odieta abre las puertas al primer reportaje en el interior. Alberto Guerendiáin Azpíroz es el director gerente de la cooperativa. Explica que la explotación, a la que define como biogranja, cuenta con el certificado de bienestar animal. "Es una certificación garantista. Si aquí hubiera hacinamiento o maltrato no nos hubieran certificado”, refiere. Y lo dice “convencido” de que el trato que reciben los animales no puede ser mejor. Ahora mismo, en la explotación hay 4.700 vacas en ordeño de un total de 5.200 adultas, además de 2.800 terneros.
Las instalaciones tienen un tamaño fuera de lo habitual. Disponen de casi 500.000 metros cuadrados. Hasta ahora, la empresa cifra en ochenta los empleos directos que se han creado y en sus planes figuran otros treinta más una vez que se acometa la ampliación en la que invertirán nueve millones de euros. Guerendiáin explica y muestra el trabajo en la explotación. Los partos se atienden en la zona de maternindad, el área más técnica de la granja, tal y como la define. “ En estos boxes pasan ocho semanas. Se les da dos tomas de leche diarias mediante biberón. Es la forma más higiénica y la más similar a la lactancia materna”, dice. Pasado ese tiempo, se lleva a los terneros a otros boxes donde permanecerán, en grupos de ocho, hasta los seis o siete meses como máximo.
Es entonces cuando estos animales son trasladados a Ciaurriz, a la explotación originaria de Valle de Odieta, donde se les cría hasta los 17 o 18 meses para volver, gestantes, a Caparroso, explotación en la que permanecen ya el resto de su vida. “Cuando una vaca es gestante, dos meses antes de parir, se le deja en el denominado periodo seco, en el cual no se la ordeña y se queda preparando para el parto. Fisiológicamente para que pueda prepararse bien para el parto tiene que interrumpirse el ordeño. Y tras el parto, los dos primeros ordeños se llevan a cabo en el área de maternidad para retirarle el calostro que es fundamental para las primeras horas de la cría. En las primeras ocho horas, debe tomar 3,5 litros de calostro”, explicó el ganadero.
En cuanto al ordeño, ahora mismo, se realiza a 4.700 vacas dos veces al día. La sala de ordeño rotativa tiene capacidad para ochenta animales que permanecen en ella ocho minutos. “Entran y salen ellas solas de forma ordenada y al acceder se les limpia manualmente las ubres. Con esto quiero decir que el trato es el más correcto”, insistió Guerendiáin. Tras el ordeño las vacas vuelven a sus naves que, añade, han sido limpiadas mientras los animales no estaban. “Alimentamos cada 24 horas pero durante todo el día y la noche se hacen arrimes para acercar los restos”, indica.
Esta rutina de ordeño se verá modificada a finales de este año cuando, dentro de las obras previstas en la ampliación fruto de la polémica, entre en funcionamiento el nuevo centro de ordeño. Se van a construir además seis naves que estarán listas a finales de 2022. Esta ampliación, en la práctica, va a suponer alcanzar las 7.200 vacas adultas de las que 6.500 serán de ordeño, que quedarán repartidas al 50% entre el núcleo actual y el nuevo. “3.250 en ordeño por cada uno de los núcleos que serán ordeñadas tres veces al día. Debido a los retrasos motivados por el tema judicial tuvimos que renunciar al tercer ordeño para poder operar con el rebaño que tenemos ahora de las 4.700. Con la ampliación, nos quedaremos con 3.250 tres veces al día por cada núcleo, menos de lo que ordeñamos ahora”, relata.
De los 9 millones de euros de inversión previstos con la ampliación, más de dos se van a destinar, destaca, a la mejora de la gestión medioambiental, desde un estercolero a una depuradora de limpieza de aguas.
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<div class="destacado_100">80 empleos directos en una explotación que produce 160.000 litros al día</div> La ampliación de la granja supondrá la creación de 30 empleos directos más que se suman a los más de 200 indirectos ya existentes
En la actualidad, la explotación de Caparroso emplea a ochenta personas, entre la actividad ganadera, agrícola y de recría. Alberto Guerendiáin calcula que el número de empleos directos en torno a la biogranja puede superar los 200. Los puestos de trabajo directo se incrementarán en treinta más una vez que a finales de 2022 haya culminado el proyecto de ampliación previsto. “Estamos hablando de empleo no deslocalizable, con muchos años de futuro”, defiende. La práctica totalidad de los trabajadores en la explotación ganadera de Caparroso son personas que viven en los pueblos de alrededor.
El director gerente de Valle de Odieta hizo también especial hincapié en que los forrajes con que se alimentan las vacas son de cosecha propia en sus campos. Hasta los seis meses, los animales se alimentan de pienso y agua. Después, el grueso de alimentación, tanto de terneros como de vacas es a base de forraje. “Producido por nuestra agricultura y abonado con los desechos de los animales. Un claro ejemplo de economía circular”, remarca.
En cuanto a la producción, Valle de Odieta produce 160.000 litros de leche al día que se venden a la cooperativa navarra Saiona que, a su vez, la distribuye entre clientes navarros y de todo el país.
<div class="destacado_100">Los residuos se tratan en la planta de biogás donde se extrae el metano</div> La fracción sólida de los purines se recicla para producir las camas de los animales y el resto se bombea a la planta de biogás
Los residuos producidos en la explotación ganadera se tratan en la planta de HTN Biogás, ubicada cerca de la granja. Ésta, según explica el director gerente, cuenta con un área de residuos que es donde se vierten los purines producidos en la granja. “Se recogen mediante aspiradora para reducir la emisión de metano y llegan a unas balsas desde donde se recicla la fracción sólida que, después se utiliza para producir las camas donde se tumban los animales”, relata. El resto, prosigue, desde un foso se bombea a la planta de biogás donde se le extrae todo el metano, un gas altamente contaminante. “De esta forma se gestiona de una forma controlada y además de evitar su emisión se contribuye a la generación de energía renovable ya que en la planta se produce electricidad para unas 12.000 viviendas. No solo con los residuos de Valle de Odieta pero sí que contribuimos a ello”, insistió Guerendiáin.
Remarca especialmente este hecho porque, según dice, solamente un 1% de las granjas de vacas de España hacen biogás y es lo que recomienda la normativa europea. Sobre la gestión de cadáveres se materializa mediante una empresa gestora a través de un contenedor ubicado en la linde de la parcela para que el gestor pueda recogerlos sin acceder al recinto.
<div class="box_grey">CLAVES
30 EMPLEOS. Directos se crearán una vez se ponga en funcionamiento la ampliación. Se sumarán a los 80 directos que ya hay.
7.200 VACAS ADULTAS. De las que 6.500 serán de ordeño se alcanzarán con la ampliación que se está ejecutando.
9 millones de euros se van a invertir para ampliar la explotación de los que más de dos se destinarán a mejorar la gestión medioambiental.
CRONOLOGÍA JUDICIAL. Nueve años de litigio. En el año 2012 se inician los estudios previos para plantear una ampliación de la ganadería. Dio comienzo entonces un periplo administrativo y judicial que finaliza en marzo de este año cuando el departamento de Medio Ambiente, en cumplimiento de una sentencia del TSJN emitida en diciembre de 2020, dicta resolución favorable de ampliación de la granja otorgando una nueva Autorización Ambiental Integrada. “Existen tres sentencias firmes que validan que la negación de licencias a Valle de Odieta no tenía respaldo técnico, ambiental ni jurídico”, remarcan los responsables.</div>
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