Una familia denuncia que su padre escuchó cómo se reían de él al ser atendido por teléfono en un centro de salud de Pamplona

Cometer un error es parte del camino de todos. Por mucho que nos empeñemos, nadie pasa por la vida sin incurrir en un fallo. Imposible cuanto menos. Pero, también es verdad que una cosa es equivocarse y otra que ese error sea una falta de respeto en toda regla. Al final, no todo es válido. Especialmente cuando se trata de personas enfermas. 

Es precisamente lo que sabe bien el protagonista de una historia que desearía no haber cursado. Todo comenzó cuando un hombre acudió al centro Doctor San Martín por un problema de salud. Una vez atendido, además con “mucha profesionalidad”, los sanitarios le comentaron que debería contactar con su centro de salud para un seguimiento. En este caso, en el barrio de San Juan. Fue por este motivo por el que el afectado, ante la imposibilidad de contactar por teléfono, se presentó en persona, consiguiendo cita telefónica primero y presencial a los días. 

Al ser atendido por teléfono, el afectado prefirió dar cantidad de detalles sobre su visita a urgencias a la médico que le respondió. “Mi padre suele ponerse nervioso cuando habla con médicos, por considerarles importantes”, aclara su hija, visiblemente decepcionada con lo ocurrido.

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El problema sobreviene cuando, una vez dada por finalizada la llamada,el vecino de Pamplona no cuelga su teléfono y escucha desde el otro lado del interfono “cómo la doctora y varias enfermeras estallan en carcajadas”. Tal fue la situación que la hija se encuentra al padre llorando. “Ya os podéis reír de un pobre viejo”, repetía el afectado, desconsolado. Es por eso que la familia pone en relevancia la falta de respeto y de empatía hacia una persona enferma. Aspecto que consideran “intolerable”.

Por desgracia, continúa la hija del afectado, no es la primera vez que sucede, ya que en el servicio de administración, cuando llamas para pedir cita, consulta, etc. “la atención deja bastante que desear”. Y es algo que quieren cambiar. “Los pacientes bastante tienen con ser pacientes”, entienden.

Por fortuna, el caso parece que tendrá final feliz, pese al trago. Y es que después de poner una reclamación, la propia consejera de Salud, Santos Induráin, se puso en contacto para disculparse y prometer que tomaría medidas al respecto. “Solamente queremos que esto que nos ha sucedido, no le vuelva a pasar a nadie”, aclaran los afectados. “Es grave en cualquier sitio, pero en el médico...”.