5 pueblos abandonados de Navarra: 5 ideas para un día de verano
Te proponemos 5 pueblos increíbles para que pases un día alejado de la ciudad y rodeado de naturaleza
- Andrea Incera
La industrialización del siglo XIX trajo consigo un éxodo rural sin precedentes y un abandono del entorno natural. Las familias de la época se vieron obligadas a dejar sus pueblos y mudarse a grandes ciudades. Grandes urbes con cientos de oportunidades de trabajo y sueños.
El ser humano comenzó a cambiar radicalmente, a rendirse ante las nuevas tecnologías. Los pequeños pueblos, las villas milenarias llenas de paz, secretos y silencio… dieron paso a rascacielos, al bullicio, a carruajes motorizados y postes de luz, a la velocidad y a vidas formadas entre cemento y humo.
Frente a todo esto, aparecieron los románticos.
Se rebelaron ante las reglas de todo aquello que estaba establecido.
Buscaban volver.
Regresar.
Casi tanto como los actualesamantes del urbex. Esos que se rinden a la exploración urbana en busca de volver a nuestros propios orígenes y plasmar sobre la fotografía lo que una vez fuimos.
El urbex es el fenómeno que comprende a los que ven en estos lugares nuevas oportunidades para huir del mundo...
Los que quieren sentir los vestigios de civilizaciones pasadas...
Recorrer las mismas huellas de nuestras propias historias...
Las estelas de nuestras creencias ...
… Y conocer los fantasmas de lo que un día fuimos.
Hoy, en Diario de Navarra, os proponemos los 5 pueblos abandonados con mayor encanto de Navarra.
¡Apunta, porque los vas a explorar todos!
Está ubicado en pleno valle de Izagaondoa. Fue un importante señorío medieval. De hecho, aún se pueden ver las ruinas de la Torre Señorial del siglo XVI y varias de las casonas de la época.
En la década de los 60, el valle sufrió el fenómeno de la migración y Mendinueta no fue ajeno. Ahora... sólo podemos ver un pueblo totalmente abandonado y casi engullido por la naturaleza.
Ubicado también en pleno valle de Izagaondoa. Actualmente, su acceso es bastante dificultoso puesto que la naturaleza ya prácticamente ha obstruido el camino, dejándolo casi intransitable.
Beroiz era un lugar de señorío que constaba de dos viviendas y una iglesia. El pueblo quedó deshabitado también en la década de los 60 al igual que algunos de las aldeas vecinas del valle.
Justo antes de llegar al despoblado de Larrangoz, se encuentra la Torre de Ayanz. En un enclave único a orillas del río Irati. Esta torre data del siglo XIV y la dependencia anexa, del año 1766.
Tras pasar la torre de Ayanz, se cruza un puente y se atraviesa un camino de difíciltravesía en coche que, tras 15 minutos, concluye en el despoblado de Larrangoz.
Uno de los pueblos abandonados más mágicos que se puede encontrar en la Comunidad Foral. Escondido en el valle de Lónguida, este despoblado aún llama la atención por su excepcionalidad.
Sus casas se erigían imponentes en mitad de una localización totalmente bucólica. El pueblo quedó desierto en la década de los 70 debido a la falta de luz y agua, además del complicado acceso.
Su localización es única puesto que se encuentra a escasos minutos de Lumbier y de la foz de Arbayún, en pleno Romanzado. Como le sucedió a Mugueta, no conocieron la luz. Se iluminaban con candiles y farolillos de aceite y carburo. La escuela se situaba en la localidad vecina -actualmente en riesgo de despoblación- de Napal.
Orradre se vació también en la década de los 60, cuando la última familia marchó a vivir a Pamplona.
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