La reina de las villavesas
Una radiografía de la línea 4 (Barañáin-Villava), la que más viajeros concentra, confirma que el transporte urbano comarcal recupera forma tras las heridas de la pandemia, aunque lentamente. Transporta ahora un 82% de los usuarios de 2019
- Pilar Fernández Larrea
La línea 4, la reina de las villavesas que cubre el trayecto entre Barañáin y Villava, sana poco a poco de las profundas heridas que le dejó la pandemia. El año pasado, 6.122.646 personas subieron al autobús. Son 1.299.994 más que en 2020, aunque aún le queda para alcanzar las cifras de 2019. Aquel año de récord en el transporte urbano comarcal llegó a 8.447.652 viajes.
La línea 4 logró recuperar en 2021 un 72% de viajeros muy leales y, según los últimos datos de este 2022, supera ya el 80%. De todas maneras, la Mancomunidad, gestora del servicio, subraya que la recuperación en el transporte comarcal está siendo lenta y quieren atraer de nuevo a las personas que han optado por otros modos de movilidad, a pie, en bicicleta y sobre todo en coche. Calculan que buena parte de ha ido al vehículo privado.
Los datos de la línea 4 se pueden extrapolar a las otras 24 diurnas, no tanto a las diez nocturnas, que han vivido una situación más excepcional, marcada por las distintas restricciones y normativa covid. De hecho, el servicio estuvo anulado y regresó después con horario reducido. Ha sido en 2022 cuando ha vuelto a los horarios y frecuencias habituales.
Y, en su extracto de los resultados que arroja el transporte urbano comarcal en 2021, la Mancomunidad repara en que las líneas con mayor incremento relativo fueron la 25 (Plaza Merindades-Entremutilvas), con un 32,65%; la línea 22 (Plaza Merindades-Lezkairu) con un 38,7% y la 24 (Circular San Juan-Mercadillo), con un 44,19%. En los dos primeros casos el incremento corresponde con el desarrollo urbanístico de Lezkairu y el de la 24 responde a la reapertura del mercadillo de Landaben que estuvo suspendido por la pandemia.
Los viajeros suben, pero el ingreso medio por cada uno, es decir, el resultado de dividir el total de ingresos por tarifas por el número de viajeros transportados, desciende. Lo hace desde 2014, cuando se situaba en 0,52 euros, hasta los 0,48 de 2021, de este modo la reducción acumula un 18,6%. La razón está en la entrada en funcionamiento de los abonos de 30 días (general, joven y familias numerosas), con los que se paga un 18,4% del total de viajes, así como de distintas versiones de las tarifas sociales, en especial de la F, destinada a personas en riesgo de exclusión social. En 2018, menos de un 10% de los viajeros pagaba con esta tarifa. El porcentaje roza ahora el 15%, aproximadamente uno de cada seis viajes. Es la más económica: en 2021 costaba 17 céntimos y desde el 1 de enero, 18. En 2021 se emitieron 8.512 nuevas, el 32,9% de las 25.871 totales.
Por otro lado, durante 2021 se siguieron utilizando los viajes gratuitos entregados como compensación en 2020 a los abonos temporales afectados por la declaración del estado de alarma y que, en consecuencia, no se pudieron amortizar. Sumaron 24.531 trayectos.
La mayoría de las modalidades de pago ha incrementado usuarios. Sin embargo, “descienden notablemente”, un 7%, los viajes de personas mayores de 65 años (tarifa especial B).
Por el contrario ha subido mucho el número de descargas de la aplicación Recarga TUC, un 74,52% respecto al año anterior, 208.336 en total, algo que la Mancomunidad interpreta como “el impacto que la pandemia ha provocado en el uso de dispositivos móviles como medio de recarga.
La línea 4, la reina de las villavesas que cubre el trayecto entre Barañáin y Villava, sana poco a poco de las profundas heridas que le dejó la pandemia. El año pasado, 6.122.646 personas subieron al autobús. Son 1.299.994 más que en 2020, aunque aú
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