Una tienda de chuches toma el relevo a la Librería Leoz de la plaza del Castillo

El número 38 de la plaza del Castillo de Pamplona vuelve a tener actividad. Una tienda de golosinas y frutos secos, D&D, ha tomado el relevo a la mítica Librería Leoz, que cerró en febrero de 2021 después de 79 años dedicados a la venta de periódicos y revistas. Yomili Ramírez y su madre, Mili, están al frente del establecimiento. Ambas se sienten “privilegiadas” de estar en el corazón de la ciudad.

Mili y Yomili son de la República Dominicana y llevan 18 años en Pamplona. “Yo tenía entonces 15 años”, explica la hija. En 2019 abrieron una tienda de golosinas en la calle San Nicolás, D&D. Hace unos meses les surgió la oportunidad de ubicarse en la Plaza del Castillo, en el salón de estar de Pamplona. “Nos gustó el local, que es más pequeñito. Tiene una ubicación privilegiada. Además, de momento somos la única tienda de golosinas que hay”, señala. Ya han dejado la tienda de San Nicolás.

El número 38 de la plaza del Castillo es un edificio de 1676, rehabilitado en 2012. Destacan son balcones corridos de forja y sus frescos de estilo neoclásico. En 1942, Antonio Leoz Goñi, que regentaba un quiosco hexagonal en la plaza, se trasladó a este local. 'Venta de figurines y periódicos extranjeros', lucía el cartel. Su hijo Agustín (Tintxo) fue la segunda generación en el negocio, junto a su esposa, Antonia Gil Segura, muy querida en el Casco Viejo y que falleció el 21 de febrero de 2021. Su hijo Antonio Leoz Gil, Toño, fue la tercera generación hasta que decidió jubilarse poco después de la muerte de Antonia.

Gracias a la familia Leoz, cientos de pamploneses pudieron estar al día de acontecimientos históricos como la Segunda Guerra Mundial, los conflictos de Oriente Próximo o la caída del comunismo. Ofrecía más de una veintena de cabeceras europeas. Tuvo clientes ilustres, como Ernest Hemingway, Orson Welles, Gregory Peck, Deborah Kerr, Charlton Heston o Antonny Quinn, que se alojaban en el hotel La Perla.

Mili y Yomili únicamente han hecho un lavado de cara al local. Además de chuches, frutos secos y snacks, cuentan con un pequeño horno donde hacen pizzas y pan. También tienen bebidas frías y encurtidos. “Estamos contentas. Viene gente que ya nos conocía de la calle San Nicolás y también nuevos clientes”, comenta. Ahora preparan con ilusión los Sanfermines. “Estamos con ganas y un poco de nervios. Queremos ofrecer bocadillos y más pizzas”, señala. Yamili guarda muy buenos recuerdos de sus primeros Sanfermines. “Me lo pasaba genial en la plaza del Castillo. Recuerdo los conciertos que había. Espero que este año también haya un gran ambiente”, expresa Yomili.

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