'Pelegrina', el único animal de la feria de Tafalla
Solamente un animal, una mula, entró este jueves al recinto ferial de Tafalla. El declive que la feria venía experimentando en los últimos años se evidenció con una estampa desoladora en un ferial vacío
- Sheyla Muñoz
¿Bajamos la mula o no la bajamos? Éste fue el dilema que se plantearon Óscar Carrato, propietario del animal y natural de Ejea de los Caballeros; y Pedro Fabo, natural de Villafranca, cuando llegaron este jueves al recinto ferial de Tafalla. El reloj marcaba las diez menos cuarto de la mañana y en el ferial no había ningún animal. No es que se hubieran vendido todos y estuvieran ya de vuelta a las explotaciones es que no había entrado ninguno en las instalaciones. El paisaje era tan desolador que la única alegría la pintaron los dos grupos de escolares que, como habitualmente suelen hacer el día de la feria, se acercan al recinto a ver los caballos.
Este jueves solo pudieron ver una mula. Se llamaba ‘Pelegrina’ y tenía ocho años. “Al menos hemos disfrutado ese rato con los chiquillos”, decía resignado Pedro Fabo. Ni dos horas estuvo ‘Pelegrina’ en la ciudad del Cidacos ya que para las once y media marchaba de Tafalla en la misma camioneta. No se vendió. “Ni el precio nos han preguntado. Es desalentador llegar y ver esto. Sabíamos que la feria había decaído mucho. Personalmente, hacía años que no venía y conocía que ya no era lo de antes pero ver esto si que no me lo esperaba”, lamentaba.
El declive de la feria caballar de Tafalla se venía constatando desde hace años pero lo vivido este jueves en el ferial sorprendió a los pocos visitantes que, a cuenta gotas, se iban acercando al recinto. Hubo algunos, propietarios de ganado equino, que se acercaron con la intención de ver algún ejemplar pese a no llevar para la venta. Era el caso de un ganadero de Tafalla quien aseguraba no haber movido sus animales por el elevado número de trabas que debía sortear para poder entrar animales. “Tengo diez aquí en Tafalla, a setecientos metros, pero todo lo que me supone el traerlos no me merece la pena. Se nos exigen muchísimas cosas y es una pena porque cada vez éramos menos pero si nos ponen tantas piedras en el camino se consigue lo que se ha visto hoy, todo vacío”, criticaba.
A las once y media, las dos veterinarias del Gobierno de Navarra desplazadas este jueves hasta la ciudad del Cidacos para la tramitación de las guías ya habían abandonado el local ante la falta de actividad. El único movimiento que se veía entonces era el de los dos puestos de aperos de labranza y agrícolas y otro de navajas que, pese a todo, decidieron montarlos. Las conversaciones en torno a ellos eran las mismas todo el rato, el declive de una feria que muchos se preguntaban si desaparecerá del programa en próximas ediciones.
Una decisión que queda ahora en manos del consistorio. Este jueves, el concejal de Festejos, Jacinto Goñi, no se mostraba sorprendido por la ausencia de animales en el ferial. “Me lo esperaba, la verdad”, se sinceró. Consciente de la delicada situación que atraviesa el que hasta hace unos años constituía uno de los actos centrales de ferias, Goñi instaba a reflexionar y repensar la feria caballar de algún modo. “No sé si habría que apostar por la montura o cuál sería la solución pero hay que abordarlo”, reconoció. Las ferias de febrero continúan hasta el domingo.
¿Bajamos la mula o no la bajamos? Éste fue el dilema que se plantearon Óscar Carrato, propietario del animal y natural de Ejea de los Caballeros; y Pedro Fabo, natural de Villafranca, cuando llegaron este jueves al recinto ferial de Tafalla. El reloj
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