Cinco consejos para eliminar la resina de su vehículo
La resina que desprenden los árboles es un enemigo para la pintura de nuestro vehículo. Estas son unas claves para combatirla
- Iñigo Alzueta
Uno de los grandes enemigos de la carrocería de nuestro automóvil es la resina que cae de los árboles, que daña la pintura con el paso del tiempo. No basta con un simple lavado. Además, quitar las manchas de resina de los cristales es prioritario porque resulta peligroso al reducir la visibilidad en las horas crepusculares y nocturnas. También estropea las escobillas limpiaparabrisas rápidamente al erosionarlas. En cualquier caso, no lo deje pasar. Estos son unos consejos efectivos para acabar con ella.
1. Lavado con agua caliente a presión. En vez de meter el vehículo en un lavado de rodillos, para quitar la resina es más eficaz acudir a los lavaderos de un área de servicio o gasolinera con mangueras a presión y agua caliente. Acerque el chorro de manera oblicua a la pintura para que funcione como una especie de espátula de agua y despegue la resina. Lo mejor es remojar previamente la resina para ablandarla y posteriormente insista con el chorro a presión.
2. Aceite de oliva como remedio. Si la resina está muy pegada y no es suficiente con el lavado anterior, un truco casero es tratar de ablandarla un poco más mojándola con aceite de oliva o mantequilla. No la aplique en las gomas ni molduras, sólo en las partes metálicas pintadas y los cristales. Déjelo actuar unos cinco minutos antes de volver a intentarlo con agua caliente a presión y jabón. También puede frotar con una bayeta de microfibra que no arañe la pintura.
3. Productos específicos. Otra alternativa es emplear algún tipo de disolvente específico existente en el mercado. Se pueden adquirir en tiendas especializadas y de recambios de automóvil, y suelen tener un precio menor a 10 euros.
4. Clay bar. Es un método de limpieza de la pintura de los coches en el cual se emplea una barra de una arcilla especial, con un tacto similar a la plastilina, a la cual se adhieren todos los contaminantes superficiales que están pegados a la pintura, como resina, virutas metálicas, polvo de los frenos, gotas de alquitrán… No pule ni desgasta la pintura si se aplica correctamente y el resultado deja una superficie suave con un acabado perfecto, pero su aplicación es laboriosa.
5. Acudir a un lavado profesional. Puede que tras infructuosos intentos no quede más remedio que acudir a un taller especializado en limpieza. El coste puede superar los 200 euros.
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