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Carril bici

Las bicis no se la juegan en el nuevo carril bici de Mendillorri de Pamplona

Una apuesta del área de Proyectos Estratégicos que no busca otra cosa que refrescar la memoria

La calle Señorío de Echalaz ya luce las primeras pinturas de un proyecto piloto que, de salir bien, se implantará en el resto de barrios de la capital J. C. Cordovilla

Dibujos de bicicletas recién pintadas sobre la carretera, en un evidente recordatorio de que este vehículo de dos ruedas está llamado a quedarse dentro del cambio de movilidad al que deben acostumbrarse las ciudades. Una apuesta del área de Proyectos Estratégicos que no busca otra cosa que refrescar la memoria de los conductores que circulan por cualquier ciclocalle de Pamplona.

Pero para empezar por el principio, quizá sea necesario aclarar a quienes todavía no dominan la jerga qué es eso de ciclocalle. Según explica la DGT y corrobora la propia Ordenanza de Movilidad que pauta las normas en la capital, se trata de un vial con velocidad limitada a 30 km/h (o menos), generalmente de un único carril, aunque no necesariamente así. En ella, mediante señalización horizontal y vertical, se permite a las bicicletas circular por el centro de la calzada.

Es decir, ya no se trata de que la normativa lo diga (al igual que prohíbe a los coches hostigar a los ciclistas), sino de que diversos indicativos integrados dentro del código de circulación. Por ello, esta señalización, recién plasmada en el barrio de Mendillorri, ha despertado la curiosidad de unos y otros. “Me parece buena idea que se nos vaya dando visibilidad, sobre todo para quienes nos movemos en bici de manera habitual”, indicaba en la mañana de ayer Joseba Pérez de Ciriza.

IMPACTO

Precisamente en la calle Señorío de Echalaz, donde sucedió esta conversación, otros dos ciclistas ‘cataban’ los nuevos indicativos para bicicletas. Un proyecto piloto que, de salir bien, se podría aplicar al resto de barrios de la capital. “Analizaremos el efecto que esta señalización horizontal supone en la mejora de la convivencia en calzada entre conductores y ciclistas en vías limitadas a 30 km/h y la idoneidad de aplicar este tipo de señalización en toda la ciudad a partir del año que viene”, se comprometieron desde el área de Movilidad hace apenas unos días.

Y es que no podemos olvidar que los expertos en movilidad recalcan la importancia de, en el caso de calles cuyo uso sea compartido por coches y bicis, la mayor seguridad se les da a éstas últimas es hacerlas circular por el centro del carril. Nada de laterales ni escoradas. Es, a ojos de los técnicos, una manera clara de evitar accidentes por posibles interferencias con los vehículos que aparcan o desaparcan, así como por la posible apertura de puertas en bandas laterales.

De ahí que la nueva señalización pintada en mitad de la calzada sea un libro abierto en favor de la legalidad. Y aunque ya se ven marcas viales en algunas de las ciclocalles del barrio, lo cierto es que el Ayuntamiento de Pamplona va a seguir trabajando en el proyecto hasta diciembre. Siempre dependiendo de las condiciones meteorológicas para avanzar más o menos en la consecución de los trabajos.

PERO... ¿CÓMO SE SABE CUÁL ES UNA CICLOCALLE?

En vigor desde agosto de 2019, la Ordenanza de Movilidad aprobada para Pamplona dedica un artículo entero a clarificar qué características reúne una ciclocalle; definición que para nada es nueva, por otro lado. Según el texto, se denominan, y señalizan como tal, aquellas calzadas cuya señalización limita la velocidad máxima a 30 km/h (o inferior), pudiendo haber medidas adicionales que favorezcan el calmado de tráfico (reducción de velocidad o intensidad de la circulación).

Además, la normativa municipal afirma que los conductores de vehículos motorizados, cuando estén circulando por una ciclocalle deberán observar y respetar siempre la prioridad del tráfico ciclista. No obstante, en las intersecciones, se deberá respetar tanto la señalización como las normas genéricas de prioridad de paso.

ESPACIO LIBRE

Finalmente, el documento esgrime que, en aquellas vías que dispongan de más de un carril de circulación en el mismo sentido, podrá señalizarse un ciclocarril con un límite de 30 km/h como espacio de coexistencia de bicicletas y vehículos motorizados. Eso sí, éstos últimos deberán adaptar su velocidad a la de las bicis, sin permitirse los adelantamientos a ciclistas dentro del mismo carril de circulación. 

Dibujos de bicicletas recién pintadas sobre la carretera, en un evidente recordatorio de que este vehículo de dos ruedas está llamado a quedarse dentro del cambio de movilidad al que deben acostumbrarse las ciudades. Una apuesta del área de Proyectos

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