Alfredo Morales, presidente del comité de VW Navarra: "La fábrica de baterías implica 500 empleos y 300 millones de inversión"
La victoria electoral de UGT en las elecciones sindicales en Volkswagen Navarra ha vuelto a poner al frente del comité a Alfredo Morales, que encadena así su tercer mandato en plena vorágine de la reconversión del sector del automóvil hacia la electromovilidad y todo lo que ello implica.
- Carlos Lipúzcoa
Tras una incontestable victoria en las últimas elecciones sindicales en Volkswagen Navarra, en las que UGT obtuvo su mejor resultado histórico con trece representantes, Alfredo Morales Vidarte (Pamplona, 1971) acaba de ser reelegido como presidente del comité para los próximos cuatro años. Al frente de la representación social de la mayor empresa industrial en Navarra desde 2014, les ha tocado bregar en varios de los momentos más convulsos que ha vivido la factoría de Landaben en su historia, como la pandemia de la covid, la reconversión hacia la electromovilidad y los problemas de suministro de piezas.
Los trece delegados es el mejor resultado logrado por UGT, ¿satisfecho?
Más allá de los votos o los delegados, lo más evidente que es que la plantilla ha vuelto a confiar en la UGT para liderar este proceso de cambio hacia el coche eléctrico, que tampoco va a ser fácil. Encadenar tres mandatos consecutivos y que encima hayamos subido un delegado es muy satisfactorio, pero también hemos tomado nota de que la plantilla nos ha dado un pequeño toque de atención.
¿Se refiere a la pérdida de votos?
Nos lo tomamos como una advertencia de que quizás estábamos descuidando alguna cosa y tenemos que prestarle más atención. Ya estamos trabajando internamente para corregirlo.
¿Se ha reconducido también el diálogo con el Gobierno de Navarra?
Hemos pasado por muchos estadios. Hubo una fase de incomprensión cuando en marzo de 2021 tuvimos que reclamar la atención porque veíamos lo que nos venía encima. El grupo hizo un cambio importante con la estrategia de la península ibérica y eso iba a tener consecuencias sobre Volkswagen Navarra.
¿Qué pasó?
Se nos dijo que teníamos que trabajar con discreción y eso no nos gustó porque sabíamos que lo que había que hacer era precisamente lo contrario. Mi opinión es que el Gobierno de Navarra se dio cuenta de que era mejor ir juntos. Debo reconocer que, con María Chivite a la cabeza, se ha trabajado para que restablezcamos la necesaria coordinación. Las últimas decisiones que del Ejecutivo van en la línea correcta.
El comité ha reclamado a los gobiernos en Navarra y España que promuevan una moratoria de la nueva norma anticontaminación Euro 7. ¿Será eficaz?
La normativa Euro 7, que entra en vigor en junio de 2025, no solo interviene en las emisiones del motor, sino también sobre los neumáticos y los frenos. El grupo Volkswagen ya ha dicho que no va a invertir en esa mejora básicamente porque no resulta rentable, lo que significa que habría que dejar de producir de golpe todos los coches de combustión y sufrir una parada de casi un año hasta que comenzara el lanzamiento del primer eléctrico en 2026. Tal vez Volkswagen pueda aguantar ese paréntesis, pero no los proveedores. Necesitamos una moratoria de uno o dos años para evitar lo que podría convertirse en una catástrofe.
¿Hay noticias de la fábrica de montaje de paquetes de baterías?
Volkswagen Navarra ha presentado un proyecto muy viable tanto en lo económico como lo industrial y social. Lo que da futuro a un proyecto industrial es el valor añadido que aporta y esta fábrica de baterías contribuye a ello de forma decisiva. Es el núcleo del vehículo eléctrico.
Se baraja que podría conllevar unos 300 puestos de trabajo.
Más aún. Significaría generar en torno a 500 empleos y suponer una inversión de alrededor de 300 millones de euros. Ocuparía unas dimensiones equivalentes a dos talleres de montaje, para hacerse una idea de su importancia para nosotros.
¿Y cuándo habrá respuesta?
En este proceso de reconversión no estamos solos. Hay que contar con los competidores con los que nos ha puesto el grupo de una forma que, en mi opinión, en muchas ocasiones es injusta y que puede resultar perjudicial para los intereses de Landaben.
¿Puede concretar más?
Me refiero, por ejemplo, a la adquisición de una nueva prensa para la fábrica. Las que hay ahora no son suficientes para hacer todas las piezas del coche. Todos pensábamos, yo particularmente el primero, que no iba a haber ninguna duda en cuanto a que esa prensa se trajese aquí, pero de repente alguien dijo en otra comunidad que también podían hacerlo ellos.
La famosa estrategia para la península ibérica, ¿no?
Nos meten en una competencia con compañeros que, al final, nos genera sobreesfuerzo e incertidumbre.
¿Está pasando lo mismo con la fábrica de paquetes de baterías?
El grupo está viendo qué le ofrecen las dos plantas y ahora estamos en esa plena competencia con el tema de la fábrica de baterías. No entenderíamos que esta fábrica no se instalase en el interior de Volkswagen Navarra, pero menos aún que se hiciera en una comunidad que no fuese la nuestra.
¿Hay fechas para una decisión?
El grupo no se ha pronunciado. Entre abril y mayo se despejarán muchas de las incógnitas y dudas que tenemos hasta ahora.
¿Es Martorell el principal competidor?
Esa fábrica parte de una realidad muy diferente a la nuestra. Todavía no nos ha explicado nadie la posición de Volkswagen Navarra dentro de esa estrategia de la península ibérica. Estoy muy preocupado porque no sé qué tipo de decisiones se van a tomar, dónde se van a tomar y, cuando pase cualquier circunstancia, a quién acudir.
Pero el grupo no deja de hablar de aumentar la colaboración entre las fábricas.
El problema es que todo lo que hasta ahora nos ha servido para ser lo que somos, es decir, productividad, calidad o rentabilidad, pase a otros parámetros.
¿Ya no cuenta la reputación?
Debería contar, pero estoy convencido que no está siendo así. Volkswagen Navarra ha dejado de ser la planta que hacía en exclusividad los vehículos pequeños de la marca Volkswagen para Europa y hemos pasado a compartir una parte de nuestro producto.
¿Qué se puede hacer?
La principal arma que tenemos es mantener nuestra identidad, que es ser los mejores en lo que hacemos. Estoy convencido que si continuamos así, el grupo lo va a reconocer de nuevo. Tenemos que volver a ser la fábrica líder de los vehículos pequeños de la marca Volkswagen para Europa.
¿Está en peligro el parque de proveedores?
Llevo tiempo advirtiéndolo. Las decisiones ya se están tomando y algunas de ellas nos han afectado de forma negativa. Voy a poner un ejemplo concreto. Hace poco se adjudicó el servicio de carretillas elevadoras. Hemos pasado de una empresa afincada aquí de muchos años a otra de fuera de Navarra. Lo único que se ha valorado es el tema económico y hemos salido perjudicados porque se nota en el material que se emplea. Y si esto sigue en esa misma línea, nos puede pasar con otros proveedores.
¿Posibles soluciones?
Queremos que nuestro parque de proveedores se mantenga, como mínimo, tal y como lo tenemos ahora. Son empresas que tienen una trayectoria y una experiencia, sin olvidar a su personal y la inversión que llevan hecha. Quiero alzar la voz y exigir al grupo que, en este tipo de decisiones, se tenga en cuenta la opinión de Volkswagen Navarra como prioritaria y fundamental.
El actual presidente de Volkswagen Navarra, Michael Hobusch, llegó con el discurso de estrechar las relaciones con Martorell. ¿Cómo valora sus primeros meses como máximo responsable de la empresa?
La comunicación funciona muy bien. Es un director accesible y está a la altura de la exigencia que tenemos. Por varias actuaciones que ha tenido últimamente, puedo decir que Hobusch está haciendo una apuesta clara por Volkswagen Navarra. Estoy seguro que va a hacer cosas muy buenas por la fábrica.
¿Alguna otra cosa que le quite el sueño?
Es muy importante que se consolide definitivamente el actual formato del contrato de relevo, que es clave para rejuvenecer nuestra plantilla. Las informaciones que nos llegan estos días es que las negociaciones van en buena línea. Hemos tenido ocasión de estar con los partidos políticos en la comisión de Industria y todos están de acuerdo en que este contrato de relevo adquiera carácter permanente. Eso nos da a cierto optimismo de cara a hipotéticos vaivenes electorales.
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