Los concesionarios piden otro Plan Renove navarro para reducir el C02
Abogan por impulsar la retirada de los vehículos más antiguos mientras se aborda la transición hacia la electrificación
Navarra puso en marcha en 2009 el primer plan autonómico de ayudas directas al sector de la automoción en España. Contemplaba la concesión de hasta seis millones de euros en ayudas para la sustitución de vehículos con un kilometraje superior a los 250.000 kilómetros o una antigüedad mínima de diez años.
Ahora, en plena transformación de la industria de la automoción hacia el vehículo eléctrico y conectado, los concesionarios piden compaginar la tercera edición del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible, el MOVES III, con una partida inicial consignada para la Comunidad foral de 5.573.749 euros y que se pondrá en marcha previsiblemente en el mes de julio, con otro Plan Renove navarro que permita acometer la transición hacia la electrificación del parque “de forma inteligente” y reduciendo el C02, una medida que ya ha adoptado el Ejecutivo vasco.
Recuerdan los concesionarios que el gran problema de las emisiones deriva de la elevada antigüedad del parque automovilístico español, con una media superior a los 12 años, y que también se puede reducir el C02 con un plan de achatarramiento del parque automovilístico.
Así lo pusieron ayer de manifiesto tanto Gerardo Pérez, presidente de la asociación que los agrupa a nivel nacional (Faconauto), como los representantes de cuatro de las empresas navarras: Francisco Esparza (Renault Unsain), José Torregrosa, (Peugeot Torregrosa), Carlos Sagüés (Grupo Mundomovil) y José Antonio Hidalgo (Mercades Gazpi). Fueron cinco de los participantes en la jornada profesional que se celebró en el Navarra Arena en el marco de la I Feria de Movilidad Sostenible ‘Ecomovers’ organizada por Diario de Navarra y Brandok con el patrocinio del Gobierno de Navarra, y en la que hasta el domingo se expondrán vehículos eficientes de más de quince marcas en un espacio de 4.000 metros cuadrados.
Todos coincidieron en la necesidad de impulsar el vehículo eléctrico pero, también, la demanda de los vehículos de combustión eliminando el “ruido ambiental” en torno al automóvil que, remarcan, tanto daño a hecho a un sector que con la pandemia ha perdido a nivel nacional 8.000 empleos. “El futuro es cero emisiones pero hoy por hoy sobre el millón de matriculaciones anuales sólo 20.000 son de eléctricos, en Navarra 269 sobre 11.000”, apostilló el presidente de Faconauto, que se refirió a los “híbridos enchufables” como una “estación de paso” para impulsar la electrificación cero emisiones.
En la misma línea, los representante de los concesionarios navarros dejaron claro que aunque “el coche tiene que ser y será eléctrico”, como reconoció Francisco Esparza, “le está costando, por la falta de infraestructuras y también por el precio y porque aún falta que el cliente se lo crea”. “Seguimos peleando con el 2% del mercado”, completó Carlos Sagües. Un estudio que citó ayer el presidente de Faconauto alude a que sólo el 19% de los españoles podría a día de hoy comprar un vehículo eléctrico.
Entre las medidas que los profesionales del sector reclamaron para incentivar la compra de vehículos eléctricos, además de las ayudas directas ligadas al nuevo MOVES está la eliminación del IVA e incentivos fiscales como los que ya están en marcha en la comunidad.
En la presentación de la jornada participó el consejero de Desarrollo Económico, Mikel Irujo, quien puso en valor la buena posición en la que se encuentra Navarra con un ecosistema muy preparado, con 112 empresas automovilísticas que dan empleo a 12.700 personas de manera directa, para abordar el reto de la movilidad sostenible. “Es la comunidad que más exporta y el 5,4% de las empresas de componentes se encuentran aquí”, aseguró antes de poner de relieve que la concienciación social cada vez es mayor y está provocando que uno de cada tres conductores piense ya en la compra de un vehículo eléctrico o más eficiente.
<div class="destacado_100">La burocracia, principal freno a los puntos de recarga
Iberdrola asegura que España podría contar con una red cinco veces superior de no haber habido trabas
D. D. M. Pamplona</div>
Los fabricantes de automóviles están impulsando a ritmo vertiginoso y de la mano de inversiones millonarias el coche eléctrico en Europa. La presión de la Unión Europea en materia de emisiones, que obliga a reducirlas de forma drástica en pocos años, ha acelerado una transformación que llevaba años en ciernes. Para lograr el objetivo de cero emisiones el coche eléctrico resulta fundamental, pero para implantarlo a gran escala se debe atajar primero dos grandes problemas.
El primero, su todavía elevado precio -aunque poco a poco y de la mano de los planes de ayudas empiezan a ser algo más asequibles- y, el segundo, la falta de infraestructuras públicas de recarga. En este punto, una de las principales barreras que se están encontrando los principales operadores para poder instalar a gran escala esos necesarios puntos de recarga viene de la todavía compleja burocracia que supone el proceso de instalación.
Lo reconocía ayer Carlos Bergera, responsable de Relaciones Externas Smart Mobility Iberdrola, durante una de las mesas redondas que se celebró durante la jornada profesional inaugural de la feria ‘Ecomovers’ y en la que participó junto a David Iriarte, Account Manager Electrici Mobility Business Ingeteam; Gonzalo Pérez, gerente de Bat Vol y Uxue Itoiz Mariñelarena, director general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos de la S3 del Gobierno de Navarra.
Bergera llegó a manifestar que España podría contar en la actualidad con cinco puntos más de recarga si no hubiera tenido problemas administrativos. “Estos procesos no pueden tardar más de ocho meses, deben poder realizarse de forma rápida”, aseguró.
El objetivo de Iberdrola es llegar a finales de 2024 a los 150.000 puntos de recarga en hogares, empresas y en la vía pública. En esta última, aspira a la instalación de estaciones de 50 kW cada 50 kilómetros, ultra rápidas (350 kW) cada 200 kilómetros y súper rápidas (150 kW) cada 100 kilómetros.
El Ejecutivo foral, como explicó la directora de Industria, trabaja en la actualidad en la elaboración de un visor para identificar dónde están en la actualidad los puntos de recarga y diseñar la estrategia a seguir de cara a la implantación de nuevas estaciones. El objetivo, según un estudio realizado por ANFAC que no deja mal parada a Navarra en este capítulo, pasa por reforzar la red de estaciones rápidas (50 kW) pasando de las 149 actuales a las 244.
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