Rosi Carmona: "Este año he decidido no poner la calefacción y estoy gastando dos bombonas al mes"
Vecina del pamplonés barrio de San Jorge, que se ha comprado una estufa de butano, cuenta su experiencia
- M. Carmen Garde
Rosi Carmona Antoñanzas vive en un piso de 90 metros cuadrados, ubicado en un bloque del barrio pamplonés de San Jorge. Como otros edificios antiguos, dispone de calefacción central de gas natural. La comunidad de vecinos de Rosi decidió hace unos meses reducir el número de horas diarias de encendido de calefacción con el fin de reducir el impacto del encarecimiento de la energía. “Creo que la ponen desde las 3 de la tarde hasta las 8,30 o 9 de la noche. A esas horas, yo estoy trabajando, por lo que decidí prescindir de la calefacción este año. Los días que trabajo apago mis radiadores y así no uso calefacción central”, cuenta esta pamplonesa, de 59 años y que vive sola.
Rosi termina su jornada laboral en un establecimiento de servicio al público a las 10 de la noche y se planta en su piso media hora más tarde. “Cuando llego me enciendo la estufa de butano. Este año me compré una y ya la tengo amortizada. La ponga alrededor de hora y media en mi dormitorio y luego la apago. Con ese tiempo de uso tengo suficiente para dormir con una temperatura agradable”, explica.
Por la mañana, traslada la estufa hasta la cocina y al salón mientras desayuna y realiza las habituales labores del hogar. “La pongo otras hora y media más o menos . En total, unas tres horas al día aproximadamente”, indica.
Los fines de semana sí que utiliza unas horas la calefacción central del piso. “Todavía no me ha venido la factura y no sé cuánto pagaré por esas horas de uso en los festivos. El mes que no use la calefacción central tengo que pagar un mínimo de 55 euros por tener disponible el servicio”, detalla Rosi, para quien la inversión en una estufa de butano y en bombonas ha sido “un acierto” para controlar el gasto. “En octubre utilicé solamente una bombona de butano y en noviembre he empleado dos que, a 18,58 euros por bombona, supone un gasto de unos 37 euros, una cantidad que me parece razonable”, comenta esta consumidora.
“Con las horas que pongo la estufa estoy bien en mi casa, pero es cierto que soy una persona sola. Seguramente, si tuviera niños pequeños o personas mayores la tendrían que poner más horas, por eso el usar este tipo de estufas debe ser una decisión personal”, concluye.
Rosi Carmona Antoñanzas vive en un piso de 90 metros cuadrados, ubicado en un bloque del barrio pamplonés de San Jorge. Como otros edificios antiguos, dispone de calefacción central de gas natural. La comunidad de vecinos de Rosi decidió hace unos me
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