Lerín se queda sin médico si no se encuentra sustituto desde el día 14
El facultativo que atiende la localidad más grande de la zona básica de Allo, con 1.775 vecinos, deja su puesto el próximo martes y no hay quien le reemplace
- María Puy Amo
La zona básica de salud de Allo, con una población de 4.704 habitantes, se queda a partir del 14 de junio sin uno de los cuatro médicos de familia que la atienden repartidos en cuatro localidades distintas. Cuatro puntos unipersonales situados en Allo -la cabecera donde se ubica el centro de salud- y en los consultorios de Arróniz, Dicastillo y Lerín. La marcha del facultativo de este último municipio, que se va de Navarra para incorporarse a su plaza en La Rioja, deja vacante su puesto si desde Salud no se encuentra sustituto de aquí al próximo martes. Será su último día prestando este servicio en la mayor de las localidades de la zona, con 1.775 vecinos.
La situación se vive estos días con enorme preocupación por el equipo sanitario que tiene como director a Goyo Aramendía Vergarachea. Con 37 años de trayectoria profesional ligada a la medicina rural, expone que no sabe qué va a ocurrir con Lerín y así se lo ha trasladado a sus superiores después de meses intentando anticiparse a lo que va a llegar y buscando alguna solución.
“No sabemos qué va a pasar y es la mayor población, la más alejada del resto de consultorios e imposible de cubrir si no va una persona a la plaza. Afectará no solo a la propia localidad sino a todos los puntos de la zona básica. A sus habitantes y también a los profesionales”, argumenta. Añade que, aunque él y sus compañeros harán lo posible para reducir el impacto, no podrán evitar que la atención deje de ser la misma que hasta la fecha.
Médico de Arróniz, un puesto desde el que atiende también a Luquin, Barbarin y Urbiola, explica el momento por el que atraviesa la zona básica en la que lleva más de dos décadas como director. Otro compañero ejerce en Dicastillo incluyendo en el servicio a Arellano. Un tercero en Allo, donde se convocó una plaza en la última OPE. Y el cuarto en Lerín. A los médicos de familia se unen tres facultativos del SUR (Servicio de Urgencias Rurales), que ayudan con las guardias y gracias a cuyo soporte-detalla el director- subsisten. Sin ello, añade y la ayuda de otros centros de salud, resultaría imposible. Pero el equipo cree que ni toda la buena voluntad va a servir si no se encuentra un médico para Lerín. Ni con productividades ni con aplazamiento de vacaciones como ha ocurrido ya en su caso, se ve posible mantener un servicio que entre las consultas de familia y el SUR abarca todos los días del año.
Hay un segundo aspecto que ha complicado aún más el panorama. La marcha del médico de Lerín sigue a la pérdida desde el pasado marzo de la persona que cubría un puesto de manera estructural en la zona básica. Un tipo de plaza no orgánicamente asignada que se contrata y destina a las diferentes zonas básicas para proporcionar cobertura a bajas, vacaciones y otras necesidades. Una médico cubana lo hizo en este caso los últimos cuatro años hasta que el 31 de marzo dio por finalizado su etapa en Navarra, donde no pudo seguir ejerciendo por una cuestión de acreditaciones del título de medicina de familia, para trasladarse a trabajar a otra comunidad autónoma donde sí puede hacerlo.
En un momento de dificultad generalizada en la que las zonas básicas necesitan estructurales para poder funcionar, en la de Allo se ve con angustia el panorama. La OPE -se considera- ha servido para proporcionar estabilidad a los profesionales que cogen las plazas, pero en buena medida los médicos cambian de sitio y no hay nuevos. El equipo que tiene al frente a Goyo Aramendía se acerca a la jubilación. Solo uno de los seis que se quedarán -tres de familia y tres de SUR- tras la marcha del compañero de Lerín tiene menos de sesenta años (entre los 63 y 64 ). Ejercen en una población dispersa con una edad media de 50 años en el caso de las mujeres y de 47 en el de los hombres, según datos del Observatorio de Salud Comunitaria de Navarra. Conforme a este mismo análisis, es además una de las zonas con mayor porcentaje de hogares unipersonales con vecinos de 80 o más años.
La zona básica de salud de Allo, con una población de 4.704 habitantes, se queda a partir del 14 de junio sin uno de los cuatro médicos de familia que la atienden repartidos en cuatro localidades distintas. Cuatro puntos unipersonales situados en Al
Diario de Navarra
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