Mi currículum ¿Por dónde empiezo?
Existen en internet distintas herramientas para hacer un buen currículum, incluso plantillas con distintos formatos para quienes no saben cómo recoger su formación y experiencia en un folio
- Belén Armendáriz
Enfrentarse a un folio en blanco no es una tarea fácil. Menos aún cuando de lo que se trata es de reflejar en él todo lo que uno es y lo que vale. Resumir lo más relevante de los últimos años, desde los estudios hasta las experiencias laborales, es un trabajo laborioso. Sobre todo, si se pretende hacer con claridad y de forma atractiva. Porque ése es el objetivo de un buen currículo: plasmar, de la forma más sencilla y visual posible, lo que uno sabe y lo que puede aportar a una determinada empresa.
La realidad es que, llegado el momento, no todo el mundo sabe hacer un buen currículo. Algunos porque acaban de terminar sus estudios y no saben cómo ‘rellenar’ las líneas al carecer de experiencia profesional. Otros, porque han trabajado toda su vida y nunca antes habían tenido la necesidad de elaborar un currículo y no saben siquiera por dónde empezar.
Para unos y para otros, hay distintas herramientas que pueden ayudar a que este proceso sea mucho más sencillo de lo que parece a primera vista. De hecho, cada vez son más numerosos los cursos y talleres para aprender a hacer un buen currículo. Los imparten las universidades, centros culturales y entidades sociales de todo tipo.
Pero también internet se puede convertir en un gran aliado. Hay multitud de páginas webs y herramientas digitales que no sólo aportan consejos sino que disponen de plantillas de currículos con diseños ya preestablecidos. Las hay de pago, pero un gran número de formatos son gratuitos y están disponibles para el público en general. Como mucho, en algunos casos, se exige estar registrado en la web para acceder a las plantillas (pero basta con dar un correo electrónico; no piden más datos personales).
Las posibilidades son muy variadas. En webs como www.primerempleo.com, www.modelos-de-curriculum.com o www.comohacercurriculum.com es posible descargarse en el ordenador distintas plantillas, en formato Word, para, sobre ellas, ir rellenando los datos. En otras, como www.livecareer.es, una vez registrado y elegido el modelo, se puede cumplimentar en red, con distintos puntos de ayuda. Y, una vez completado y guardado, se recibe vía email.
En cualquier caso, tanto cuando se hace previa descarga de la plantilla como cuando se rellena on line, el resultado final es un documento claro, correcto y profesional.
Lo que permiten estas herramientas es visualizar una estructura de currículo, que quizás es lo que, en un primer momento, más cuesta. Además, ésta suele ser similar en todas las propuestas, aunque se dan algunas variaciones que pueden ser relevantes y que permiten al interesado fijar la atención en unos aspectos u otros.
Lo primero, los datos
Incluir los datos personales en el currículo es fundamental. De hecho, un buen CV debe comenzar con el nombre y los apellidos del candidato bien claros. El segundo dato en relevancia debe ser la profesión. Tanto uno como el otro deben destacar de alguna manera sobre el resto de información. Bien dándoles más tamaño o luciéndolos en otro color, incluso ambas cosas a la vez.
Más allá del nombre, los empleadores también quieren saber cómo contactar con un posible candidato, por eso es fundamental no olvidar incluir un teléfono móvil, una dirección de correo electrónico y una dirección postal. Por lo general, también se suele incluir la fecha de nacimiento o la edad. Aunque cada vez más expertos recomiendan no añadir más datos personales, como el estado civil. Es una información en sí misma poco relevante a la hora de desempeñar un trabajo y, además, es un dato que se puede conocer más adelante en el proceso de selección durante una posible entrevista.
Experiencia o formación
En los diferentes formatos de currículos que se publicitan en internet, los estudios y la experiencia profesional compiten por ser el primer apartado de interés. Cualquiera de las dos posibilidades es correcta, pero quizás es conveniente analizar cuál conviene a cada candidato. En este sentido, lo habitual es poner primero aquello que tiene más peso. Si se trata de un currículo de recién titulados o personas que acaban de terminar sus estudios y carecen de experiencia laboral, lo más idóneo es comenzar precisamente por esa formación, añadiendo cualquier especialización que haya realizado.
En cambio, si la experiencia profesional es importante, lo adecuado sería ponerla en primer lugar, detallando cada empresa y cada puesto en el que se ha ejercido. Lo ideal es hacer un recorrido desde lo más reciente a lo más antiguo, acotando las fechas en las que se desarrolló cada actividad y durante cuánto tiempo. No basta, insisten los orientadores y profesionales de selección, en nombrar el puesto y la empresa. Hay que hacer una pequeña descripción de las funciones que se realizaron en cada contrato.
¿Uno o más folios?
Ni enciclopedias ni telegramas. Hay que dedicar a un currículo el espacio necesario. Quizás, en un primer momento, se valoraba más que su extensión no superara un folio. Pero realmente lo importante es que sea claro y conciso. Si ocupa más de un folio porque no se ha podido abreviar más sin dejar datos en el tintero, no es algo que debe preocupar en exceso. No obstante, una alternativa pasa por elaborar varios currículos adaptados a los distintos puestos a los que se quiera optar; y destacando en unos de ellos aspectos que quizás en otros ni se recogen. La esencia pasa por centrar todo el interés en aquello que se persigue y dejando ver en el currículo que todos los pasos que se han dado en la formación y la trayectoria profesional van encaminados hacia ese puesto.
Además, un currículo debe recoger también otra información de interés como experiencias no profesionales, idiomas y conocimientos informáticos.
¿El curriculum debe llevar foto?
Es una de las dudas que surgen a la hora de confeccionar un currículo. ¿Debo o no poner una foto? ¿Es imprescindible? ¿Es un condicionante? ¿Es un ayuda? Las opiniones son muy variadas. Alicia Fernández de Piérola, consultora de igualdad, aboga por un currículum “sin foto, sin edad y sin estado civil”. “De esta forma priman las aptitudes y actitudes de su vida laboral y profesional”, añade, al tiempo que pone como ejemplo el caso de Inglaterra. “Allí todos son sin foto ni edad para evitar discriminación por raza, clase, aspecto físico o condición. Además, a partir de una fotografía creamos un imaginario sobre las aptitudes de la persona, sin ninguna base real”, insiste. Por contra, Diana González, experta en identidad digital, cree que una foto “ayuda a que te identifiquen, a que sepan quién eres, si te buscan en internet”. Claro que para ello, añade, “es imprescindible haber trabajado tanto el currículum en papel como el digital. Si no te has preocupado de este último, entonces puede ser contraproducente poner la fotografía. Tiene que haber un trabajo detrás para cuidar la imagen”. Además, González recalca que tarde o temprano, el empleador va a conocer y ver al candidato. “Si no es en el currículo, será en la entrevista”.
Enfrentarse a un folio en blanco no es una tarea fácil. Menos aún cuando de lo que se trata es de reflejar en él todo lo que uno es y lo que vale. Resumir lo más relevante de los últimos años, desde los estudios hasta las experiencias laborales,
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