Negocios de Tudela sufren unos diez robos con fuerza en apenas unas semanas
Hasta ahora se ha detenido a, al menos, dos personas, la última este miércoles dentro de la cafetería Índalo, que lleva 4 robos en lo que va de año
- Jesús Manrique
- Diego Carasusán
Varios negocios, sobre todo bares, han sufrido robos con fuerza en las últimas semanas en Tudela, lo que ha provocado inquietud entre sus propietarios y que distintas Policías hayan iniciado investigaciones para intentar localizar a los autores. Por ahora, se ha detenido a dos, uno el pasado 5 de febrero cuando intentaba robar en el bar Misión Imposible de la calle Fuente Canónigos, que se produjo cortes en los brazos al romper el cristal; y otro este mismo miércoles a última hora, cuando había entrado a la cafetería Índalo, en la esquina de Andrés de Sola con Aranaz y Vides y a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil. Es el caso más sangrante de todos, ya que ha sufrido 4 robos en las últimas semanas y otro más el año pasado.
Pero a estos dos casos se suman varios más. Según fuentes consultadas, se han producido robos en el bar Manoliko del barrio de Lourdes, frente a la parroquia de San Juan; en el almacén del bar La Estrella, en pleno Casco Antiguo, donde primero se llevaron unas bebidas mientras el bar estaba abierto y lleno de clientes al ser jueves y haber pinchopote, y luego volvieron de madrugada y rompieron un cristal para coger alguna botella más; o en el Sabores y Vinos del paseo de Invierno. En este último, rompieron la verja de entrada y accedieron al interior. En la mayoría de los casos, los ladrones, que llevan la cara tapada y suelen ser varios, se llevaron botellas y dinero de las cajas registradoras o las máquinas tragaperras.
A lo anterior se suma, al menos, otro suceso similar en una tienda del barrio de Capuchinas, y uno más en una asesoría, a la que entraron, localizaron la caja fuerte y la abrieron, aunque no encontraron nada de valor.
Otro de los casos se dio en una carnicería del centro, aunque no les salió bien a los ladrones. Eran las once de la noche cuando tres hombres, también con la cara tapada, intentaron abrir la verja. Lo que no sabían es que su dueño estaba en el interior y, al oír las voces y el ruido, salió y los tres huyeron a la carrera.
Según cada caso, la investigación la está llevando a cabo Policía Foral o Policía Nacional, también con la colaboración de la Policía Local. Precisamente ayer, agentes de estos dos últimos cuerpos detuvieron a un hombre que había roto un cristal y había entrado a robar en la citada cafetería Índalo.
Además, en varios casos los autores fueron grabados por las cámaras de seguridad de los negocios, algo que analiza la Policía, a pesar de que llevaban las caras ocultas.
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