Pamplona: 600 desratizaciones cada año
El Parque de Desinfección municipal, que realiza campañas en primavera y otoño, además de atender peticiones particulares en un plazo de 24-48 horas, cifra en 600 las solicitudes de desratización anuales, un dato que apenas varía
- Noelia Gorbea
Solamente con escuchar la palabra ‘rata’ el cuerpo se revuelve y la imagen que le viene a la cabeza es de todo menos agradable. Es una realidad y nadie puede posicionarse en contra de esta tendencia. Estos roedores son molestos y repulsivos. Y, además, a la inmensa mayoría de las personas le generan miedo y asco a partes iguales. Quizá por este motivo, los vecinos de Pamplona y Comarca que por desgracia se han topado con estos fastidiosos animales en su día a día, y no han tenido más remedio que denunciar la situación a sus respectivos ayuntamientos, también buscan una respuesta al porqué de semejantes y repelentes encuentros.
Tal y como certifican desde el Parque de Desinfección del Ayuntamiento de Pamplona, el número de solicitudes de desratización es similar año tras año, en torno a unas 600 anuales. Para combatir este ‘problema’ este servicio municipal realiza de oficio dos campañas anuales (primavera y otoño), coincidiendo con los periodos de cría de las ratas, estableciendo el control sobre el sistema de alcantarillado de los distintos barrios de la ciudad. Para ello, disponen de 38 sectores distintos en los que están identificadas un total de 1.506 tapas.
Cada campaña consiste en una primera vuelta de apertura y colocación de rodenticida (pesticida para matar roedores) en el total de las tapas, más mínimo, una o dos revisiones posteriores según proceda. Es decir, cada una de esas 1.506 tapas son abiertas 2 o incluso 3 veces en cada campaña (4, 5 o 6 veces al año), con su correspondiente reposición de rodenticida en los casos donde haya habido consumo.
PROTOCOLOS ASIDUOS
En este escenario y según explica Laura Lacasta, responsable del Parque de Desinfección del Ayuntamiento de Pamplona, se seleccionan los registros de saneamiento de tal manera que los cebos queden sujetos mediante un anclaje fijo en el sistema de alcantarillado (suspendidos por encima de la línea del agua). De esta manera, continúa, las ratas pueden acceder al rodenticida e ingerirlo, sin que éste sea arrastrado por el agua. “Hablamos de campañas, pero en realidad se trata de una metodología que se dilata en el tiempo y permite que las revisiones de ambas campañas garanticen prácticamente un control anual de la plaga en el sistema de alcantarillado de Pamplona”, declara la especialista municipal.
Es así como quedan registradas todas las cantidades de rodenticida que son colocadas, de la misma manera que el consumo de cada tapa. “Es un sistema que nos permite detectar las zonas más susceptibles de la ciudad y actuar en consecuencia”, valora Lacasta. Y asume que la afluencia de ratas en los distintos lugares es “variable”. Por otra parte, el servicio de Desinfección, también de oficio y fuera de campaña, coloca rodenticida en los registros de Fuerzas Eléctricas, alumbrado e imbornales, en los puntos de todos los barrios donde los técnicos detectan mayor problemática.
De cara a posibles dudas sobre filtraciones en el agua, Lacasta explica que, por una parte, el sector profesional se ha ido especializando a lo largo de los últimos años; y, por otra, la normativa que lo regula es cada vez más restrictiva en el uso de este tipo de productos, los biocidas. Todo con objeto de mejorar la eficiencia de los servicios intentando compatibilizar el control de plagas con la protección del medio ambiente, la supervivencia del resto de organismos y la salud de las personas. “Se evitan contaminaciones innecesarias de las aguas y de especies no dianas que puedan alimentarse de los cebos accidentalmente”, aclara.
INVASORES
No hay que olvidar que el Parque lleva a cabo otros cometidos como labores de control e intervención en casos de avispas velutinas (asiáticas), especies exóticas invasoras. De manera coordinada con Gobierno de Navarra, desde el consistorio trabajan en controlar la expansión de la especie por su carácter invasor y predador frente a la abeja y la avispa autóctona fundamentalmente; de igual manera que protegen a la ciudadanía en aquellos casos donde se considera un riesgo para la salud humana.
De modo similar se actúa con las plagas de cucarachas (cuya eclosión se produce en primavera). Finalmente y todos los días laborables se lleva a cabo una desinfección de determinados puntos de la vía pública de la ciudad.
Solamente con escuchar la palabra ‘rata’ el cuerpo se revuelve y la imagen que le viene a la cabeza es de todo menos agradable. Es una realidad y nadie puede posicionarse en contra de esta tendencia. Estos roedores son molestos y repulsivos. Y, ademá
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