Guillermo del Valle: “En Navarra y en España necesitamos a una izquierda que no mire a Bildu”
Tras años de pedagogía sobre el verdadero papel que debería jugar la izquierda, este abogado madrileño se ha lanzado a presentar por el país un proyecto que aspira a entrar en el próximo ciclo electoral. Su mirada, las Europeas de 2024
- Íñigo González
Tal vez le hayan visto. O leído. O escuchado. Es bastante probable dado el amplio espectro de medios en los que colabora. Articulista en 'El Mundo', 'El Viejo Topo', 'eldiario.es', 'El Españo'l o 'D16', tertuliano en el programa 'Sin Complejos', de 'EsRadio', analista político en Trece TV, Canal 33 Madrid... desde todos ellos trata de hacer pedagogía de El Jacobino, el ‘think tank’ que dirige desde 2020. Defensor de una izquierda tradicional, que huya de populismos y nacionalismos, está presentando por España un proyecto que aspira a dar el salto a la arena política. Y toca Pamplona.
El Jacobino nació en la pandemia como un canal de YouTube y ahora están de gira para presentarlo. ¿Cómo le explicaría el proyecto a un votante navarro?
El Jacobino nace como un proyecto comunicativo pero también muy político. Queríamos divulgar ideas que creemos muy necesarias en Navarra y en el conjunto de España. Es un grupo de pensamiento, sí, pero tiene su dimensión política y quiere jugar un papel en el próximo ciclo electoral. Creemos que hacen falta una serie de ideas de izquierdas en lo social. Gente que votó al PSOE, Podemos o Izquierda Unida, que defiende los servicios públicos, un estado social fuerte, pero conjugándolo con la pata que falta: una ciudadanía laica e igualitaria en lo territorial. Estamos muy opuestos a los nacionalismos de alta y baja intensidad.
Dicen que trabajan en una propuesta electoral y para eso necesita estructura. ¿Por qué se lanza?
La idea es centrarse en las próximas Europeas de 2024, donde hay un voto más crítico y heterodoxo. Necesitamos articular una organización que de momento está en formación. El trabajo previo de pedagogía y divulgación ya lo estamos desarrollando y en 2022 vimos que el Gobierno más a la izquierda de la democracia se queda corto en muchas cosas; en sus políticas de ayudas, que son parches, o en una reforma laboral timorata. Y la reforma de la malversación o la sedición no se entiende para buena parte de los votantes de izquierda. Parece que para formar una agenda social se depende de unos señores que sólo apuestan por su agenda nacional. La izquierda debería preocuparse por lo común, la igualdad, no en diseñar una carrera a la medida de cada territorio. Estamos alarmados y pensamos que hay que darle una mano que no es ni la del PP, ni la de VOX para que muchos votantes de izquierdas puedan ir a las urnas sin llevar una pinza en la nariz.
¿Dónde colocamos a El Jacobino dentro del arco político? ¿A la derecha del PSOE, Podemos, Sumar y a la izquierda de Ciudadanos?
El eje izquierda-derecha sigue funcionando sociológicamente, pero no tengo claro que nos ubiquemos ahí. Creo que hay una vocación de una izquierda amplia. Lo interesante de El Jacobino es que puede reunir a gente que viene de la izquierda transformadora y la socialdemocracia.
Cuando nace un movimiento político las etiquetas pueden marcar mucho. A ustedes les llaman rojos, fachas, rojipardos, herederos de UPyD... ¿les identifica alguno?
Es muy gracioso. Las etiquetas no aguantan 5 minutos de análisis, porque son contradictorias unas con otras. Uno de nuestros grandes referentes intelectuales es Juan Francisco Martín Seco, que fue el economista de cabecera de Julio Anguita. Otro es Félix Ovejero, filósofo de la izquierda ilustrada. Son personas que no encajan nada. Se nos llama rojipardos porque el Jacobino aúna posiciones de izquierdas en lo social y en lo económico con posiciones tradicionalistas en lo moral. Y es todo lo contrario, somos claramente laicistas, defendemos el matrimonio homosexual o el feminismo de la igualdad, no el de la división. El debate público está muy degradado. Y sabemos las reglas del juego, siempre hay un anhelo de estigmatizar o caricaturizar al nuevo.
Repasando sus ideas destacan la de tomar decisiones basadas en la razón y no en los sentimientos. ¿Eso no es ir contracorriente en tiempos de populismo? ¿O precisamente es ahí donde esperan encontrar su sitio?
Hay que aceptar que vamos muy contracorriente a alguno de los movimientos hegemónicos de nuestra política actual. Parece que estamos en una época en la que hay que elegir entre nacionalismos y tribalismos que fracturan la ciudadanía. Los que salen perdiendo son los trabajadores. La izquierda tiene la obligación de volver a unos ejes que son los suyos.
Suena a Libertad, Igualdad y Fraternidad...
Es que esa es la tradición de la izquierda, su abc, hay que volver a las coordenadas de la razón. Pero es verdad que nosotros hemos pisado muchos callos. Igual que nos oponemos a los nacionalismos de alta intensidad, también a los de baja, como el de defender privilegios en nombre de la identidad.
En este punto, son conscientes de que es muy difícil que cale su mensaje en Navarra, cuando apuestan por suprimir las autonomías y recentralizar las competencias. ¿Y los fueros?
Parece un tema tabú en Navarra. Lo sé. Pero aún así creo que si el debate es racional nos podemos escuchar los argumentos. Navarra es indisociable de la historia de España, y a una parte de Navarra hay que decirle que necesitamos una izquierda que no mire a Bildu, sino a la igualdad de todos los españoles. Navarra y País Vasco no se tienen que unir en una tribu de la identidad. Creemos que el concepto de derechos históricos es poco compatible con una democracia moderna. Histórico fue el Reino de Navarra o el Cantón de Cartagena. Uno de Tafalla mañana puede estar viviendo en Cádiz y viceversa. Y los dos deberían tener los mismos derechos y servicios públicos.
Insisto, ¿este mensaje tiene cabida en la política navarra?
Entendiendo que la derecha siempre ha sido muy foralista en Navarra, lo que se entiende menos es el PSN, que viene de una tradición distinta. No tiene sentido que sea tan forofamente foralista. Lo entiendo de UPN y del PP, pero no de la izquierda, que debe mirar más allá del código postal.
Quería preguntarle por pactos en Navarra. ¿Estamos condenados a la polarización? ¿O UPN+PP o el resto+Bildu?
Es muy preocupante. Me duele lo irracional de esa política de pactos. Lo vemos también en el País Vasco, donde parece que la única opción es complementar una mayoría contraria al PNV. Y la alternativa es Bildu. Es triste. Claro que hay que articular una alternativa antitética a la de UPN, pero no se puede mirar a Bildu. Parece que estamos blanqueando a ese espectro político, que viene de donde viene. Que se mataba a gente porque no eran buenos navarros, es el proyecto más puramente racista que conozco. Hay que romper esas políticas de alianzas.
Nombre: Guillermo del Valle Alcalá.
Fecha y lugar de nacimiento: Madrid, 16-1989.
Trayectoria: Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, ejerce como abogado por cuenta propia y también en el turno de oficio. En política fue miembro fugaz del consejo de dirección de UPyD antes de su disolución. En la actualidad dirige el ‘think thank’ El Jacobino y colabora con diversos medios.
Tal vez le hayan visto. O leído. O escuchado. Es bastante probable dado el amplio espectro de medios en los que colabora. Articulista en 'El Mundo', 'El Viejo Topo', 'eldiario.es', 'El Españo'l o 'D16', tertuliano en el programa 'Sin Complejos', de '
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