Con hachís y a lo loco

En la película que inspira el nombre de la operación, Tony Curtis y Jack Lemmon se disfrazan de mujer para escapar de la mafia. En la operación Wilder, denominada así en referencia al apellido del director de cine americano, los dos detenidos no usaron faldas o peluca, pero también trataron de poner tierra de por medio. No hubo final feliz. Al menos para ellos. La Guardia Civil se incautó de la droga que llevaban y los arrestó acusados de un delito contra la salud pública y otro contra la seguridad colectiva.

Los dos protagonistas, dos varones de 19 y 29 años y con domicilio en la localidad guipuzcoana de Rentería viajaban en un vehículo al que s ele dio el alto en un dispositivo de control de vehículos y personas ubicado en Irurtzun. Al percatarse de la presencia policial, el conductor aceleró bruscamente para huir del lugar, y los guardias civiles de la Unidad de Seguridad Ciudadana, USECIC, tuvieron que apartarse rápidamente para evitar ser atropellados. A la vez, los agentes encargados de dar seguridad en el dispositivo accionaron la barrera de pinchos que sirve para intentar evitar este tipo de huidas. El vehículo pasó por encima y con las ruedas pinchadas trató de continuar la marcha. En la maniobra puso en peligro a los demás usuarios de la vía, invadiendo el carril contrario y realizando maniobras imprudentes. Finalmente los agentes le dieron alcance metros más adelante en un camino de la zona. Momentos antes de que lo alcanzaran, observaron cómo desde el vehículo arrojaban una maleta de la que intentaron desprenderse. En distintos paquetes, contenía 28 kilogramos de hachís.