Estella recibe la llamada del carnaval
Anocheció Estella el viernes a ritmo de los caldereros y se levantó este sábado con los personajes del carnaval rural recorriendo las principales calles. La ciudad del Ega ha vivido un intenso fin de semana de carnaval, música, folclore y tradiciones
- Sheyla Muñoz
El sonido de las cacerolas volvió a escucharse por las calles de Estella tras dos años en silencio por la pandemia. Los caldereros, con sus vistosos atuendos, salieron cuando comenzaba a caer la noche del viernes para recorrer las calles del centro de la ciudad del Ega. Con el sonido de las cacerolas anunciaban la inminente llegada del carnaval y lo hacían en viernes, a diferencia del sábado que era el día habitual hasta ahora y justo la víspera de la celebración del carnaval rural y no una semana antes.
Constituía esta una de las principales novedades del carnaval estellés este año y que es previsible que haya llegado para quedarse. “Creemos que el viernes es un buen día porque puede atraer a más gente que ya se encuentra por la calle”, relataba Yolanda Alén, presidenta de la Asociación de ex danzaris Francisco Beruete, colectivo encargado de organizar esta cita desde hace 18 años, cuando tomó el relevo de la peña La Bota. El viernes volvieron a animar las calles en un pasacalles amenizado por la charanga Alkaburua y la escuela de música Scherzo.
Se sumaron al día de los caldereros este año los grupos de danzas Larraiza y Virgen del Puy y San Andrés. “Les invitamos a participar y creemos que así podía quedar un desfile mucho más vistoso”, decía Alén. El punto de encuentro de todos los caldereros y zíngaros fue la plaza de los Fueros. Desde allí partieron pasadas las seis y media para ir por la calle la Estrella y la calle del Puy hasta la Peñaguda, donde tuvo lugar la primera parada. El recorrido se retomó después por las calles Mayor, Baja Navarra y San Andrés hasta llegar a la plaza de la Coronación para volver nuevamente por San Andrés, Baja Navarra, Mayor, plaza de Santiago y Calderería hasta la plaza de los Fueros. Aquí se preparó y repartió una chocolatada entre todos los asistentes.
Ponían punto y final así los caldereros a su salida por la ciudad del Ega cumpliendo su cometido de anunciar la próxima llegada del carnaval. Una llegada más inminente este año pues si Estella anocheció el viernes al son de las cacerolas, amaneció este sábado con los personajes del carnaval rural dando color a sus calles. Niños y mayores con sus disfraces de ikazkin, sorgina, lamia... se sumaron a un recorrido que partió de la plaza de los Fueros. A mediodía, el frontón Lizarra albergó una comida para coger fuerzas antes del desfile vespertino.
Tras dos años de parón y restricciones por la pandemia, el carnaval vuelve a Estella por todo lo alto en esta ocasión. En lugar de en tres fines de semana como solía ser lo habitual, los organizadores de la cita, en la que colaboran numerosos colectivos, decidieron este año modificar el calendario y juntar en el mismo fin de semana los caldereros y el carnaval rural. Las bajas temperaturas no han restado público a estas dos citas que han supuesto la antesala al carnaval variopinto que la ciudad del Ega vivirá el próximo sábado 18 de febrero, que vuelve con el desfile y concurso de disfraces en la plaza de los Fueros. Este arrancará a las 18 horas pero las personas y cuadrillas interesadas en participar deberán inscribirse una hora antes en la misma plaza. Se han establecido tres categorías -infantil, juvenil y cuadrillas de familias-. La Batucada Niarawa será la novedad este año.
El sonido de las cacerolas volvió a escucharse por las calles de Estella tras dos años en silencio por la pandemia. Los caldereros, con sus vistosos atuendos, salieron cuando comenzaba a caer la noche del viernes para recorrer las calles del centro d
Diario de Navarra
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