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Entierros

Columbarios en las parroquias de Pamplona, alternativa a la saturación del cementerio

Al menos seis iglesias de Pamplona y la catedral han habilitado espacios para depositar cenizas de difuntos. La demanda es dispar, en algunas parroquias apenas hay disponibilidad y prevén ampliar columbarios

Al menos seis iglesias de Pamplona y la catedral han habilitado espacios para depositar cenizas de difuntos Eduardo Buxens

Al menos seis parroquias de Pamplona, además de la catedral, cuentan con columbarios en los que poder depositar las cenizas de difuntos. Los primeros se habilitaron en 2009 y desde entonces la demanda es desigual, en función de cada iglesia, si bien hasta el momento todas tienen disponibilidad. En conjunto, los columbarios en los templos suman espacio para más de 5.000 restos, el tiempo de concesión ronda los 30 años, con posibilidad de renovación y los precios son similares en las parroquias, oscilan entre los 1.500 y los 4.000 euros, en función de la capacidad, desde individuales, hasta para cuatro restos, y del tiempo; también es posible reservarlos.

Los modelos son diferentes y se encuadran en la idiosincrasia de cada parroquia. Los hay cubiertos con paneles ilustrados con distintas imágenes, otros disponen de espacio para inscripciones y ornamentos como flores, y algunos se encuentran bajo tierra, como es el caso de la catedral de Pamplona. Las iglesias de San Lorenzo y San Nicolás son las que más demanda absorben, bien por su ubicación o por otros motivos, cercanos a la devoción o al simbolismo.

LA ASUNCIÓN, CUBIERTOS POR PANELES ILUSTRADOS

La parroquia de La Asunción, en el barrio de San Juan, tiene 150 columbarios, con capacidad para un máximo de 350 restos, en espacios para uno o dos, aunque también disponen de ocho o diez para cuatro. Javier Ignacio Villava lleva tres años de párroco en La Asunción y explica que, para cuando él llegó los columbarios ya estaban habilitados, en la parte trasera de la nave, junto a una de las entradas. Se trata de una zona recogida, con tres armarios cubiertos por paneles que se giran; tras ellos están los columbarios, metálicos, con una cerradura y una pequeña inscripción con el nombre. En principio, los paneles se abren únicamente para introducir los restos o si se produce algún cambio; el resto del tiempo cubren las paredes con imágenes de paisajes.

Javier Ignacio Villava piensa que para las personas mayores, al menos para algunas, resulta más cómodo visitar a sus difuntos en la parroquia, en lugar de bajar al cementerio. Entiende, en este sentido, que la movilidad, es un factor importante.

SAN NICOLÁS HABILITARÁ CIEN MÁS

César Magaña es párroco de San Nicolás y San Saturnino. En la primera iglesia es una de las más demandadas. De hecho, tiene prácticamente cubiertos los 120 espacios y la parroquia piensa ampliarlos con otros cien. Se encuentra detrás de la sacristía, con entrada directa desde la calle Lindachiquía. La concesión o alquiler es en las dos parroquias por 30 años, renovable en su caso. “Existe un ara central y, si no se renueva, se depositan allí”.

César Magaña considera que “para la gente es cómodo entrar a visitar a sus difuntos en parroquias céntricas, como San Nicolás, en lugar de ir al cementerio, además, los horarios de apertura son amplios y también hay personas de pueblos, algunos de ellos han vivido aquí”, apunta.

La basílica de San Ignacio, hasta hace unos años atendida por los Redentoristas, está ahora adscrita a San Nicolás. Magaña confirma que fuetambién de las pioneras con los columbarios, sin embargo, no se llegó a estrenar y los padres Redentoristas se lo llevaron con su marcha.

SAN SATURNINO, INAUGURA COLUMBARIO EL DOMINGO 21

En la iglesia de San Saturnino, que ahora forma unidad pastoral con la de San Nicolás, se inaugurará el domingo 21 el primer columbario de la parroquia. Tendrá 45 unidades en total, con espacio para una o dos urnas, y se situará detrás del camarín de la Virgen del Camino, según indicó el párroco César Magaña, quien avanzó la presencia del arzobispo Francisco Pérez en la bendición de los nuevos columbarios.

SAN FRANCICO JAVIER, CERÁMICA Y PIEDRA

Fue de las parroquias pioneras con columbario en Pamplona, en 2009. Es singular. Se sitúa en la cripta, debajo del altar mayor del templo. Construido en piedra y cerámica, está ilustrado con temas artísticos del pintor Kiko Argüello, autor de la obra de la catedral de la Almudena, en Madrid. Cada espacio que pueden alquilar las familias para el depósito de las cenizas es individual o familiar. Se trata de urnas libro que se introducen en vertical en el columbario, como en una biblioteca. San Francisco Javier es epicentro de la parroquia y también del columbario, en él hay una urna expuesta con una reliquia del santo navarro, así como un busto con su imagen. Los días 3 de cada mes recuerdan en misa a los difuntos del columbario. Explican desde la parroquia que se trata de un lugar austero, en el que no hay nombres ni flores. En la entrada, un libro donde se puede encontrar el nombre de cada difunto y su ubicación y junto al columbario, una salita con una mesa para los familiares. Hay 144 columbarios individuales y 300 familiares, estos con capacidad para un máximo de 1.200 restos. Aún tienen disponible más de la mitad. Un espacio está reservado para sacerdotes y misioneros. .

Se puede hacer una reserva y el tiempo de concesión, los 30 años, empiezan a contar a partir del primer uso. Acogen personas de todo Pamplona y de Navarra, pero está abierto al mundo. Recientemente recibieron una consulta desde México. El precio ronda los 3.000 euros. “Este es un lugar sagrado, los restos no saldrán nunca”, apostillan.

SAN LORENZO, CON SAN FERMÍN Y LA DOLOROSA

Descansar junto a San Fermín o cerca de la Dolorosa concentra, además de la espiritual, carga simbólica para muchas personas, un sentimiento que les hace decantarse por la parroquia de San Lorenzo para reservar columbario. La iglesia cuenta con dos espacios, uno se sitúa cerca de la capilla de San Fermín, con entrada desde la calle San Francisco. Son columbarios, más a imagen de los que hay en el cementerio. Cubiertos con una placa donde se puede poner el nombre, las fechas de nacimiento y muerte... y un pequeño vaso para colocar flores u otros ornamentos. En el centro de la estancia hay un ara y se han dispuesto bancos para poder sentarse. Similar, si bien con otra decoración, es el columbario situado cerca de la capilla de la Virgen Dolorosa.

La demanda es muy alta en los dos casos, por la devoción de los pamploneses, y tal vez también por la posibilidad de visibilizar la identidad de cada fallecido o llevarle unas flores. De hecho, junto a San Fermín descansa algún nombre conocido, en este caso vinculado a los Sanfermines: Julen Madina, corredor del encierro. La demanda es muy alta y Javier Leoz, párroco de San Lorenzo explica que en el de San Fermín hay 629 espacios y 217 en la capilla de la Dolorosa. En conjunto, disponibles unos 60.

SAN MIGUEL, EL ARA CENTRAL SIN COSTE

La iglesia situada en la plaza de la Cruz cuenta con 100 urnas individuales, otras tantas dobles y 32 con capacidad para un máximo de cuatro difuntos. En total son unas 430 espacios. Y los precios oscilan entre los 2.000 y los 4.000 euros, según los tipos. La concesión es para un periodo de 30 años. “Pocos, pero aún quedan”, apuntan desde la parroquia la posibilidad de ampliar el espacio. El de San Miguel, es un modelo similar al de la parroquia de Cristo Rey o La Asunción. Son unos paneles giratorios ilustrados con distintas imágenes. Tras ellos, se encuentran las taquillas metálicas, con la inscripción de cada difunto. La parroquia incide en que ningún difunto se puede quedar sin acceso al columbario por razones económicas. Para ello disponen del ara central, en mármol, un lugar comunitario, sin coste alguno. “El fin no es lucrativo, sino de dar una solución”.

CRISTO REY, ANEXA A UNA DE LAS NAVES

La parroquia de Cristo Rey, en el Ensanche de Pamplona, cuenta también con un grupo de columbarios, situados tras unos paneles en una de las naves de la iglesia. Es un modelo similar al de las iglesias de San Miguel, o de La Asunción, si bien cambia la ubicación dentro del templo. Cuentan con cien compartimentos y los precios y periodos de concesión son parecidos al del resto de parroquias. Disponen de espacios.

CATEDRAL, EN EL CLAUSTRO GÓTICO

El suelo del claustro gótico de la catedral de Pamplona se convirtió en columbario desde 2010. De algún modo, el lugar recobró el uso que tuvo durante años, los enterramientos a lo largo de trece siglos, hasta comienzos del XIX, cuando las normas sanitarias se modificaron.

Hay 328 tumbas, en dos bloques, uno de ellos se sitúa en el alta norte del claustro, cerca de la capilla del Santísimo, y el otro en el ala suroeste, junto a la fuente, a unos metros del Refectorio. Hay hasta el momento 81 reservadas y 69 ocupadas. Pueden ser de uso individual, o albergar restos de tres, cuatro..., hasta un máximo de diez personas (el único lugar con tanta capacidad). Los precios oscilan entre los 441 euros hasta los 48.400 y el tiempo de concesión se establece entre un mínimo de diez y un máximo de 99. En un principio se permitió colocar placas o inscripciones, pero el nuevo reglamento lo impide, de manera que las tumbas son anónimas. Muchos visitantes probablemente desconozcan que bajo las losas centenarias del claustro reposan restos de difuntos. Explican desde la catedral que la mayoría son de personas de Pamplona, con algún vínculo en la catedral, y hay quien pregunta por los columbarios tras escuchar las peticiones que hacen por esas personas fallecidas, en la misa de los canónigos.

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