Los vecinos de Buñuel piden a Sánchez limpiar el Ebro
El presidente visitó este martes Buñuel durante un hora y entró en cuatro casas y un bar afectados por la riada
- Diego Carasusán
“Por la limpieza integral del río Ebro. ¡Queremos soluciones ya!”. Esto es lo que rezaban los carteles que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, pudo ver este martes en su visita a las calles de Buñuel afectadas por la crecida. Una visita que se prolongó por espacio de una hora y en la que el presidente tuvo la oportunidad de entrar en un bar y cuatro casas que resultaron anegadas por la riada.
La de Buñuel fue la parada intermedia de una ruta que Sánchez inició en Pradilla de Ebro (Zaragoza), donde apuntó que pondrá “todos los resortes del Estado” para paliar los daños, con la declaración este viernes de zona catastrófica para las áreas más afectadas.
En su visita a Buñuel, Sánchez estuvo acompañado por la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite; el delegado del Gobierno en la Comunidad foral, José Luis Arasti; y por el alcalde en funciones de la villa ribera, Israel Jacoste Enciso, entre otros.
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EN LA CALLE LA FUENTE
La comitiva partió desde las inmediaciones de la Casa Consistorial. Sánchez fue recibido con algunos aplausos que, al llegar a la calle La Fuente, una de las tres afectadas por las inundaciones, se convirtieron en airadas reclamaciones y quejas por parte de algunos vecinos e, incluso, algún insulto como “mentiroso”.
Uno de los residentes en esta calle que mostró su malestar y que invitó al presidente a entrar en su casa fue José Feliciano Osés. Sánchez aceptó y accedió a su vivienda, en el número 14, una de las más dañadas por la riada. “Me ha preguntado que qué solución se podía dar a esto. Yo le he dicho que hay que consolidar los diques, limpiar los ríos..., y hacer caso a los agricultores, que somos los que entendemos de esto”, indicó Osés, quien ya suma tres inundaciones en su vivienda”. “Mi casa está rota, pero no creo que haya servido de mucho lo que ha visto, porque ahora todos estos se irán y de nosotros ya no se acordará nadie”, dijo.
Sánchez aceptó la invitación de otros dos residentes en la calle La Fuente y accedió a sus viviendas, unas viviendas en las que ayer se comenzaron las tareas de limpieza tras bajar considerablemente el nivel del agua.
Tras pasar muy brevemente por la parte alta de la calle Vicente Oliver, otra de las afectadas, la comitiva siguió su visita por la calle Ramírez Figueras, donde los vecinos habían colocado en las fachadas de sus casas los citados carteles solicitando la limpieza del río.
Desde la entrada de su vivienda, la vecina Ana Carmen Guillermo Guerrero instó al presidente a que se acercara para poder hablar con él. Sánchez le hizo caso y la buñuelera, cara a cara, le preguntó: “¿Va a cumplir lo que nos prometió hace seis años? Entonces dijo que había que mancharse de barro, y lo ha hecho. Pero por favor, hagan algo. Ya no podemos más. Cada vez somos más mayores y estas casas nos van a quitar la vida”. El presidente le respondió que este viernes el Consejo de Ministros aprobará la declaración de Zona Catastrófica para agilizar las ayudas a los afectados.
La visita a Buñuel concluyó en el paseo del Ebro. Allí, Sánchez fue invitado por los propietarios del bar La Cochera, también afectado por las inundaciones, a ver los daños producidos por el agua. Antes de abandonar el local, el presidente accedió a compartir un café con los dueños del bar. “Le hemos dicho que nos ayude y nos ha contestado que tengamos tranquilidad”, apuntó Remun Monreal Sayas, dueña del establecimiento, quien afirmó que, en los 32 años que lleva en el bar, “el agua de las riadas nunca había entrado en el local como lo ha hecho ahora”.
TRABAJO CONJUNTO
Una vez finalizada la visita a Buñuel, Sánchez puso rumbo a la tercera y última parada de su viaje a las inundaciones del Ebro en la localidad riojana de Alfaro.
Por su parte, la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, quien ayer cuantificó las hectáreas de cultivo afectadas en alrededor de 12.000, apuntó que “solo con la limpieza del río” no es suficiente para evitar las riadas y pidió “coordinación” entre las administraciones para asumir los trámites de ayudas y arreglo de los daños.
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En cuanto a posibles responsabilidades de la CHE, Chivite dijo que “ya le hemos pedido un informe de sus actuaciones, pero también pediremos explicaciones a la Confederación del Cantábrico”, entidad de la que dependen algunos municipios del norte que también han sufrido daños por desbordamientos de sus ríos. La presidenta indicó que, entre las peticiones realizadas ayer a Sánchez, está la de actuar “con urgencia” en el arreglo de las motas “destrozadas” por la riada. “Le he trasladado la preocupación que tenemos ya que es en febrero cuando suelen ocurrir la crecidas. Por eso tenemos que dar una solución urgente a los diques y minimizar así el impacto de las riadas que puedan llegar con las lluvias y el deshielo”, señaló.
“Por la limpieza integral del río Ebro. ¡Queremos soluciones ya!”. Esto es lo que rezaban los carteles que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, pudo ver este martes en su visita a las calles de Buñuel afectadas por la crecida. Una vis
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