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Aoiz

Por una vez, Salva

Exalumnos y amigos le tributaron un homenaje por sorpresa a él, discreto donde los haya y trabajador incansable por la cultura. Salvador Gutiérrez Alcántara recibió en Aoiz el calor de los suyos

La sala cultural ‘Universo sonámbulo’ de Salvador Gutiérrez en Aoiz acogió el acto. El homenajeado, justo bajo su nombre proyectado en la pantalla DN

Siempre discreto, entre bambalinas. Moviendo los hilos para que nada falle desde un segundo plano. Contribuyendo por ejemplo en un concierto de la banda de música Mariano García desde en su organización hasta en aspectos esenciales como elaborar los folletos o cotejar las entradas de quienes acuden a presenciarlo. Siempre cercano. Recogiendo por ejemplo de la estación a grandes figuras de la literatura como José Hierro para desplazarlas después hasta Aoiz en su propio coche para participar en los certámenes internacionales que organizaba Bilaketa. Siempre activo. Dando por ejemplo clases a universitarios y organizando exposiciones, homenajes o cafés concierto a la vez que forma al alumnado de la Universidad de Mayores Francisco Ynduráin o ejerce de guía en viajes culturales por media España. Ese es Salva. Salvador Gutiérrez Alcántara. Ese malagueño de raíces y agoizko de corazón que, amante de las letras y la cultura como el que más, fue uno de los jóvenes que fundaron en 1976 en Aoiz el grupo de cultura Bilaketa. El mismo que dirigió la Casa de la Juventud de Pamplona y promovió allí un aula de literatura. El mismo que hoy, cumplidos los 64 años, sigue tirando del carro. Y, cómo no, todo ese legado, gota a gota, ha dejado huella en las nuevas generaciones. Tal es así que exalumnos y amigos quisieron rendirle un sencillo pero sentido homenaje. Y tuvo que ser sorpresa. Porque Salva, tan discreto, no lo hubiera querido. Pero le tocaba. Por una vez.

“Tuvimos que prevenirle unos pocos días antes, cuando ya estaba todo en marcha. Se quedó de piedra, dado que no le gusta el protagonismo”, recuerdan. Con la excusa de reunirse para una lectura de poemas, antiguos miembros de aquella aula de literatura de la Casa de la Juventud, y también antiguos trabajadores de la misma, promovieron este reconocimiento en la sala cultural que el propio Salva acaba de poner en marcha en Aoiz, ‘Universo sonámbulo’. Se sumaron familiares y amigos.

ANÉCDOTAS Y EMOCIONES

Tras los saludos pertinentes y una visita al nuevo local, se celebró un recital homenaje alrededor de la figura de Salva y de la citada aula de literatura, con integrantes desde 1992 a 2013. Un acto “plagado de anécdotas, emociones y bonitos textos en recuerdo de esos años”, evoca Eduardo Labeaga, uno de los impulsores. “Salva, igualmente emocionado, tuvo palabras repletas de cariño para todos los que lo acompañamos en un homenaje que siempre se queda corto para una persona que deja en esta comunidad una sombra tan alargada”, añade.

Al hilo del evento, se editó una revista-homenaje de tirada limitada (70 ejemplares) con textos y poemas de 24 autores, exalumnos y amigos, muchos de los cuales siguen vinculados a la escritura. Se titula ‘Por una vez, Salva’. Por una vez, le tocó a él estar en el foco, recibir los aplausos.

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