El hombre asesinado en Villava tenía 6 hijos y llevaba dos décadas en Pamplona

Alfredo Ogando Uceta, el hombre asesinado este domingo a cuchilladas en Villava por una persona que se dio a la fuga, tenía 48 años y llevaba más de dos décadas en Pamplona. 

Vivía en el barrio de la Rochapea (antes residió en la Txantrea) con su mujer y los cuatro hijos de la pareja: tres chicos de 16 y 13 años y uno de 8 meses, y una chica de 5 años. También tiene dos hijos mayores de una relación anterior que residen en Estados Unidos y Galicia. 

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A Alfredo le conocían como Gualey por ser de ese barrio de Santo Domingo del que era originario y desde el que llegó a la capital navarra en el año 2000. Trabajó en la construcción y en 2020 volvió con su familia a República Domicana, donde estuvo dos años (allí vive su padre), y tras el pasado verano regresó de nuevo a Pamplona. Actualmente no trabajaba. Tenía cuatro hermanos. Una de ellas, Johanna, vive en Pamplona. Ella lo describe como "muy divertido, muy amistoso y muy querido allá donde iba", y como un gran aficionado al boxeo, al baloncesto y al baile. "Era un amor", cuenta, muy afectada por lo ocurrido, de lo que no tiene muchos datos.

Su cuerpo será repatriado a Santo Domingo.