Leonardo Barquilla, el director de dos corales navarras que llegó de Cuba
Este viernes se cumplirán siete meses de su llegada a Navarra desde su Cuba natal. Especializado en dirección coral, dirige las de San Blas y el club de jubilados de Villava
- Cristina Aguinaga
Leonardo Barquilla Luján es el tercer director de la coral San Blas de Burlada. Este 2023, el conjunto cumple 40 años desde su fundación a la sombra de la Comunidad Parroquial, como “un grupo de amigos unidos por el canto”. Barquilla sustituyó en septiembre a Miguel Irisarri, que se había jubilado en diciembre de 2021. Anteriormente había estado al frente Javier Murillo, fallecido en 1996 en la riada del camping de Biescas. Este grupo “con material” y “siempre abierto a nuevas voces” le acogió unas semanas a prueba y le ha convertido en su primer director “profesional”. Llegado desde su Cuba natal para buscar un nuevo camino en la tierra de sus antepasados, recaló en Navarra gracias a una amiga, también cubana y al frente de la coral Erreniega en Zizur Mayor. Le había ofrecido su ayuda cuando visitó Navarra dentro de una gira europea. Dejó atrás una trayectoria arraigada como maestro en el conservatorio “Amadeo Roldán” y en una academia en La Habana y como parte del Coro Nacional de Cuba, la agrupación coral de referencia en el país caribeño. Dirigía además un proyecto profesional de coro y era cantante en “Ars Longa”, un conjunto de música antigua. Aquí, además de la coral San Blas, dirige el conjunto del club de personas jubiladas de Villava, canta en la Coral de Cámara de Pamplona y trabaja los fines de semana en un bar de Iturrama. “¿Un paso atrás? Sí, pero hay que aspirar a más. Soy bastante ambicioso y quiero recuperar el estatus y aportar a la sociedad desde este punto de vista, desde mi profesión. Es lo que más deseo y además necesitaba otras cosas”, explica el cambio.
Su historia se parece a la de tantos cubanos con orígenes familiares en España. En su caso, se dieron tanto en su padre como en su madre, pero es la familia paterna, su padre y su abuelo, la que se acogió a las normativas para tener la nacionalidad española casi un siglo después de que sus bisabuelos emigraran desde Extremadura. Su hermana y él no pudieron hacerlo al ser mayores de edad, pero solicitaron la vía de arraigo. La Ley de Memoria Histórica y ese trámite previo le abrieron un camino para obtener la nacionalidad española, que solicitó en noviembre. Una vez aquí, aguarda también la homologación de su título universitario.
A pesar de “la angustia que generan los papeleos”, su balance en estos meses es “satisfactorio”. “Me desenvuelvo por mí mismo. Empecé con clases de piano, de canto. Luego surgió la dirección de la coral del centro de jubilados en Villava y San Blas y estoy muy contento. También trabajo en un bar. Es la forma de estar ocupado”, enumera una trayectoria que también tuvo sus altibajos. “Llegué en verano y hubo días amargos, de llorar porque no salía nada. Pero mi amiga me animaba con que llegaría septiembre y se moverían las cosas. También es verdad que conocí los Sanfermines y eso no lo esperaba”.
Como presagió su amiga, en septiembre se abrieron nuevos caminos. Los de la coral San Blas le buscaron, rememora. “El boca a boca sirve. Sabían que estaba por aquí y vieron en internet lo que hacía. Es verdad que en parte somos diferentes, pero cada vez siento más cosas en común entre ustedes y nosotros, con los que tenemos raíces españolas. Sí que son más duros o recios, pero eso también lo viví en mi familia. Pero además de duros e impositivos son sensibles”, desvela su particular choque de culturas.
En el camino emprendido también se ha introducido en la música en euskera. Está empezando a hacer algunos arreglos con algunas piezas. “Es relativo decir si estoy mejor o peor. Es algo interno. Pero me parece importante conocer la cultura, el idioma. Me gusta visitar lugares, el patrimonio, ver cómo se vive. Aprovecho los días de fiesta para hacerlo”, dice tras pasar dos días en Estella esta misma semana.
Atrás ha dejado los primeros compromisos de la coral de Burlada. En el concierto navideño introdujo piezas cubanas. Ahora tiene la vista puesta en el día del patrón, el 3 de febrero, con obra de Hilarión Eslava incluida. Y en el 40 aniversario, todavía por perfilar. Mientras, cada martes ensaya con un grupo, con imágenes, con el piano y cantando. “El director que mejor canta, mejor coro tiene. Identificas los problemas y puedes ayudar sin agobiar. Al final, eres más psicólogo que músico a veces”.
Nacido en Santiago de Cuba hace 37 años, está soltero. Su familia paterna tiene orígenes en la provincia de Cáceres y está a la espera de recibir la nacionalidad española tras la ley de Memoria Histórica. Licenciado en Música por la Universidad de las Artes de La Habana, tiene la especialización en dirección coral.
Leonardo Barquilla Luján es el tercer director de la coral San Blas de Burlada. Este 2023, el conjunto cumple 40 años desde su fundación a la sombra de la Comunidad Parroquial, como “un grupo de amigos unidos por el canto”. Barquilla sustituyó en se
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