Loading...

La arqueología data 20 siglos de historia en el solar de las Salesas

La intervención de los arqueólogos descubre hallazgos desde la época romana hasta el s.XIX

Jesús Caso

“La tecnología y el patrimonio tienen que darse la mano”, apuntó el arquitecto Alberto Martínez Castillo en el antiguo convento de las Salesas que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona rehabilita como su futura sede, en el corazón de la ciudad, entre las calles San Francisco y Taconera. Porque más allá de una clausura, el lugar es un solar con historia donde las excavaciones arqueológicas, dentro de las obras, han dado luz a retazos de veinte siglos, con hallazgos desde la época romana hasta prácticamente nuestros días. Al margen del valor, relevante en algunos casos, como un enterramiento de la ciudad romana altoimperal y fragmentos de moldes para campanas de época medieval, lo que había bajo tierra explica o ayudará a descifrar detalles de la vida cotidiana en los distintos usos del solar de 3.000 metros cuadrados, que desde el siglo XI ha albergado edificaciones de significado en Pamplona: los huertos del parcelario medieval, la trasera de la muralla del burgo de San Cernin, parte del complejo de la Torre del Rey, los palacios de Cruzat y Armendáriz, la casa del Reino, la Aduana o Tabacalera. “Su ubicación en la esquina sureste del burgo, condicionó los usos en la época medieval”, indican los expertos.


Nicolás Zuazúa es arqueólogo en el gabinete Trama y responsable de “una intervención compleja ”, que finalizó hace tres semanas y en la que han agotado “todos los niveles arqueológicos en 1.050 metros cuadrados y hasta más de tres metros de cota, en un solar de casi 2.000 años de historia y distintos edificios”. “Cada capa es un tipo de material y una pieza más para completar el puzle. Le hubiera gustado ver a Florencio Ansoleaga, arquitecto del edificio de las Salesas, este momento en que la arqueología subterránea y aérea se dan la mano”, certificó Zuazúa que la tecnología: drones, 3D... “ayuda mucho en las capacidades de registro”. Y evidenció que “los réditos del trabajo, seis siete meses intensos, llevado a cabo no son económicos, pero sí históricos”. Datarán entresijos de la vida de los pamploneses y de la evolución del solar, sobre todo desde que se urbanizó a lo largo de siglos XI y XII, si bien aún queda trabajo por delante: inventariar, investigar, registrar. Pero solo escuchar a Zuazúa ya fue viajar en el tiempo, conocer a qué se dedicaron quienes habitaron este solar en sus distintos edificios, su posición social, sus oficios, sus desvelos y su devenir cotidiano, a través de útiles domésticos, inscripciones, oficios... y los abundantes pozos, unos de captación de agua, otros para guardar grano o artesanales. “Han sido un quebradero de cabeza, pero se utilizaban como basureros y nosotros disfrutamos excavando en la basura de los antiguos porque, al final, te cuentan todo”, desveló que en uno de ellos encontraron una vajilla completa. Falta saber por qué la arrojaron”, describió y reparó en que solamente la cerámica ya aporta mucha información sobre las personas del entorno, y a cerca de las redes comerciales, especialmente en los siglos XVI y XVII.


Han aparecido 78 hoyos, en su mayor parte de cronología medieval y moderna (siglos XII-XVII), diez pozos de piedra y 50 monedas.


Buena parte de los hallazgos arqueológicos quedarán expuestos al público. Ayer se vio una pequeña parte de lo encontrado. Hay 30 veces más.

<div class="destacado_100">Algunos de los hallazgos</div>

Fosas de fundición y fragmentos de moldes de campanas. De época medieval (s.XII-XIV), según el método de Teófilo Lamberto (Diversis artibus). El hallazgo es relevante y poco frecuente. Podrían ser para las primeras campanas de la iglesia de San Lorenzo.

Lápidas funerarias. Una inscripción de los siglos I o II.

Pavimentación. Empedrado de canto rodado, que pudo ser del palacio de Armendáriz.

Azulejos barrocos. Y algunos de serie, del siglo XIX. Muestran la riqueza del palacio de Armendáriz y su capacidad de importar objetos desde Italia o Francia... O de Cataluña y Levante. Han aparecido azulejos iguales a los del parque Güell de Barcelona, originarios de Onda.

Diez pozos de piedra ciegos ( como sistema de saneamiento) de almacén ( para guardar grano..) y de captación de agua.

Abundante vajilla. Vasijas, platos hondos y no llanos, lo que indica que se alimentaban de sopas, gachas...; fuentes, vidrio rojo, copas de vidrio tallado.

Pipa de caolín. Y un silbato de arcilla

Un almirez y múltiples escudillas. Son recipientes similares a tazones.

Jícaras. Tazas para tomar chocolate.

50 monedas. Entre romanas, medievales y modernas.

Mascarón de un escudo barroco. s. XVIII.

Un anillo y un broche de cinturón. De los siglos XVI y XVII.

Maraveríes. O blancas de los Reyes Católicos (s. XV-XVI).

<div class="destacado_100">Las obras avanzan “al ritmo previsto” y en 2023 la Mancomunidad estará instalada</div>  

“Un pabellón destinado a oficinas con voluntad de ligereza, que intenta dialogar con el patio”, apuntó el arquitecto Alberto Martínez Castillo envuelto en paredes de grueso calibre y rodeado de personas, políticas muchas de ellas, tocadas con casco blanco y chaleco amarillo; como interferencias, aderezadas por la lluvia. A pesar de todo se hizo entender el técnico en el corazón del antiguo convento de las Salesas, donde se hablaba poco y se rezaba y trabajaba mucho.


Aunque se adjudicó en diciembre de 2019 a Construcciones ACR por 13,18 millones, la obra no comenzó, por diferentes motivos, hasta julio de 2020. Se ejecuta conforme al proyecto del equipo integrado por los estudios Álvarez-Sala, Matos Castillo Arquitectos y Rueda Pizarro. El plazo es de 24 meses y, según avanzó David Campión, en 2023 la actividad de la Mancomunidad estará ya trasladada a las Salesas. “Ahora somos 200 personas en tres sedes, la de Chinchilla adquirida en 1982 y oficinas alquiladas en Navas de Tolosa y Julián Arteaga”, añadió el gerente Alfonso Amorena.


Compartirán estancia con la Universidad Pública de Navarra, que contará así con una oficina en el centro. El rector, Ramón Gonzalo, y el gerente, Joaquín Romero, acudieron también a la visita.


El patio, que será el acceso para el público con un nuevo pabellón en madera, contará antes del vestíbulo principal, con un espacio cubierto con aparcamiento para bicicletas o para refugiarse de la lluvia. Las obras apenas han modificado aspecto original del patio, pero se presentan “descarnadas”, calificó Martínez Castillo, en el interior derribado en dos alturas, “donde queda la huella en el corte de las vigas de madera como eje de circulación de los restos de la antigua edificación, porque con los forjados se puede intuir cómo eran las casas”, subrayó el arquitecto.


En la antigua iglesia se proyectó sobre la pared una muestra a escala real de los hitos de casi un año de construcción, y los arquitectos destacaron que la duración de las tareas arqueológicas ha supuesto un tiempo aprovechado, tanto por el equipo de dirección como por la constructora, para adelantar otros trabajos.


Los visitantes, miembros en su mayoría de la comisión Permanente, que agrupa a todos los grupos políticos de la Mancomunidad, vieron en la antigua capilla, donde se ha instalado un modelado de la estructura de madera (microlaminada de haya), una especie de espacio piloto que permite imaginar el diseño del interior de las dependencias.

El edificio albergó hasta 2003 el convento de la Visitación de María, más conocido como el de las Salesas. Tras la marcha de las religiosas, lo adquirió la Fundación Caja Navarra, y a esta la Mancomunidad, entonces con el socialista Javier Torrens en la presidencia. A él, presente ayer en la visita, le sucedieron José Muñoz y Aritz Ayesa, que continuaron con la tramitación necesaria hasta que en esta legislatura han podido iniciarse las obras. La compra forma parte de una operación financiera aún pendiente que pasa por vender la sede de Chinchilla.

Te puede interesar

Te puede interesar

 

“La tecnología y el patrimonio tienen que darse la mano”, apuntó el arquitecto Alberto Martínez Castillo en el antiguo convento de las Salesas que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona rehabilita como su futura sede, en el corazón de la ciudad, e

Para leer este contenido exclusivo, debes tener una suscripción en
Diario de Navarra
Tipos de suscripción:
  • Web + app (0,27€ al día)
  • Versión PDF
  • Periódico en papel
Mereces información de calidad, sin límites