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Motor

Ford S-Max y Galaxy Hybrid, familias eficientes

Las claves de estos vehículos híbridos que se autorecargan

Ford

Los dos grandes monovolúmenes de Ford, el S-Max y el Galaxy, ofrecen ahora un nuevo corazón electrificado. Ambos estrenan una versión híbrida autorrecargable, formada por un motor gasolina y uno eléctrico que pretende rivalizar con los diésel, acosados por los coches alternativos. 

Hace un tiempo sería impensable que estos vehículos de gran peso y tamaño tuvieran alternativas más eficientes que el propio gasoil. Ford señala que, por ejemplo, el nuevo S-Max Hybrid reduce las emisiones de CO2 en más de un 10 por ciento (WLTP) en comparación con el sistema de propulsión diésel EcoBlue equivalente. La marca del óvalo asegura que este S-Max, por ejemplo, presenta un consumo de combustible de 6,4 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 146-147 g/km WLTP.

Son dos vehículos muy enfocados a las familias, puesto que ofrecen 7 plazas y un maletero infinito. Quizá este segmento se esté viendo eclipsado por el de los SUV, cada vez con más argumentos en versatilidad familiar, como el nuevo Seat Tarraco e-Hybrid, pero en esta materia no hay nada igual a los monovolúmenes clásicos.

Tanto el S-Max como el Galaxy comparten este sistema de propulsión híbrido, a todas luces mucho más silencioso, principalmente a baja velocidad. Presenta la combinación de varios ‘actores’: un motor de gasolina de ciclo Atkinson de 2,5 litros, una batería de iones de litio de 1,1 kWh, un motor eléctrico y la última generación de la transmisión automática power-split de Ford. Esta tecnología rinde como si fuera un atleta con dos caras: el motor de gasolina trabaja en un sprint con esfuerzo, por ejemplo, en una aceleración en un adelantamiento, mientras que el eléctrico lo hace como corredor de fondo, en cargas bajas, por ejemplo, en un tramo urbano a velocidad estable.

Esta rica dualidad se gestiona automáticamente. La energía eléctrica entra en acción de un modo inteligente bien para potenciar la eficiencia en el consumo combustible del motor de gasolina, bien para ofrecer una conducción silenciosa y puramente eléctrica durante periodos cortos, dependiendo del escenario. La batería se carga de un modo automático gracias a la acción del motor de gasolina, y a la tecnología de carga regenerativa, que se activa al reducir la velocidad o al frenar. No es necesario que el usuario conecte el vehículo a una fuente de alimentación externa, como un poste de recarga. En este caso los enchufes no existen. Basta con repostar gasolina en una estación de servicio. Así los viajes no se limitan, frente a un eléctrico puro.

Ford señala que el espacio y la flexibilidad del S-Max Hybrid, desde 40.838 euros, no se ven resentidas tanto en las variantes de cinco como en la de siete plazas. La razón es que integra su batería de iones de litio de 60 celdas dentro de una estructura impermeable y absorbente de impactos, situada bajo el suelo del maletero. Esta configuración permite que el S-Max Hybrid acepte cargas de hasta casi 1 metro de altura y más de 1 metro de ancho entre el espacio de las ruedas traseras. Incluso con los siete asientos en posición vertical, ofrece una capacidad de 285 litros de espacio para el equipaje.

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