Loading...
Navarros globales

Una pamplonesa, analista de riesgos para Meta en Dublín

Tras año y medio en un supermercado, hizo las maletas y se marchó a Dublín. Encontró trabajo enseguida porque, asegura, en la ciudad hay más oportunidades laborales para los jóvenes

Inés Arreche en los acantilados irlandeses de Cliffs of Moher. CEDIDA

Irlanda la sorprendió. Inés Arreche Castellanos llegó al país en mayo de 2021, con “ninguna esperanza” y sin contrato. La decisión de mudarse la tomó en poco tiempo. Dejó su trabajo en un supermercados de Mercadona en Navarra en abril y preparó sus maletas, asesorada por una compañera de la universidad. Ahora, a sus 25 años, Arreche se siente satisfecha. Desde hace seis meses tiene un empleo en la sede central de Accenture, en Dublín, en el que analiza los riesgos financieros para Facebook Ads, la plataforma de anuncios de la red social de Meta.

“Estaba muy quemada, muy harta; en España no había nada, en Pamplona, ya ni te cuento. Una amiga mía de la carrera, venezolana-irlandesa que ha vivido en Irlanda toda la vida, me dijo: ‘Ven, aquí hay trabajo, tienes que salir de esa nube negra en la que estás’”, relata la joven. Arreche fue de las ‘esenciales’ durante los meses de confinamiento del primer estado de alarma. La experiencia, explica, fue muy dura, “un bofetón de realidad”. Había llegado al establecimiento medio año antes.

Graduada en Relaciones Internacionales por la Universidad de Navarra en 2019, al terminar sus estudios Inés Arreche se sentía “muy perdida” porque no tenía claro su siguiente paso: “Para mi carrera, al ser tan general, está muy bien hacer un máster porque es como que te especializa en algo, pero no sabía en qué. En España el trabajo que había eran prácticas mal pagadas o de cualquier otra cosa”. Pasado el verano, empezó en el supermercado y se quedó en el puesto durante año y medio. Hasta que decidió poner fin a la frustración que sentía.

UNA CIUDAD ACOGEDORA

Poco después de aterrizar en Dublín, la contrataron como vendedora en Zara. Pero apenas estuvo tres semanas. La habían aceptado en uno de los principales bancos irlandeses, el Allied Irish Bank (AIB), para el análisis de cuentas y la redacción de informes. Rodeada por oriundos del país, descubrió el modo de vida local. “Todo es como con más calma, el trabajo lo sacan igual de bien, pero no se agobian. También mi referencia era el Mercadona, que es uno parar; al principio me ponía nerviosa tener que esperar igual dos días para que alguien me firmara un documento”, recuerda.

A través de un amigo, también de Pamplona, solicitó un puesto en Accenture, donde ha seguido conociendo una cultura laboral distinta: “Dan mucha formación, están muy pendientes de ti. Están venga a decir que todo el mundo comete errores; casi nunca te echan la bronca, lo explican todo de un modo muy positivo y ayuda mucho a que te sientas segura haciendo el trabajo”.

Aunque le costó un par de meses acostumbrarse al acento irlandés, “muy cerrado”, Arreche -nacida en Gerona, pero criada en Navarra- se muestra contenta. El carácter de los irlandeses guarda similitudes con el español. “Son muy acogedores, enseguida te intregran, te presentan a amigos de amigos... Les va mucho la juerga, son muy disfrutones”, describe.

Sus compañeros, añade, en las dos empresas se han preocupado por que entendiese todo y estuviese cómoda, y le proponían planes fuera del trabajo. En Dublín es habitual el afterwork; al terminar la jornada laboral se reúnen en un pub para tomar algo o cenar. Está prohibido, apunta Arreche, hablar de trabajo. A menudo cuentan con actuaciones en directo, ya que hay “muchísima cultura musical”, con conciertos para todos los gustos que permiten hacer planes de interior. Es una capital lluviosa, “peor que Pamplona”, asegura Inés Arreche.

Cuando las nubes dan tregua, aunque haga frío montan en bici hasta los pueblos aledaños o preparan un picnic. La comunidad española en Dublín, detalla, es muy numerosa y en la ciudad hay muchos jóvenes, por lo que es sencillo formar un grupo de amigos. “Aquí apuestan por la gente joven, cuidan mucho al trabajador y hay mucha progresión de carrera. Tú eliges la empresa, es otra mentalidad; si no te gusta el trabajo, te vas, no es eso de que tienes que aguantar porque cuesta encontrar un contrato indefinido. Tienes otras ofertas”, explica.

Y los sueldos “van acordes” con el coste de vida. Porque una pinta de cerveza cuesta entre seis y siete euros y un café con leche, cerca de cuatro. Los alquileres rondan los 800 euros al mes: “Pagas una barbaridad por pisos que no merecen la pena: o muy pequeños o muy cutres o muy alejados del centro”. Pero en la balanza de Arreche, lo positivo supera con amplitud lo negativo, pocas esperanzas, aspirar a crecer dentro de la empresa y seguir aprendiendo, “como mínimo”, cinco años más.

DNI

Nombre: Inés Arreche Castellanos.

Fecha y lugar de nacimiento: 11 de julio de 1997, Gerona. Se ha criado en Pamplona.

Padres: Ignacio Arreche Goitisolo y Belén Castellanos Iglesias.

Hermanos: Gonzalo, 23 años, e Íñigo, de 18.

Estudios: Primaria y Secundaria y Bachiller en los colegios Miravalles-El Redín, y San Cernin. Grado de Relaciones Internacionales en Universidad de Navarra.

Lugar de trabajo: sede de Accenture, en Dublín (Irlanda).

Irlanda la sorprendió. Inés Arreche Castellanos llegó al país en mayo de 2021, con “ninguna esperanza” y sin contrato. La decisión de mudarse la tomó en poco tiempo. Dejó su trabajo en un supermercados de Mercadona en Navarra en abril y preparó sus m

Para leer este contenido exclusivo, debes tener una suscripción en
Diario de Navarra
Tipos de suscripción:
  • Web + app (0,27€ al día)
  • Versión PDF
  • Periódico en papel
Mereces información de calidad, sin límites