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El Rincón

El reto de crear empleo, de Ione Belarra a Mercadona

La riqueza la crean los empresarios, los autónomos y los emprendedores en forma de empleo e impuestos. ¿Quién si no?

Ione Belarra visitó esta semana el mercado de Puente de Vallecas con el candidato de Podemos a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor Alberto Ortega

Hay muchas maneras de meter la pata y ocasiones estupendas para estar callado. Y hay quien no reconoce ni unas ni otras cuando las tiene delante. La ministra de Derechos Sociales Ione Belarra, diputada por Navarra y secretaria general de Podemos, ha protagonizado la semana con una perla dialéctica, calificar al dueño de Mercadona, Juan Roig, como “capitalista despiadado” por la subida de precios de los alimentos. 

Un intento (baldío) por demonizar a un empresario tan reconocido supone, para empezar, tirarse piedras contra su propio tejado. Desde su ministerio, Belarra se encarga de repartir para política social lo que primero otros se encargan de crear, la riqueza. Esa que generan los empresarios, los autónomos, los emprendedores en forma de empleo e impuestos. ¿Quién si no?

Pinceladas para el empleo. Estos mismos días hemos conocido los datos de la EPA, una encuesta que es un cuadro general del empleo recogido en varias pinceladas. Y la EPA indica que en Navarra se ha seguido creando empleo en 2022 a pesar de todo: 5.200 nuevos ocupados para llegar a las 293.100 personas con trabajo. Es la parte buena en un año convulso. Eso sí, faltan por conocer las “tripas” de la cifra para calibrar la calidad del empleo creado; los salarios reales, los fijos discontinuos, la presencia del sector público, etc...

En cualquier caso, la economía Navarra ha crecido incluso por encima de las previsiones del Gobierno foral. Un 4,3% en 2022, tres décimas más de lo esperado gracias a la recuperación tras la covid de la industria y de los servicios, con un frenazo de la construcción en la segunda mitad del año. De hecho el año ha ido de más a menos.

 Buen cierre. Para el año en curso el Ejecutivo foral espera un 1,4% de crecimiento, un parón muy importante por tanto, pero lejos también de la temida recesión. El año se espera, al revés que el anterior, que vaya de menos a más a pesar si nada se tuerce en un mundo plagado de incertidumbres.

Y la tasa de paro. La pintura de la EPA también añade otro brochazo menos luminoso. Señala que, pesar de todo lo anterior, el paro crece en la Comunidad foral, sobre todo en los últimos meses, dado que aumentan mucho más el número de personas en disposición de trabajar que el empleo generado. Eso hace que crezcan en 1.100 los parados este año hasta sumar 32.900. 

Y que la tasa de paro de Navarra suba hasta el 10% y sea ya “sólo” la sexta más baja entre comunidades cuando históricamente siempre hemos ocupado puestos mucho mejores en la clasificación. Tienen la tasa de paro más baja en estos momentos La Rioja, País Vasco, Castilla y león, Aragón y Cataluña. Mal dato.

Y nos falta un diagnóstico compartido sobre un fenómeno difícil de explicar. Como es posible que en una comunidad pequeña convivan casi 33.000 parados con numerosos puestos de trabajo que las empresas no pueden cubrir. Se ha hablado de más de 3.000 plazas en sectores concretos: agricultura, hostelería y construcción. Falta formación e idoneidad, seguro. Salarios atractivos, también. Pero hay muchos otros factores que tienen que ver con los valores de la sociedad y que están en juego.

Creadores de empleo. Lo único claro es que nos faltan creadores de empleo. Gente dispuesta a arriesgar para crear negocios y empresas, algo que no es ni fácil ni mucho menos cómodo. De hecho, escasean los candidatos. Admitamos que el común de los mortales preferimos ser empleados por cuenta ajena y si es ser funcionario, ya ni te digo. Y por algo será.

Para que luego venga la ministra Ione Belarra y se quede tan pancha descalificando a Juan Roig de forma chusca y radical. Seguro que el empresario habrá cometido errores en su vida (como todos), pero negarle el valor que tiene su aportación fundamental como generador de riqueza colectiva es un despropósito.

 Y si viene de una ministra dice mucho, además, del concepto que tiene Belarra de cómo debe aportar al país. Cuando el número de parados ha vuelto a superar los tres millones en España, resulta un puro disparate poner verde justo a un empresario que ha generado 95.000 empleos fijos en España y Portugal, pagando unas retribuciones dignas y en un sector con márgenes discretos. Pero claro, ese es un caldo de cultivo ideológico radical del que creíamos haber salido, pero que nos devuelve al pasado más oscuro. Así nos va.

Hay muchas maneras de meter la pata y ocasiones estupendas para estar callado. Y hay quien no reconoce ni unas ni otras cuando las tiene delante. La ministra de Derechos Sociales Ione Belarra, diputada por Navarra y secretaria general de Podemos, ha

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