El presidente de Viscofan dice que la alta fiscalidad repele al talento

“Soy heterosexual, me gustan los viajes, soy cazador y me gustan los toros”, afirmó este martes el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma, como carta de presentación en el inicio del desayuno de trabajo DN Managment al que asistió como protagonista. Sin pelos en la lengua, De Ampuero y Osma encandiló a un nutrido público entre el que se dejaron ver algunos de los representantes empresariales más influyentes de Navarra, como el propio presidente de la Confederación Empresarial de Navarra (CEN), Juan Miguel Sucunza, o el presidente de la Asociación Clúster de Automoción de Navarra (ACAN), Roberto Lanaspa.

El evento, celebrado en el hotel Tres Reyes de Pamplona y patrocinado por Caixabank y Cistec, también contó con la asistencia de miembros del Gobierno de Navarra, que estuvo representado por el consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa; la directora general de Política de Empresa, Proyección Internacional y Trabajo, Izaskun Goñi; y el director general de Telecomunicaciones y Digitalización, Guzmán Garmendia; así como del alcalde de Pamplona, Enrique Maya; y el expresidente del Gobierno de Navarra Miguel Sanz. La presentación del invitado corrió a cargo de la directora territorial del Ebro de Caixabank, Isabel Moreno, aunque correspondió a la responsable de comunicación del grupo La Información, Belén Galindo, dirigir la conversación con el presidente de Viscofan.

La confesión inicial de De Ampuero y Osma fue toda una declaración de intenciones de lo que se avecinaba, ya que no se anduvo con medias tintas al abordar cuestiones de actualidad tanto de dentro como de fuera de la empresa. Antes de entrar en materia, aprovechó la ocasión para poner al día a los asistentes de algunos de los indicadores más relevantes de la empresa que preside, de la que afirmó que era la compañía “más desconocida del Ibex 35”. El invitado al desayuno de trabajo explicó que Viscofan era “líder mundial en envolturas cárnicas”, algo de lo que “pocas empresas españolas pueden presumir”. Con unas ventas anuales que alcanzan los 950 millones de euros, su cuenta de resultados arroja unos beneficios de 130 millones y suma una plantilla de 5.000 personas repartidas entre 20 fábricas de 19 países.

La fórmula del éxito de Viscofan, según recalcó De Ampuero y Osma, radicaba en la estrategia de “endeudamiento cero” y en tener fábricas para atender la demanda en cada uno de los mercados en los que tienen presencia. Tras describir un panorama “poco optimista” para la economía española en general y la navarra en particular, culpó a los políticos de ser incapaces de transmitir a la ciudadanía la urgencia del momento y animó a la sociedad a “ponerse las pilas” para “darle la vuelta a la situación”.

En un contexto de competencia global para atraer inversores a proyectos industriales, no dudó en afirmar que, de cara al exterior, España y Navarra ofrecen “una mala foto”. Concretamente, denunció la dificultad para “atraer talento” a la Comunidad foral debido a unos impuestos sobre el patrimonio y la renta que calificó de “disparatados”. En el caso de la fiscalidad sobre sociedades, precisó que la presión era “razonable”, aunque solo para aquellas empresas que “conocen la letra pequeña” para acceder a ayudas y subvenciones.

El presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma, tenía meridianamente claro que la decisión de Volkswagen sobre el coche eléctrico “la van a tomar en Alemania”, país que no va a consentir que se cierre una fábrica para favorecer intereses de terceros como la planta de Pamplona. “Cuando no tenemos ni baterías, ni materiales para fabricarlas, ni el centro de decisión para hacer los coches eléctricos, cuidado con cometer el error de cerrar Landaben”, advirtió en referencia a las prisas para dar carpetazo a los vehículos con motor de explosión.

Aunque reconocía que las nuevas generaciones llegan delas universidades y la Formación Profesional “mejor preparados que nunca”, el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma, lamentó “la falta de motivación” entre la juventud, en especial a la hora de salir a trabajar fuera de España por temporadas: “Se nos raja mucha gente que entra en Viscofan con mucha ilusión y, cuando llega la hora de la verdad, te viene que si el txoko, los amigos o la novia..."

Una de las fortalezas de las que presumió el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma, de la estrategia empresarial que han sostenido en el tiempo ha sido “producir siempre cerca del cliente”. Una decisión que consideró “acertada” a la vista de los resultados ahora que las cadenas de suministro global están mostrando sus flaquezas. “Hay una clara tendencia a que las empresas no pueden tener a los suministradores a 10.000 kilómetros de distancia y depender de gobiernos que te pegan un tornillazo en cualquier momento”, alertó al público.

Dentro de las apuestas de futuro de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma mostró su confianza en el hidrógeno verde ante los problemas que acarreaba depender energéticamente de los países del norte de África. No obstante, pese a asegurar que en toda su carrera siempre ha sido consciente de la necesidad de defender el medioambiente y la sostenibilidad, se mostró muy crítico con el riesgo de que Europa se convierta en el “adalid” contra el cambio climático, una cuestión que consideró “secundaria” frente a otras más prácticas, como combatir la polución en los ríos.

Favorable al impulso para reindustrializar la economía española, el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma, advirtió de que no será tarea fácil y que dependerá en gran medida de iniciativas nacionales. En ese sentido, censuró el elevado precio de la electricidad “fruto de errores que se han ido acumulando en los últimos años” que está lastrando la rentabilidad. Para solucionarlo, sugirió al conjunto de la sociedad la necesidad de hacer “un esfuerzo extra” para “espabilar” y planteó que “igual no hay que trabajar seis horas sino nueve”.