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Diario del motor

Probamos el Tesla Model 3 en Pamplona: estas son las 10 conclusiones

Éstas son las conclusiones tras probar de Pamplona a Astráin el nuevo vehículo eléctrico de Tesla, que ofrece más de 500 kilómetros de autonomía y está lleno de sorpresas

10 claves del Tesla Model 3 Iñigo Alzueta

1. Porte elegante. El Tesla Model 3 es una berlina eléctrica de aire coupé de 4,69 metros de longitud. Es algo más pequeño que un Volkswagen Passat (4,77 m), por ejemplo. Se trata de un vehículo 100% eléctrico y cero emisiones. Se puede circular con él sin restricciones. Las entregas a clientes en España ya han comenzado.


2. Sin apenas botonería interior. Una de las sorpresas nada más abrir la puerta del coche y acceder a su interior es la ausencia de botonería. Una gran pantalla central de 15 pulgadas domina el habitáculo, con un salpicadero despejado, que solo luce una banda decorativa de puerta a puerta. Es más, el volante, muy simple a nivel estético, parece sacado de los años 90, con solo dos botones. La dictadura del mundo táctil se impone: desde la regulación de la calefacción, el volumen de la música, y por supuesto, la navegación.


3. Silencio de marcha y ausencia de vibraciones. Tal es el silencio de un vehículo eléctrico que por momentos un conductor primerizo no distingue si está encendido o apagado. Las vibraciones propias de un motor de combustión también desaparecen. Y lo mismo ocurre con los peatones, que no advierten de su presencia. De hecho, al poco de iniciar la marcha, tuve que frenar en la calle San Saturnino de Pamplona en dos ocasiones por este motivo para evitar riesgos.


4. Un reprís de infarto. Presenta una capacidad de aceleración mucho mayor que la de un vehículo de combustión. Es un sprinter en toda regla. Pisar el acelerador con contundencia es un ejercicio para osados. Acelera de 0-100 km/h en menos de 5 segundos. Entrando en la A-12 a la altura de Zizur, la espalda del conductor se pega al respaldo. Para conducir en ciudad basta con acariciarlo. El modelo probado, con el acabado Performance, dispone de una batería de 75 kWh y dos motores que ofrecen en total 462 CV.


5. Adiós al freno. Este Tesla dispone de dos pedales, acelerador y freno. El segundo de ellos está de adorno. Con el acelerador lo hacemos todo. ¿Por qué? Porque el Tesla retiene la marcha si levantamos el pie de acelerador. Es decir, si llegamos a un paso de cebra, basta con soltar el pie del acelerador y el coche para, como me ocurrió en los semáforos de Pío XII. Al principio, la sensación resulta extraña, pero la clave es encontrar el punto intermedio. En la práctica, el empleo del pedal del freno solo se requeriría para una situación de emergencia.


6. Muy fácil de conducir. El coche no se cala. Este Tesla es automático, es decir, no hay que engranar marchas ni pisar embrague. Y lo mejor es que es monomarcha, es decir, los motores simplemente entregan potencia sin saltar velocidades. Ya no pasa de primera a segunda y sucesivas. Una palanca tras el volante nos permite elegir entre modo directo, marchas atrás, modo neutro (punto muerto) y parking (estacionamiento).


7. Vida a bordo. El habitáculo es muy luminoso porque todo el techo es de cristal, protegido contra los rayos UV, laminado y templado. Las cinco plazas son aptas para viajes largos, y el espacio para las piernas satisfactorio. Lástima que los ocupantes de las plazas traseras apenas puedan meter las punteras de sus pies bajos los dos asientos delanteros: falta un poco de altura para que el confort sea total. Y para el conductor, el sistema Autopilot de conducción semiautónoma es un aliado. El vehículo rueda por sí solo por la Autovía del Camino, manteniendo la trayectoria en el carril y la velocidad. Ocho cámaras y sensores en todo su perímetro lo hacen posible. En teoría, puede detener el coche por sí solo si encuentra un obstáculo, situación que no se dio en la prueba.


8. ¿Dónde está el motor? Otra de las sorpresas de este vehículo es cuando se levanta el capó del motor y… no hay nada. Su espacio tradicional es ahora un pequeño maletero de 85 litros, como ocurría con los coches de antaño, que sirve para alojar un equipaje de mano, por ejemplo. El trasero ofrece una capacidad de 375. Curioso, dos maleteros en un coche. Y también monta dos motores, uno en cada eje, que no requieren del espacio de uno de combustión, porque carecen de aceite y de la mayoría de los filtros habituales. Son más pequeños. El gran reto de estos vehículos es el espacio de las baterías, en este caso ubicadas entre los ejes y en la parte inferior del coche, la más cercana al suelo.


9. Carga rápida en media hora. Con un cargador de carga superrápida, su puede completar hasta el 80% de la batería en media hora. Y según Tesla, el coste de una carga completa de más de 500 km de autonomía puede ser de entre 5 y 10 euros. El ahorro es considerable. El recorrido desde el Hotel Maisonnave hasta Astráin y retorno fueron 22 km, y se consumió una autonomía de las baterías de 38 km, según indicó el ordenador de a bordo del vehículo. Salvo un acelerón contundente, el resto de la marcha fue relajada. Es decir, la autonomía real en esta breve prueba es menor de la anunciada.


10. Inversión alta pero puede compensar. El Tesla básico cuesta 56.000 euros sin ayudas gubernamentales, pero puede compensarse por la reducción en el coste de mantenimiento y el repostaje. Ventajas fiscales en Navarra y el descuento gubernamental de 6.000 euros puede inclinar la balanza a favor del ‘sí’. Es cuestión de tirar de calculadora y el uso que se vaya a dar para decantarse por esta opción.

 

1. Porte elegante. El Tesla Model 3 es una berlina eléctrica de aire coupé de 4,69 metros de longitud. Es algo más pequeño que un Volkswagen Passat (4,77 m), por ejemplo. Se trata de un vehículo 100% eléctrico y cero emisiones. Se puede circular con

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