Una sidrería en proyecto en Madotz y próxima apertura en Lekaroz

La elaboración artesanal de sidra en Navarra depara novedades con la incorporación, en calidad de productores, de Montse Armendáriz Górriz y su marido, Ioseba Rubio García. Llevan dos temporadas obteniendo sidra, con el apoyo técnico de un productor, a partir de una materia prima recogida en su manzanal de Sartaguda. Con la cosecha de otoño de 2021 fueron 8.000 los litros conseguidos. La progresión se ha visto cuantificada en 12.000 con la correspondiente a 2022. El salto cualitativo llegará en la próxima campaña con los 20.000 que esperan generar con sus medios y almacenar en las cubas de su sidrería de Perkatzenea, en Madotz. Por de pronto se han introducido en el mercado con botellas del mismo sello. Su intención se dirige a completar el círculo con la apertura de un establecimiento en el caserío con una capacidad para medio centenar de comensales. Será también la próxima temporada.

La apuesta comportará un cambio de residencia, en virtud de la inclinación y el valor que ambos conceden al mundo rural. “A mi marido -dice ella- le gusta mucho el ganado. Nuestra idea fue siempre vivir en una población más pequeña. Y nos une a la sidra que tenemos amigos en Astigarraga y Asturias que se dedican a esto”.

Mientras, la sidrería Larraldea, de Lekaroz, se abrirá de nuevo el 4 de marzo a la conclusión de la adecuación de su interior a partir de un cambio de gestión. La responsabilidad recaerá en la cooperativa Eztibeltza, que recibe su nombre de una manzana autóctona de Baztan. La pretensión es continuar con la producción ecológica y ofrecer visitas guiadas a Gamioxarrea, en Arizkun. Se trata de un lagar de piedra del siglo XVIII en el que se recrea cada año la elaboración a golpe de mazas sobre el empedrado al ritmo de la Kirikoketa.

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