El Café Pamplonés vuelve al centro comercial Avenida

El centro comercial Avenida, en la avenida San Ignacio de Pamplona, tiene desde mediados de enero una nueva cafetería en su sótano. Se llama Café Pamplonés, nombre que quizás suele a los más veteranos de la zona. Así se llamaba este local cuando los antiguos cines Avenida se transformaron en los multicentros avenida, hace 38 años.

La manzana del antiguo cine Avenida es uno de los edificios catalogados del Segundo Ensanche. Diseñado por Víctor Eusa y construido en 1942, albergó una de las salas de cine más elegantes de la ciudad. Las obras de 1985 para transformar el espacio en un centro comercial respetaron el florón del techo de la sala de cine. 

En el sótano del multicentro siempre ha habido un establecimiento de hostelería, que ha pasado por distintas etapas. Antes de la pandemia fue una bocatería y después un kebak. Ahora, Jesús Ángel Delgado Estanislao, pamplonés del barrio de la Rochapea de 50 años, ha recuperado la esencia del local como cafetería. Y también ha recuperado su viejo nombre, Café Pamplonés, cuyo logotipo lleva años impreso en las escaleras del centro comercial. 

Es la primera experiencia en hostelería de Jesús Ángel. Abrió el 18 de enero. “He trabajado de muchas cosas, sobre todo en fábricas, con turnos de ocho horas. También como pintor, pero tenía el gusanillo. Me gusta la repostería. De siempre he hecho bizcochos. Me salen muy buenos”, expresa. Así, sin pensárselo mucho ha decidido cambiar el buzo con la camisa blanca, americana y corbata. Ahora mete jornadas maratonianas. “Hay que cuidar la imagen y ser educado. Nunca había trabajado de cara al público detrás de una barra, tengo más experiencia al otro lado”, bromea. El café en vaso de cristal, un buen surtido de bizcochos y las tortillas de patata son su principal reclamo para los trabajadores de la zona. También ha empezado a dar comidas y cenas por encargo y catering para eventos. 

“Al servir el café siempre pongo un trozo de bizcocho para que prueben. También los vendo enteros para llevar. Hay clientes que por su cumpleaños se los llevan a la oficina. El bizcocho normal es el que más éxito tiene, pero también los hago de chocolate, coco, plátano, cacahuete... También tengo para celíacos”, comenta. Delgado ya conocía el local porque el año pasado lo estuvo pintando y alicatando el suelo. “Me parece un sitio agradable. La terraza está resguardada en invierno y fresca en verano”, destaca.

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