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Las policías destacan la afluencia y los pocos incidentes en las fiestas de los pueblos navarros

Los pequeños hurtos, alcoholemias positivas y peleas han sido las incidencias más habituales aunque fueron menos que en 2019

Pañuelos en alto a la espera del chupinazo el 6 de julio de 2022. Una explosión festiva que recorre Navarra durante todo el verano Archivo

Unas fiestas sin igual. Así describen los cuerpos policiales de Navarra el retorno del calendario de fiestas patronales tras dos ediciones de suspensión, lo que supone tres años de espera, por la pandemia. A pesar de ciertos temores previos, la práctica totalidad de los cuerpos consultados coinciden en destacar la gran afluencia de personas, la extensión del horario en el que la gente ha salido a calle, sobre todo en horas diurnas, y la escasez de incidentes graves. El número de delitos e infracciones sería menor que los detectados en la fiestas de 2019, aunque la dificultad de achacar estos datos de forma individual a las celebraciones dificulta su cálculo. Los balances de fiestas realizados por los alcaldes y concejales coinciden con esta impresión: muchísima gente y menos incidentes de los esperados.

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Las primeras fiestas del nuevo año arrancaron en mayo y las policías estaban a la espera de ver cuál iba a ser el comportamiento de los jóvenes tras el parón. “Notábamos que después del confinamiento la gente tenía muchas ganas de salir de fiesta y darlo todo. En Pamplona se dieron los primeros casos conflictivos -una ‘rave’ en la Vuelta del Castillo requirió una considerable intervención policial- y por eso “esperábamos que el resto de fiestas tuviesen una conflictividad alta, pero han resultado unas fiestas tranquilas, con algunas incidencias que han sido menores que las de 2019”, señalan desde la Guardia Civil. “Al no haber salido durante dos años, todo el mundo que ha podido lo ha hecho. La actitud de la población ha sido muy buena, sin provocar muchos líos. Un buen comportamiento en general”, recalcan.

Los delitos y faltas relacionados con las fiestas han sido los habituales. Peleas, la mezcla de alcohol y volante y pequeños hurtos. “El número de intervenciones ha sido algo inferior respecto a 2019 . Ha habido robos de móviles, hurtos de carteras, pero muy pocos. Las peleas, que son uno de los incidentes que pone en alerta a la población, han sido mínimas. Ha habido alguna pero es algo normal cuando hablamos de un gran volumen de personas reunidas”, comentan desde la misma fuente. Desde junio a septiembre, los controles de carretera coordinados tanto en localización como en horario entre Policía Foral y Guardia Civil detectaron 242 infracciones contra la seguridad vial, una cifra dentro de los parámetros habituales.

Una de las inquietudes previas a las fiestas fue la de los pinchazos. A nivel nacional, Policía Nacional y Guardia Civil recibieron 203 denuncias de la comisión de este tipo de delitos de sumisión química desde mayo a agosto pero, tras la realización de pruebas toxicológicas, no se pudo identificar en ningún caso la presencia de sustancias químicas. Esto no quiere decir que las denunciantes se hayan ‘inventado’ los pinchazos, sino que se en ocasiones se detectó a ‘patas’ que bromearon sin ninguna gracia con llevar a cabo este tipo de delitos. “Se habló que venían unos ciudadanos franceses a San Fermín con esas intenciones y se creó cierta psicosis pero luego no se llegó a traducir en incidentes reales”, comentan. En esta línea, este año también se implementaron en varias localidades iniciativas de acompañamiento hasta sus domicilios durante las fiestas a las mujeres que así lo solicitaron.

CAMBIO DE COSTUMBRES

El cierre de los bares a las 23.00 horas durante la pandemia que hizo cambiar las costumbres de ocio de muchas personas redescubriendo el ‘tardeo’, se ha trasladado parcialmente a las fiestas. “La gente sale más por la tarde y noche. Muchos de los jóvenes que tenían 14, 15 o 16 años salían por la tarde antes de la pandemia y lo siguen haciendo ahora pero alargando esta salida a la noche. Por las tardes ha habido más gente quizá por este adelanto de salida de la gente joven”, dicen desde Guardia Civil.

Como balance final, desde Guardia Civil califican la temporada de fiestas patronales como “mucho mejor de lo esperado, aunque para el que le haya tocado vivir algún incidente desde cerca habrá sido un mal año”.

Unas fiestas sin igual. Así describen los cuerpos policiales de Navarra el retorno del calendario de fiestas patronales tras dos ediciones de suspensión, lo que supone tres años de espera, por la pandemia. A pesar de ciertos temores previos, la práct

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