Madera de almadía que volvió de Palacio
Las obras de remodelación en el Palacio de Navarra sacaron a la luz un curioso fragmento de viga con orificios. Parte de un tronco de abeto que habría sido trasladado por almadieros desde Roncal. Este miércoles se entregó al Museo de la almadía de Burgui.
- Aser Vidondo
Por su forma y por los orificios horadados sobre su superficie, semejantes a dos grandes ojos bien abiertos, hubo quien lo comparó con un fantasma. También con una lechuza. A nadie dejó indiferente. Ni por lo que representaba, ni por toda la historia que la pieza de madera tenía detrás. La antigua, y también la más reciente. No en vano, se trataba de un fragmento de tronco de abeto que habría sido bajado en almadía desde el valle de Roncal hace 175 años y empleado para la construcción del Palacio de Navarra, sede de la Diputación foral y hoy del Gobierno de Navarra. Las recientes obras de reforma del Palacio lo sacaron a la luz y, tras investigarse sus orígenes, este miércoles fue entregado al Museo de la almadía de Burgui. Volvió a casa.
“Gustosamente lo acogemos. Será un elemento más para seguir promocionando las almadías, este antiguo oficio maderero”, refirió Koldo Cilveti, presidente de la Asociación de almadieros navarros, que gestiona dicho museo. Recibió la pieza de manos del consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, quien señaló que debe servir para “recordar a tantas personas que se esforzaron en esta labor”.
Remarcó que detrás de este hallazgo, realizado en 2017, se situó principalmente Pedro López Vera, arquitecto que ejerció de director de obra. “Para abrir una nueva escalera de emergencias en el Palacio de Navarra, a lo largo de varios pisos, hubo que romper varios forjados, y por tanto romper varias vigas estructurales de madera. Esa madera se fue troceando, y así fue cómo en un contenedor me encontré con este fragmento. Una cabeza de viga que llamó mi atención por los agujeros que tenía. La rescaté para investigarla”, indicó.
ORIFICIOS PARA ATADURAS
López consultó sobre la materia con un compañero, Óscar Yoldi Hualde, funcionario y nieto de almadiero, y coincidieron en que podría tratarse de un fragmento de tronco de almadía. “Fue una casualidad encontrarlo. Buscamos otros similares en el contenedor, pero no había más”, dijo Yoldi. Los orificios, hechos con barrena, servían para amarrar las decenas de troncos que componían las almadías con jarcias o ataduras vegetales. “Luego lo corroboramos con expertos como Iñaki Ayerra, de Burgui, o Fernando Hualde, de Isaba”.
Este último, presente en el acto, remarcó que “entre 1845 y 1850 se desarrollaron las principales obras de construcción del Palacio de Diputación”, y que “por pleitos y documentación se sabe que la madera se traía en carros desde Caparroso, a donde llegaba antes por el río, en almadía, desde el Pirineo”. “Lo que no sabemos es si este abeto corresponde a bosques de la parte alta del valle de Roncal, o al Irati salacenco, pero sí que en ese momento (años 40 del siglo XIX) eran maderistas roncaleses los que gestionaban ambas zonas”, dijo. “Había publicaciones que apuntaban a que la madera de la estructura del Palacio de Navarra vino como almadías. Ahora se ha confirmado. Hoy mismo, en el Palacio se trabaja sobre vigas que conformaron almadías”, apostilló López.
El fragmento entregado por el Gobierno de Navarra pesa unos 5 kg, mide 40 cm de alto y tiene una base de 30 por 30. Su presencia será uno de los nuevos atractivos del Museo de la almadía de Burgui, que abre en puentes, Semana Santa y verano, y atiende grupos bajo demanda. De ello se encarga Inmaculada Urzainqui Gorrindo, vecina de 70 años, “hija de almadiero y nieta de dos almadieros”. “Lo que más preguntan los visitantes es qué transportaban en las balsas. Se sorprenden al saber que el trabajo era ni más ni menos que el de trasladar así la madera por el río”, explicaba.
Este museo cuenta con otro fragmento de viga que viajó en almadía (también agujereado) procedente del Castillo de Marcilla, reformado años atrás. “Lo entregó el Servicio de Museos del Gobierno y este sería anterior, del siglo XVIII”, dijo Hualde.
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Diario de Navarra
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