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Empresa

La escasez de piezas continúa atenazando a Volkswagen Navarra

Una parte de los coches producidos sale de la cadena de montaje sin estar completos

Un Volkswagen T-Cross en la línea de montaje de Volkswagen Navarra. CEDIDA

Partido a partido, la plantilla de logística de Volkswagen Navarra sigue peleándose a diario para minimizar los daños del insuficiente suministro de piezas. Tras evitar en los minutos de descuento un parón que parecía inevitable a mediados de este mes, la prioridad ha sido mantener la cadena de montaje en marcha pese a las dificultades. En los últimos días, parte de los coches producidos están incompletos a la espera de que lleguen los componentes necesarios para instalarlos posteriormente y poder entregarlos a la distribuidora de la marca.

El principal escollo continúa siendo la falta de semiconductores y todos los subcomponentes que incorporan los microchips más avanzados, aunque en los últimos días también está habiendo problemas de abastecimiento con otras piezas como las columnas de la dirección, según apuntaban fuentes sindicales. Hoy a última hora o mañana se espera que puedan adelantarse los planes para la semana que viene en función de la disponibilidad de las piezas más críticas. A día de hoy, no se descarta que puedan anunciarse nuevos cierres temporales que se sumarían a los ya programados para capear la atonía del mercado automovilístico por la pandemia. Dentro de estos últimos, el calendario laboral contempla parar la producción el viernes de la semana que viene y el correspondiente al 21 de mayo.

TRES DÍAS DE PARÓN

Hasta la fecha, la fábrica de Landaben se ha visto forzada a parar tres días por falta de semiconductores, que correspondieron al 24, 25 y 26 de marzo durante los cuales se activó el Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERTE) para toda la plantilla. En aquellas tres jornadas se dejaron de producir 3.300 coches, según confirmó la propia dirección, lo que obligó a recortar el objetivo de producción anual hasta los 257.258 vehículos, de los que 42.305 corresponderán al actual Polo, 35.269 al Polo renovado, 168.921 al T-Cross y 10.763 al Taigo, el nuevo SUV coupé que se lanzará en septiembre. Según los últimos datos dados a conocer a los sindicatos de la factoría, por el momento no se contempla rebajar más el programa productivo.

Cada uno de los coches que se fabrican en Volkswagen Navarra equipa entre 35 y 40 centralitas electrónicas diferentes, número que varía en función del equipamiento y las opciones elegidas por el comprador, aunque solo uno de estos pequeños cerebros digitales ha registrado una escasez crítica. Se trata del dispositivo que gobierna el sistema modular de infoentretenimiento, denominado MIB3, que se encarga, entre otras muchas funciones, de controlar la conectividad con los teléfonos inteligentes, el reconocimiento de voz, la navegación por satélite, la llamada de emergencia en caso de accidente o la velocidad de crucero adaptativa. El abastecimiento insuficiente de este componente se agrava por tratarse de una pieza que comparten gran cantidad de modelos del grupo.

Partido a partido, la plantilla de logística de Volkswagen Navarra sigue peleándose a diario para minimizar los daños del insuficiente suministro de piezas. Tras evitar en los minutos de descuento un parón que parecía inevitable a mediados de este me

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