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Comercios singulares

Perfumería Redín, una tienda de siempre en la que aún se vende a granel

Txantrea, Rochapea, San Jorge, San Juan, Iturrama, I Ensanche y Casco Viejo han tenido algún establecimiento de la familia Redín, o droguería o perfumería en una historia que comenzó con un emprendedor que no se conformó con seguir el negocio de su padre de pinturas

Una tienda de siempre en la que aún se vende a granel José Carlos Cordovilla

La historia de la droguería y perfumerías Redín de Pamplona es la historia de una saga de comerciantes cuyas tiendas han jalonado varios barrios de la ciudad gracias al empuje del fundador, Clemente Redín Janariz, y de la tenacidad por mantenerse de sus hijos, Marisa, Julia e Iñako Redín Arrasate. Tenacidad, sí, pero también sacrificio. “Cuando otros se iban a jugar a baloncesto, a mí me tocaba o descargar el trailer con jabón o a partir de los 12 años atender en la droguería que tuvimos en la Txantrea y de más mayor en las perfumerías. Es tu vida, es la vida de tu familia”, dice Marisa.

Una vida comercial que comenzó con el abuelo, con Secundino Redín Vidaurre que tenía en el II Ensanche un taller de pinturas y donde ejercía también de rotulista. “Y llegó a poner una tienda. Mi padre, aunque había estudiado Empresariales, prefirió seguir en el mundo del comercio. Pero el suyo propio. Y se marchó a la Txantrea donde abrió una droguería en la plaza en 1957. El día que pensó que había hecho una caja razonable, llamó a mi madre para decirle ya se podían casar. Había pasado un año desde que la inauguró”.

Ella era Julia Arrasate Egea, perteneciente a otra saga de comerciantes, la de los panaderos que empezaron con un establecimiento en la calle San Antón, por lo que le resultó algo natural colocarse detrás del mostrador. “ Y con los años abrieron otras dos droguerías, una en la Rochapea y otra en San Jorge. Además, se enteró de que un amigo traspasaba su droguería-perfumería de Martín Azpilcueta y decidió que era un buen momento para ampliar el negocio. Eso fue hace 46 años”.

Clemente apuesta por la perfumería y, poco a poco, se va desprendiendo de las droguerías. Primero la de la Txantrea, después la de la Rochapea. Mientras, abre una perfumería en la avenida de Bayona en los años 80. “Y sigue con la de San Jorge, que parte tiene un gran almacén para descargar los cubos de jabón, salía más barato comprarlos al por mayor. De dependiente estaba Domingo Martínez, que había empezado con mi abuelo. Luego nos decía riendo que prefería jubilarse a trabajar para una cuarta generación de Redín”. Finalmente, San Jorge (salvo el almacén) también se descuelga de los negocios familiares.

La perfumería es ya la marca de la casa, cuando en los noventa compra un local en Irunlarrea y otro en Benjamín de Tudela, a sumar al de la avenida de Bayona, junto a la de Martín Azpilcueta, en la que está también la droguería. La ampliación sigue en el año 2000 cuando alquila un local en calle Zapatería y se hace cargo de la perfumería de Javier Goñi en la calle Estella. “Y en la calle San Antón teníamos una perfumería ‘low cost’”.

Pero en 2008 la crisis sumada a unas obras en la calle Estella y la irrupción del Corte Inglés les obliga a cerrar. Al poco tiempo, baja la persiana la calle San Antón y en Mendebaldea sucede lo mismo con la de Benjamín de Tudela. Hace cuatro años, se deja también la perfumería de Martín Azpilcueta. No la droguería, donde como antaño se sigue vendiendo a granel alcohol, vaselina, aguarrás, líquido de suelo o nogalina. “Yo de cría he visto hasta el esmalte de uñas y la laca a granel. Y la brillantina, lo que es la gomina actual, tenía una gran demanda los sábados.

Una droguería en la que colocaron los rótulos que, hechos a mano, había puesto su padre. “Es un homenaje a él, a su esfuerzo. Hasta hace tres años se pasaba por aquí, con la excusa de ayudar y llevarnos los papeles al banco. Pero es que ha sido su vida”, dice Marisa. Ella, desde Martín Azpilcueta ha visto crecer generaciones tras el mostrador. “Y seguimos con esa clientela de toda la vida, a los que hemos mimado mucho y ellos a nosotros también. Te saludan por el barrio, te preguntan por tu vida y tú por la suya. Es que así hemos aprendido como es este oficio, a tratar a la gente como si fueran parte de tu familia. Y gracias a ellos, seguimos aquí”.

<div class="box_grey">DESTACADO


1957, apertura. Clemente Redín Janariz se independiza del negocio familiar de pinturas y rótulos para abrir una droguería en la plaza de la Txantrea.

Dirección. Droguería en Martín Azpilcueta, 6. Perfumerías en avenida Bayona, 7; en calle Zapatería, 58 y en Irunlarrea, 21.

Propietarios. Los hermanos Marisa, Julia e Iñako Redín Arrasate.

Oferta. En la droguería se sigue vendiendo a granel, además de artículos de pintura.</div>

La historia de la droguería y perfumerías Redín de Pamplona es la historia de una saga de comerciantes cuyas tiendas han jalonado varios barrios de la ciudad gracias al empuje del fundador, Clemente Redín Janariz, y de la tenacidad por mantenerse de

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