Sakura, el nuevo restaurante buffet japonés

Es un restaurante que te transporta al Japón tradicional, a los pisos con tatami, puertas fusuma y mesas bajas zen. El Sakura abre este jueves sus puertas en el polígono de Mutilva Baja, cerca del colegio Luis Amigó. Toma el relevo del Wok Iruña que se inauguró en 2012 y cesó su actividad al inicio de la pandemia. Aunque sigue siendo un restaurante oriental, ha cambiado de dueños, de nombre y de estilo.

Sakura significa cerezo en flor. Sus propietarios vienen de Vitoria, donde se dedican a la hostelería desde hace más de una década. En marzo abrieron el Taiwan Bubble Tea en el paseo Sarasate de Pamplona, especializado en los tés con burbujas y el sushi. Y ahora es la puesta de largo del Sakura. Esperaban haberlo inaugurado cuando los cerezos florecen, pero no ha sido posible debido a la pandemia. "Ha sido complicado porque se trata de un restaurante de 1.800 metros cuadrados. Hemos cambiado totalmente la decoración interior y exterior. Hemos cuidado cada detalle para que el cliente tenga una experiencia distinta, disfrute de la comida en un ambiente especial. Estamos muy ilusionados y confiamos en que todo vaya bien", explica Luis Tzen, uno de los socios.

El Sakura ofrece un menú buffet, con tres modalidades: mediodía entre semana, noches entre semana y noches el fin de semana. Cada uno de ellos tiene su precio y su variedad de platos: 150 al mediodía y 200 a la noche. Suschi, arroces, ramen, tallarines, gyozas, rollitos, frituras, tempuras, yakis, nigiris, sashimi, tatakis... pero también algunos más accidentales como entrecot y cordero a la plancha. La bebida y el postre van a parte y para evitar abusos se penaliza con tres euros cada plano no consumido. No obstante, también existe la posibilidad de comer a la carta. 

Luis Tzen explica que es un modelo buffet que está funcionando muy bien en otras ciudades españolas. "Aquí hay ya mucha cultura de sushi y de cultura japonesa y creemos que puede tener éxito", añade.

Una de sus originalidades son los cuatro apartados que recrean los comedores japoneses, con tatami, mesas y sillas bajas y paneles japoneses. Llevan los nombres de Tokio, Hokkaido, Osaka y Kioto. "Debido a las restricciones, ahora van a ser para cuatro personas", comenta Luis. Sin embargo, tienen una pequeña trampa para que los comensales no tengan que comer sentados en el suelo: la mesa está dentro de un agujero. Los dueños del Sakura no descartan replicar este modelo en otras ciudades. "Pero de momento, vamos a centrarnos en hacerlo lo mejor posible aquí en Navarra", concluye.