Salir del notario y evitar un robo en Pamplona
Un agente de Policía Municipal de Pamplona fuera de servicio vio “en el morro” cómo desde un coche intentaban arrancar la cadena a un hombre mayor. Subió al vehículo y detuvo a los ladrones.
- Carmen Remírez
Serían sobre la una del mediodía cuando este policía municipal, miembro de la unidad canina, de 41 años, abandonaba como cualquier otro ciudadano un notario de la calle Paulino Caballero donde había hecho varias gestiones. Al caminar por la acera, su olfato policial le hizo sospechar de la siguiente escena.
“A la altura del restaurante Fosters Hollywood vi un coche parado en doble fila. Dentro había una pareja y junto a la ventanilla del conductor estaba asomado un hombrico mayor, como agachado, hablando con ellos. De repente vi cómo el conductor sacaba la mano, le agarraba de la cadena y tiraba hacia él con violencia. No llegó a romperla. El señor mayor reaccionó echándose hacia atrás, separándose sorprendido”.
Al ser testigo de esa maniobra y tras varias denuncias en los últimos días por robos en Pamplona con la excusa del abrazo, no lo dudó y se aproximó al vehículo. “Vi esa jugada en el morro e intervine. Me acerqué y en el coche en marcha estaban un hombre y a una mujer, que me hablaron en inglés”. Al sospechar cada vez más de la situación y ante el riesgo de que pudieran huir, se quedó con las llaves del vehículo. La copiloto intentó entonces bajar del coche y escapar, pero consiguió retenerla. Al poco tiempo llegó una patrulla en apoyo y se llevó a ambos al calabozo.
El conductor dio además positivo en la prueba de drogas. Según relató el hombre al que intentaron robar, habían llamado su atención desde el coche. “Primero le preguntaron a ver dónde había un restaurante cerca en el que poder comer, dónde aparcar. Luego por una joyería, al ver que llevaba una cadena que parecía cara. Al hombre eso ya le pareció raro y se ve que empezó a irse hacia atrás, momento en que aprovecharon para darle el tirón”.
Tras la detención y al haber frustrado el robo, el hombrico manifestó al agente su agradecimiento, aunque se repetía perplejo que por poco no le habían arrancado la cadena que llevaba al cuello, visible bajo su camisa algo desabotonada. “El señor estaba en shock y no dejaba de repetir que se la estaban haciendo, se la estaban haciendo”.
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