Maite Oiartzun, una navarra misionera en Burundi
Navarra de Alkotz, profesora, viajaba por todo el mundo, llevaba una vida “cómoda” y hace 27 años, con 35, decidió dejarlo todo para iniciar una labor misionera en África
- Pilar Fernández Larrea
Maite Oiartzun Baraibar nació en Alkotz, en el valle de Ultzama, entre verdes y casas encaladas; vive en Burundi, “el país de las mil colinas y de los mil colores, en el corazón de África ecuador del mundo, donde toda la gente se levanta con el sol y la mayoría carece de electricidad”. “Hace 27 años dejé Navarra y estoy feliz aquí. África enamora. He vivido en Burkina Faso, Burundi, México, Kenia, España y siempre regreso a Burundi. Soy africana no porque haya nacido en África, sino porque África nació en mi corazón”, resume esta misionera de Nuestra Señora de África, congregación también conocida como las hermanas blancas.
“Soy maestra y trabajé quince años como profesora en euskera en Barañain y Aoiz, con especialidad en Ciencias. Y estaba comprometida en Pamplona en un movimiento cristiano “Encuentros de Promoción Juvenil”, pero nunca imaginé ser religiosa. Un día vino a visitarnos un misionero navarro, Jesús Martínez y nos invitó a ir a África para conocer la misión. Una clave en mi vida, si no es por él, yo no habría tomado la decisión. En las vacaciones de verano de 1995 fui como turista a Mali. Allí estaba también Jesús Ágreda, de Tudela, Me enamoró cómo vivían con la gente y compartían. Y sentí con mucha fuerza que Dios me llamaba a ser profesora en África porque todavía hay millones de niños y niñas que no tienen la suerte de aprender a leer y escribir, no tienen escuela ni maestros... No fue fácil dejar todo: mi familia, amigos, alumnos, casa, comodidades, coche, dinero. Pero en África he encontrado una nueva familia, hermanos, amigos, alumnos, casa y muchos niños que me llaman Mama Maite, ellos me han enseñado a hablar y a cantar en Kirundi, lengua de Burundi. Ser misionera es el regalo más grande que he recibido en mi vida y todos los días doy gracias a Dios”, describe.
Llegó a Burundi hace 23 años, vive en una comunidad internacional, con misioneras del Congo y de Burundi, y dos jóvenes que se preparan para ser misioneras. “Tenemos un centro de salud con maternidad. Es el proyecto para las Javieradas 2023 de la delegación de misiones de Pamplona y apoya a las mamás de Burundi a dar a luz en buenas condiciones, la colecta será para sacarlo adelante”, apunta Maite que trabaja, además, como profesora en la Escuela Social y en los institutos Santa Teresa y Cristo Rey. “Me encantan los niños y los jóvenes, me apasiona la educación, el cambio de la sociedad vendrá a través de ella. Y me siento feliz de compartir el amor de Dios, la alegría del Evangelio y colaborar para construir puentes entre África y vosotros para que descubráis la amistad que atraviesa las fronteras y que todos formamos una gran familia”, describe. “La gente es acogedora, se alegran mucho cuando les hablo en su lengua el Kirundi. Les gusta reír, cantar, bailar…son felices con pocas cosas. Las mujeres son luchadoras, tienen mucha capacidad de sufrir y gran resiliencia para afrontar los problemas con esperanza”, relata Maite. Escribe con mayúscula la palabra Esperanza. “Trabajan mucho en la agricultura y en el comercio para alimentar a la familia y para que los hijos puedan ir a la escuela. En Burundi la presencia de Dios está en todas partes y en las eucaristías vivimos la fe con alegría, con cantos y danzas…Tenemos tanto que aprender de África”, conversa entusiasta al otro lado del teléfono.
La agricultura es otro de los puntales de la misión de Maite Oiartzun, le lleva a sus raíces, repara: “En las escuelas cultivamos una planta medicinal que se llama Artemisia con la que preparamos un té para prevenir y curar la malaria, enfermedad transmitida por los mosquitos. También plantamos árboles “Moringa” que tienen muchas propiedades nutritivas: proteínas, vitaminas, hierro y calcio, para mejorar la nutrición y la reforestación”, menciona también el cultivo de aguacates. Cuenta su labor en su página de Facebook Africa Maite.
Maite Oiartzun Baraibar nació en Alkotz, en el valle de Ultzama, entre verdes y casas encaladas; vive en Burundi, “el país de las mil colinas y de los mil colores, en el corazón de África ecuador del mundo, donde toda la gente se levanta con el sol y
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