Numerosos grupos marchan en equipo a Javier
Numerosos grupos se reunieron este sábado y aprovecharon las horas de caminata para ponerse al día, reencontrarse con sus amigos y disfrutar en compañía en el paseo hasta Javier
- Nagore Larrañaga
Muchas horas para pensar, ponerse al día y reencontrarse con los de siempre. La Javierada es motivo de reencuentro para muchos grupos que no se ven tanto el resto del año pero que mantienen viva la tradición de juntarse en estas fechas. Los caminantes tenían claro que los kilómetros se hacían mucho más llevaderos en buena compañía.
Maite Ozcáriz, Irati Sainz, Carlota Beriain, Lara Gañetey su grupo de amigas venían desde el colegio Nuestra Señora del Huerto de Pamplona. “Hacerla con gente te entretiene mucho más y te motiva a seguir caminando”, comentaban las pamplonesas, alumnas del centro. Aunque el camino no fuera fácil y los pies y las caderas se agarrotaran con el paso de los kilómetros, “de momento vamos bien y ahora que hace algo de sol vamos mejor”, contaba Ozcáriz animando a su cuadrilla.
Los jóvenes Ander Álvarez de Eulate, David Gorriz y Miguel Riezu caminaban con el grupo de chicas por primera vez. “Ya habíamos venido alguna vez con la familia pero es el primer año que venimos con los amigos del colegio”, comentaba Riezu. Los estudiantes de Nuestra Señora del Huerto tenían mucha energía para hacer frente a los kilómetros por recorrer que les quedaban: “Aunque alguno haya pinchado, nos vemos con muchas fuerzas para acabarla”, aseguraba Gorriz.
Juana Ojer y su grupo de amigas, en cambio, habían perdido la cuenta de los años que llevaban haciendo la Javierada en cuadrilla. “Empezamos viniendo como monitoras y catequistas y llevamos más de 25 caminando hasta Javier juntas”, contaba Ojer. El grupo, que salió desde Noáin a las siete de la mañana, comentaba la importancia de este día para ellas: “Ahora que cada una tiene su vida y no nos vemos tanto, la Javierada es un motivo de encuentro en el que nos ponemos al día”. Después del almuerzo, el grupo veía el recorrido de otra forma y destacaba: “Es mucho más saludable venir en grupo. Es sano para el cuerpo, la mente y el espíritu”.
PUNTO DE ENCUENTRO
Asimismo, muchos peregrinos aprovechaban las horas de caminata para conocerse más entre ellos. “Me gusta mucho este día porque socializo con mucha gente y conozco más a mis acompañantes”, admitía Sandra, de la asociación de Servicio Educativo Intercultural (SEI). El grupo, acompañado por monitores, juntó a unas cincuenta personas de la entidad. “Nos gusta venir para conocer el entorno y ver las vistas”, aseguraba Yerline. “Venimos con chavales fuertes y con energía así que no tendremos problemas para llegar a Javier”, comentaba una de las monitoras voluntarias delServicio Educativo Intercultural.
El grupo de scouts pamplonés Dendari Izar también se tomó el trayecto con filosofía. “Venir en grupo es mucho más divertido”, aseguraba la joven Nahia Giménez. Su amiga Itsaso de Biurrun contaba que empezaron a hacer la Javierada con ocho años y que, cuatro años más tarde, siguen manteniendo la tradición. “Hablar con nuestro grupo y juntarnos con otros scouts nos encanta. Al fin y al cabo, es un punto de encuentro”, comentaba Adriana Giménez. Los scouts, que ya conocían el camino, eran conscientes de que el tramo que les quedaba por recorrer era el más complicado. “La cuesta del final es la peor pero animándonos entre nosotros llegaremos a Javier, seguro”, enfatizaba Giménez.
Virginia Agudo Arrarás y su maridoJoaquín González Purroy acumulan muchos años haciendo la Javierada desde Pamplona. “El camino está yendo fenomenal, está haciendo un día súper chulo y seguimos con ánimos. Yo estoy como un chaval de 22 años”, comentaba entre risas González.
La cuadrilla de Ana Carro también lleva años manteniendo la tradición de juntarse en estas fechas. El grupo de jóvenes pamploneses que empezó caminando la Javierada por la tradición que existía en su colegio, Jesuitas, convenció este año a amigos de México y de Badajoz para que se animaran a la caminata. Aunque algún integrante del grupo estuviera en apuros y tuviera que acabar la jornada con sandalias ‘crocs’, el grupo de amigos no pensaba tirar la toalla. “La salida ha sido dura, sobre todo por el frío, pero vamos a conseguir llegar al final del camino, aunque sea con ‘crocs’”, aseguraba entre risas Joaquín Sagüés. El grupo de antiguos alumnos de Jesuitas no pensaba acabar la fiesta en Javier ya que habían planeado celebrar por todo lo alto la Javierada saliendo por el casco viejo de Pamplona.
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