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Aniversario

50 años de los Traperos de Emaús en Pamplona

En marzo de 1972 se organizó el primer rastro de la fundación, en el solar que ocupa El Corte Inglés. Con un grupo estable desde 1978, suman hoy casi 300 personas con el espíritu del fundador, Abbé Pierre, recoger lo que no se utiliza para procurar una vida mejor a quien lo necesita

Foto de familia de los Traperos de Emaús, en el centro de Berriozar, abierto en 2019 Cedida

Nacidos con el fin de recoger todo aquello que ya no utilizamos en nuestras casas, recuperarlo, venderlo y ayudar así a quien menos tiene es el espíritu de Traperos de Emaús. En estas semanas se cumplen 50 años de la llegada a Navarra del movimiento fundado por el sacerdote francés Abbé Pierre; en marzo de 1972 abrieron su primer rastro en Pamplona, en el solar que ahora ocupa El Corte Inglés, que entonces eran los antiguos cuarteles de Intendencia. La labor del movimiento continúa hoy con más de 280 personas. Mantienen distintas tiendas, centralizadas desde 2019 en el rastro de Berriozar, asumen la recogida de residuos voluminosos en acuerdos con 16 mancomunidades de toda Navarra y sostienen su forma de vida en comunidad, con 30 personas en una casa bioclimática de Belzunce, en Juslapeña.

Emaús-Pascua 72’ se denominó a aquel primer rastro de Pamplona y se hizo con un llamamiento a la colaboración a toda la sociedad, en especial a los jóvenes y se formaron cinco equipos de trabajo con más de 200 personas voluntarias que durante varios días recorrieron la ciudad en camiones y furgonetas que sumaron más de 220 viajes. El rastro se instaló en los “desvencijados cuarteles” y allí se distribuyeron las piezas recogidas durante dos semanas. Igual que sucede ahora, el material a la venta era dispar: libros, estufas, cocinas, radios, tocadiscos, juguetes... En aquella primera experiencia que sirvió como carta de presentación en la ciudad, lograron recaudar un millón de pesetas, dinero que se invirtió en el poblado de Santa Lucía, en la campaña contra el hambre en Bangladesh, en el pago de la entrada para comprar un camión y en Cáritas de Burlada. En pocas semanas, organizaron otro rastro en Salesianos.

Primer rastro de los Traperos en Pamplona, en 1972 zubieta y retegui

Los campos de trabajo fueron, al tiempo, lugares de convivencia de los jóvenes. Estaban en Intendencia, San Juan de Dios, Burlada, Oblatas, Carmelitas Misioneras y se anunciaba la apertura de otros en Paúles y en Canosianas en la Chantrea.

En los años posteriores, Traperos continuó con las campañas de Semana Santa y los campos de trabajo. La de 1976, con el lema ‘Danos lo que te sobra’, contemplaba recaudar 150.000 pesetas, destinadas al poblado de Santa Lucía, en concreto a retirar un poste de luz que impedía la reforma de la iglesia, según explicaba Emilio Arrondo, uno de los coordinadores de Traperos en Pamplona. Por entonces contaban ya con un grupo estable en Pamplona, de unas 20 personas, y contemplaban la posibilidad de “realizar alguna campaña por las merindades de Navarra”.

Una década más tarde, Traperos de Emaús continuaba la labor y obtenía ya una radiografía somera de los residuos en Pamplona donde se tiraba una tonelada de ropa al mes. La cifra se publicó en un reportaje en este periódico en 1984 y se contaba en él que en la ciudad no había entonces tiendas de ropa de segunda mano, excepto las de aire militar, de modo que el rastro de Traperos en la carretera de Badostáin era punto de encuentro de jóvenes en busca de prendas vintage.

Voluntarios recorrieron Pamplona recogiendo enseres zubieta y retegui

Al inicio de los 90 Traperos daba trabajo a 51 personas y José María García, Graciela González y Andoni Romeo, coordinadores entonces, incidían en que eran “algo más que un colectivo de recogida de cacharros”. “Formamos, fundamentalmente, un proyecto social”. Las cifras de recuperación eran similares a las actuales: el 80% de lo recogido, ya fuera ropa, muebles, electrodoméstico o trapos y papel. En 1993 recogieron 2.400 toneladas; en 2001 fueron 6.000 y en 2020, 11.300. El punto de vista de José Mari García no ha cambiado un ápice en este tiempo. Recuerda a quienes formaron las primeras juntas en Pamplona y quieren tenerlos presentes en los actos de aniversario que perfilan para la primavera: Emilio Arrondo, Alberto Cañada, Víctor Martínez Lizarraga y otra quincena de nombres y subraya que en aquellos primeros pasos contaron con el respaldo del Ayuntamiento de Pamplona, que cedió los terrenos para poder construir las viviendas de acogida a familias gitanas en Santa Lucía.

“En Navarra siempre hemos tenido eco social”
José Mari García Bresó coordinador de traperos Picasa

José Mari García Bresó, 67 años, teólogo y filósofo “convertido en trapero”, lleva 44 en Navarra, en la fundación que conoció en 1975 en Bilbao, tras haber leído antes sobre el Abbé Pierre. Le hablaron allí de Pamplona, donde funcionaban con voluntariado, pero había posibilidad de formar un grupo permanente y una comunidad, “un espacio de acogida para personas transeúentes, con fragilidad mental, en exclusión social, con un norte muy definido: el ejercicio de la solidaridad como actitud política, ayudar a otras personas es la identidad más importante”, resume. La labor descansa “no solo en obtener recursos para la subsistencia, sino también en una meta social y medioambiental centrada en este caso en la recuperación y reutilización de los residuos”. “Todo este es el tinglado”, describe García “de un movimiento de solidaridad que trasciende a las propias personas”. Y destaca que en Navarra “siempre ha habido un eco social que ha validado a Traperos de Emaús”. “Somos hoy casi 300 personas de muchas nacionalidades, una especie de gazpacho que sale muy bien”, dice de la diversidad geográfica y apunta que nunca han dejado de lado “la coherencia” entre lo que dicen y lo que hacen. “Y no es fácil hoy día”, remarca. El corazón del colectivo sigue siendo la comunidad, aunque ya no todos los traperos viven allí. Forman el hogar unas 30 personas en un entorno bioclimático.

CRONOLOGÍA

​[1972] Campo de trabajo y rastro Lo inician con voluntarios. Recaudan fondos para construir el poblado de Santa Lucía.

[1978] Comunidad Inauguran Villa Simona, donde comparten vida y trabajo “entre personas en situaciones complicadas”

[1981] Recogida selectiva El primer proyecto piloto de Navarra, junto al equipo de Lorea.

[1984] Primer convenio Con el Ayuntamiento de Pamplona, promueve aspectos clave de la economía circular.

[1985] Belzunce Nueva casa de comunidad.

[1989] Economía social solidaria Sientan las bases de las empresas de inserción.

[1995] Nave de Sarasa Adquieren 3.000 metros cuadrados y amplían actividad laboral y puestos de trabajo. Ya no todos viven en comunidad.

[2002-2006] Casa bioclimática Reforman la de Belzunce.

[2012] Centro de Berriozar Compran y rehabilitan una nave de 20.000 metros cuadrados. Lo abren en 2019.
Cargada de simbolismo esta imagen de un trapero limpiando una bola del mundo CEDIDA
CLAVES 

​Un 48%, mayores de 50 años. Y por encima de los 40 está el 64% del colectivo de Traperos de Emaús en Navarra.

El 58% lleva menos de 5 años Un 17% entre 5 y 10 y un 25% más de 10 años trabajando en Traperos.

Equidad salarial. Todos ganan igual, al margen de su puesto o cargo. Según indican en su página web: 1.235 euros brutos al mes (1.868 horas/año)en 2021. Reducen jornada “para trabajar más personas”.

Ingresos. El 60% procede de la prestación de servicios con mancomunidades...; un 33% de la venta de objetos o materiales recuperados y un 7% de subvenciones. El 70% de los gastos es para cubrir la masa salarial.

Nacidos con el fin de recoger todo aquello que ya no utilizamos en nuestras casas, recuperarlo, venderlo y ayudar así a quien menos tiene es el espíritu de Traperos de Emaús. En estas semanas se cumplen 50 años de la llegada a Navarra del movimiento

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