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Ingeniera Industrial confundadora de IAR

Ana Monreal Vidal: "¿Cómo está Navarra en digitalización del 1 al 10? Diría que en un 5 o un 6”

Con solo 8 años de vida, la firma iAR emplea a 30 personas, la mayoría ingenieros informáticos, y prevé facturar este año un 20% más que en 2011 (1,2 millones). Su cofundadora y directora de operaciones, Ana Monreal, ha sido premiada por Diario de Navarra y Caja Laboral. Afirma que a la industria, y más con la actual coyuntura, le toca “ponerse las pilas”

Ana Monreal, con unas gafas de realidad aumentada J.C. CORDOVILLA

Cuando se acude a una empresa para entrevistar a una ingeniera industrial, cofundadora de una tecnológica derealidad aumentada, sorprende descubrir un pequeño museo de antigüedades. Una máquina de escribir centenaria y videojuegos de los años 80 conviven con ingenieros informáticos dedicados a digitalizar empresas. Pasado y futuro juntos en la misma sala. Pero, de alguna manera, así es la realidad aumentada, una ‘fusión’ que resulta de trasladar el mundo real a un dispositivo tecnológico al que se añade información virtual. La pamplonesa Ana Monreal Vidal es la directora de operaciones de Industrial Augmented Reality (iAR), una empresa nacida en 2014 y con una proyección tan positiva que, en este momento, emplea a 30 personas y que cerró 2021 con una facturación de 1,2 millones de euros. En la cartera de iAR figuran unos 30 clientes. Entre ellos, algunos tan destacados como Volkswagen, Florette, y la francesa EDF. La charla con Ana Monreal le dibuja como una mujer expresiva, ágil, metódica y afable. Físicamente, menuda, de ojos vivarachos y sonriente. Ahí, con sus 38 años, ha recibidotres premios: mejor ingeniero por el Consejo General de Ingenieros Industriales (2019), la Cruz de Carlos III del Gobierno de Navarra (2020) y Valientas de Diario de Navarra y Caja Laboral (abril 2022).

38 años, tres galardones a su persona y una decena a la empresa. ¿Se acostumbra una a que le premien?

Entiendo que no, porque cada premio es una sorpresa.

Dicen que el halago en exceso debilita.

A mí me ocurre al contrario. Cada premio, que para mí también premia al conjunto de mis compañeros, es una especie de reto, de decir: ¡Tendré que estar a la altura!

Seguro que le felicitan mucho. ¿La gente suele entender a qué se dedica?

Ufff. En general es complicado entenderlo. Si digo que a la realidad aumentada no se entiende. Si digo digitalizar, poner un proceso de una empresa en el ordenador, alguien dice: ¡Si ya tengo un excel! La palabra más adecuada es optimizar, porque no solo digitalizas un proceso, sino que así revisas cómo lo haces y, muchas veces, reducir etapas.

¿Y cómo lo explica de forma sencilla?

Con ejemplos visuales. Digo que eliminamos los procesos engorrosos del día a día de cualquier técnico, mando intermedio en un proceso para que todo eso que, desde hace 30 años o más, se hace de forma manual se haga automáticamente. Por ejemplo, un albarán, que lo coges, escaneas, etc. O un técnico de mantenimiento que coge el móvil y, simplemente por saber dónde está y quién es, porque se ha registrado antes, tiene todo los datos de lo que ocurre en un proceso.

Entiendo: acortar pasos, mejorar procesos. Al final, aumentar la eficiencia. ¿A costa de empleos?

No. Si un proceso que hace una persona lo automatizas, lo primero que piensas es que esa persona sobra. No. Como la empresa tiende a crecer, lo que haces es reubicarla en tareas que, de verdad, te aportan un valor para crecer y que son más motivadoras para el empleado que pasar el día rellenando informes. La digitalización reduce las tareas que no aportan ningún valor añadido.

¿En qué punto de digitalización está la industria navarra?

Pues tenemos mucho trabajo por hacer.

¿De 1 al 10?

Siendo optimista, un 5 o 6 y no sé si el suspenso en algunos casos. Bueno, según empresas. Estamos un poco verdes, muy poco digitalizados, pero que se están haciendo cositas. En concienciación estamos ahora mucho mejor que hace dos años. De Europa vienen muchos indicadores e iniciativas que hacen que ahora nos replanteamos en serio esa digitalización.

Sí, pero con la actual coyuntura, se puede imponer la prudencia en las empresas, ¿peligran las inversiones?

Noto que a las empresas les cuesta invertir en digitalizar pero porque muchas veces no saben evaluar qué les va a reportar. Y eso que, en muchos casos, es algo muy cuantificable, fácil analizar el ahorro.

Para esa labor estarán los asesores...

Es que hay campos de inversión que son fáciles, o está bastante trillado, ver la rentabilidad o la tasa de retorno. Por ejemplo, en fotovoltaicas: sabes cuánto vale la energía, cuánto es la inversión y haces un cálculo. En esto, es más relativo. Nosotros, cuando lo intentamos vender, decimos: ¿cuánto tiempo en horas te está costando esa labor en la que luego no vas a invertir? Ojalá pudiéramos hacer una oferta y decir: mira, en tantos años, lo recuperas. Pero, para ese análisis, tendríamos que saber otros factores de la empresa.

Siempre que se habla de la industria en Navarra se saca pecho. ¿No cree que, de alguna manera, estamos viviendo un poco de las rentas del pasado?

Creo que está habiendo ahora nuevas empresas bastante potentes que están surgiendo que no son rentas del pasado. Al final, tenemos una industria que, con los años, la hemos hecho muy robusta y eso nos permite tener ahora un tejido industrial potente, pero es el momento de ponerse las pilas porque hay una coyuntura que está cambiando mucho. ¡Igual tenemos respuesta a su pregunta en los próximos meses…!

¿A qué se refiere?

A que todo está cambiando tanto...La guerra, la pandemia... Estamos en una época donde de aquí a seis meses no sabemos qué pasará. Y tendremos que reaccionar rápido.

¿La automoción dejará de ser el primer motor de la economía navarra?

En el corto plazo, no, pero poco a poco hay otras potencias. ¿Cuáles? La energía. El problema es que a nivel energético y de energías renovables Navarra ha sido muy fuerte y, ahora, esa industria se la están llevando los alemanes. Acciona pasar a ser una parte Nordex y Gamesa, que ha surgido aquí, pasa a ser Siemens. ¿Qué va a ser de esto? No sé.

¿Ve otra industria con potencial?

Me gustaría que Navarra fuera puntera en inteligencia artificial, un ámbito que comienza a ser muy potente. Estamos todos metiéndonos ahí . Se está apostando mucho.

Para que florezcan con fuerza esos nuevos ámbitos hay que tener un ecosistema administrativo y fiscal adecuado. Nueve colegios profesionales y 4 entidades reivindican que se agilicen los plazos administrativos.

En el ámbito de inteligencia artificial se están haciendo cositas. De hecho, se ha lanzado el Centro de Investigación de Inteligencia Artificial de Navarra. En el tema administrativo burocrático hay mucho por hacer. Nos llevan las gestiones unos asesores, pero tenemos proyectos muy chulos que se han parado por tema administrativo y burocrático. Además, se sabe que tienen interés. Son convocatorias del Gobierno de Navarra y uno está parado a la espera de que se acepte. Una pena, un trabajo superinteresante, colaborando con gente y que esté parado no se entiende. A nivel de proyectos, es muy lento.

Su empresa arrancó en tema de metal, pero ha dado el salto a la agroalimentación.

Sí, somos transversales. Lo que más hemos hecho en agro son, sobre todo, análisis, el plan de transformación digital (PDT) que, básicamente, es ir a la empresa, analizar y hacer un montón de preguntas a los trabajadores para luego recomendar qué tendrían que atacar primero. Lo hemos hecho en unas quince de empresas de la mano de Nagrifood. Por ejemplo, los ‘cheklist’ (verificación) es uno de los ámbitos donde es fácil de implantar, tenemos un software estándar. En temas de calidad suelen ser típicos.

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¿Haciendo preguntas a los trabajadores?

Es que la digitalización tiene que venir de la mano de la gente que la va a usar. No de la gente que la está definiendo en un despacho. Uno puede pensar que una aplicación hecha de una manera es perfecta pero luego un trabajador te dice: yo no hago así el proceso. Ellos te van a dar el feedback de los puntos más prioritarios que hay que atacar, de cómo realizan las cosas y van a ser partícipes de la definición porque el objetivo de todo esto es ahorrar trabajo, no dar mas trabajo.

De 200.000 euros en 2017 al millón en 2019. ¿Cuánto prevén facturar este año?

El año pasado cerramos en 1,2 millones y este prevemos aumentar un 20%.

¿Dónde tiene el techo iAR?

No nos ponemos techo. Nos ponemos la condición de crecer de forma controlada, porque nos da mucho miedo crecer de manera que se pierda calidad a la hora de ejecutar, nuestros valores y trato con el cliente.

¿Han recibido alguna oferta tentadora?

Nos han contactado en más de una ocasión, pero se ha quedado ahí. Nunca hemos tenido una oferta firme encima de la mesa. Ahora mismo, desde iAR tenemos la empresa Smart Leon Solutions, con ACPM como socio al 50%, y que comercializa soluciones con la metodología lean manufacturing. Está resultando muy atractiva. Hace poco fue elegida por una revista de EE UU una de las cinco mejores empresas mundiales de aplicaciones de leen. Este año queremos potenciarla.

¿Qué piensa cuándo mira hacia atrás?

¡Madre mía el día en que nos metimos en esto! Pero lo miro con cariño.

¿Qué le diría hoy a su yo del pasado?

¡Paciencia Ana, que todo va a salir bien!

Además de echar a volar Smart Leen Solutions, ¿qué más proyectos tienen encima de la mesa?

Estamos potenciando el área de inteligencia artificial, que es el siguiente paso de la digitalización. Hemos cogido ahora a un chico y hay varios proyectos de ese ámbito, de predicciones, de sistemas de recomendaciones. Por ejemplo, el proyecto IA Food, con varias empresas del ámbito agroalimentario y CNTA. Es un proyecto estratégico del Gobierno de Navarra que acaba en noviembre y estamos en los últimos coletazos y viendo cómo comercializarlo.

JP Morgan ha dicho que nos preparemos, que viene un huracán económico. ¿Se ve algún mal viento?

A nivel empresarial, de momento, no vemos, pero preocupa porque, al final, tal y como está todo el tema de suministro de material va a haber algún momento que les afecte a las empresas con las que trabajamos. Me preocupa la incertidumbre porque nos genera más incertidumbre todavía.

¿Qué escenarios pueden darse en su empresa?

Uno, que de repente que se potencie esta parte de digitalización y llegue el momento de adaptar el tamaño del equipo para abordar todos los proyectos. O, por el contrario, que se paralice todo esto, aunque creo que en corto plazo a nosotros no nos va a afectar, pero no lo veo claro.

¿Y cómo ciudadana, qué le preocupa?

Me preocupa mucho todo este aumento de precios, que no sé hasta qué punto se refleja en los aumentos salariales. No sé si va a haber muchas diferencias sociales. Lo de la gasolina me horroriza, que es algo que todo el mundo necesita para desplazarse. Y eso se refleja en alimentos también. Preocupa porque no sabes hacia dónde va a haber. Es una preocupación desde el punto de vista social.

Cuando se acude a una empresa para entrevistar a una ingeniera industrial, cofundadora de una tecnológica de realidad aumentada, sorprende descubrir un pequeño museo de antigüedades. Una máquina de escribir centenaria y videojuegos de los años 80 con

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