1979: las primeras mujeres ediles de los Sanfermines

El 3 de abril de 1979, Pamplona estrenó su voto en las urnas para elegir su corporación. 27 cargos electos por sufragio universal. Y, por primera vez, las voces femeninas entraron en ese puzle de partidos y consensos necesarios.

Mercedes Labayen (UPN), Maruja Oyaga (UCD), Camino Oslé (PSN), Elisa Chacartegui (UCD) y Camino Monasterio (HB). Ellas fueron las cinco primeras concejalas de la democracia. Con Julián Balduz (PSN) a la batuta, apenas tres meses después formaron parte de esa orquesta que coreó, más alto que nunca, unas fiestas 'sin igual'.

“Quedaba muy poco tiempo para que llegaran esas fechas, y todo el trabajo de esos meses se centró en crear unos buenos Sanfermines” que devolvieran a la ciudad esa alegría que le fue arrebatada el año anterior, relata Elisa Chacartegui. “Todos teníamos en la boca el recuerdo amarguísimo de los Sanfermines del 78 -que se suspendieron al morir el joven de Pamplona Germán Rodríguez por disparos de la policía-, pero también lo muy dulce que fue el San Fermín Txikito de aquel año”, recuerda Camino Oslé.

“Después de lo que ocurrido en el 78, todo el mundo pensaba que las fiestas de San Fermín se acababan ese año, que ya no iba a haber más. Pero las del 79 fueron maravillosas. Toda la ciudadanía se volcó en que fueran así”, prosigue la exedil de UCD.

La buena estructura administrativa de Pamplona y la disposición del nuevo gobierno también contribuyeron a ello.

<div class="tit_blue">EXPECTACIÓN POR SUS TRAJES</div> La tarde del 6 de julio desfilaron todas ellas, por primera vez, en Cuerpo de Ciudad. Ningún detalle de esa primera corporación se dejó para última hora. Desde que el Ayuntamiento comenzó con los preparativos de los Sanfermines, nada más formarse el gobierno, se pusieron con premura manos a la obra para que las cinco chicas contaran con un traje de gala acorde con lo que la situación requería y en igualdad de condiciones al frac y la chistera que vestían los hombres.

Lo diseñó el jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Balduz, Valentín Redín, inspirándose en los trajes tradicionales de ceremonia de los valles de Salazar y Roncal; y los confeccionó la modista María Dolores Garde.

Hoy, las ediles todavía lucen ese vestido de seda natural, con falda plisada, corpiño negro, blusa blanca y bordados burdeos. “A la gente le gustó muchísimo. Por la calle nos gritaban: «¡Qué guapas están las concejalas!»”, ríe Oslé.

Como sus trajes nuevos, también más allá de los Sanfermines había que crear una parte del engranaje de la ciudad desde cero. Chacartegui destaca de aquellos años la medida que impulsó de crear un centro de planificación familiar gracias, recalca, a la voluntad de las cinco mujeres del Ayuntamiento.

Además, en los cuatro años que se dedicó a la política local, hizo historia por partida doble. No solo perteneció a ese primer gobierno municipal democrático, sino que, dos años después, en 1981, fue la primera mujer en prender la mecha del chupinazo. Coincidió con sus 40 años de edad y con el 40 aniversario del cohete lanzado desde el balcón consistorial.

Por su parte, Camino Oslé remarca de los ocho años que estuvo en el gobierno municipal la creación de la Mancomunidad de Aguas de Pamplona y la puesta en marcha de los Servicios Sociales de Atención Primaria. Subraya, además, la buena relación entre las cinco concejalas de aquel momento: “Seguimos teniendo muy buena relación. Pese a nuestras diferencias políticas, nos poníamos de acuerdo y era muy agradable trabajar juntas”.

<div class="tit_blue">UN 'RIAU-RIAU' DE RÉCORD</div> “El tradicional 'Riau-Riau', que terminó con las Vísperas de San Lorenzo, estuvo lleno de alegría y sin tensión de ningún tipo, a diferencia de lo ocurrido otros años”, reza una crónica rescatada de un ejemplar de Diario de Navarra del 7 de julio de 1979. Fue el primer acto oficial con los nuevos trajes y duró cuatro horas y 25 minutos, batiendo así el récord de los años anteriores.

Camino Oslé reconoce que el Vals de Astráin se repitió aquella tarde hasta el infinito “por pura fiesta”, con una temperatura “¡de 40 grados!”, subraya Chacartegui. “La gente se acercaba a felicitarte y a bailar contigo. Fue muy divertido pero agotador. Todos nos despendolamos, te venían con champán fresquito y, claro, llegamos a San Lorenzo un poco tocados”, recuerda Oslé con una sonrisa.

Este año también tienen un motivo para brindar con cava: Los del Bronce han otorgado a estas cinco pioneras el Premio Festa como reconocimiento al papel protagonista de la mujer en los Sanfermines desde la esfera política.

Elisa Chacartegui reconoce que la figura de la mujer en las fiestas “no ha cambiado en nada. Antes no figurábamos en los actos oficiales y ahora sí, pero la mujer siempre ha formado parte de la fiesta de la misma manera que los hombres”.