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Monte Esparaz

Artazu, desalojado y ante una tensa noche

El viento jugó este domingo con localidades en dos lados del monte Esparaz. Con viento sur el fuego iba a Salinas y con norte, por la noche, se dirigía a Artazu

Efectivos militares de la UME, procedentes de la base de Torrejón de Ardoz, trabajaban este domingo para extinguir las llamas en una zona arbolada cerca de Artazu, en la NA 7040, hacia las 15 horas Iván Benítez

El viento jugó este domingo con el miedo de los vecinos de Artazu y Guirguillano, por un lado, y con el de Salinas de Oro,Izurzu y Muniáin de Guesálaz, por otro. El fuego apuntó a unas u otras localidades según la dirección del aire. Si por la mañana, los habitantes de Artazu respiraban, dentro de la trágica situación, relativamente aliviados porque el viento sur les libraba de las llamas que les amenazaron durante la tarde del sábado y se dirigían, a través del monte Esparaz, hacia Salinas de Oro y otras localidades de Guesálaz, por la noche el viento giró. La situación dio la vuelta. Mientras Salinas relajaba la presión de todo el día, Artazu volvía a estar amenazada por el fuego. La localidad fue desalojada hacia las 22 horas y se preparaba para una tensa noche, según contaba su alcalde, Iñaki Arguiñano. “Somos unos 120 vecinos. Muchos se han ido a casa de familiares y amigos y unos 20 o 30 estamos en Puente la Reina. No sé si iremos a un albergue o a un hotel. Estamos muy nerviosos porque el fuego ha llegado a la entrada del pueblo”.

UN "MAR ROJO" EN MITAD DE LA NOCHE

El fuego en medio de la oscuridad de la noche se percibe como “un mar rojo” que se acerca sigiloso “como un fantasma” y el silencio es tan “inmenso” que se escucha el crepitar del trigo, incluso la explosión de las bellotas, mientras arden. Así lo cuenta José María Gastón, que formó parte de la decena de vecinos de Etxarren de Guiguillano que decidió quedarse en el pueblo para lugar contra el fuego. Las llamas asediaron la localidad hacia la 1.30 de la madrugada de ayer domingo. A esa hora, la mayoría de los vecinos habían sido desalojados, sobre todo niños, algunas mujeres y ancianos. “También una treintena de niños de una parroquia de Pamplona que estaban en Arguiñáriz de convivencias y los trajeron aquí para que sus padres vinieran a buscarlos”, cuenta.

Las llamas se detuvieron en la ladera de la iglesia del cementerio, en las mismas puertas del casco urbano. “A las 6 de la tarde nos dijeron que el fuego había cruzado el Arga por varios puntos y que no había bomberos, que nos preparásemos y que hiciéramos todos los cortafuegos que pudiésemos. Al final, hacia las 11 de la noche vinieron dos camiones de bomberos y se quedaron toda la noche de retén. Luchamos todos juntos contra el fuego, agotador”, contaba ayer este vecino que, del esfuerzo, tuvo que acudir a Urgencias. “Se me cerró la garganta por tanta inhalación de humo y me han tenido que dar un bronquiodilatador”.

Etxarren de Guirguillano consiguió salvar el pueblo después de una tarde y noche terriblemente angustiosa al saber cierta la llegada del ‘enemigo’. Lo mismo ocurrió en otro municipio aledaño, Guirguillano, donde algunos vecinos colaboraron con sus tractores y, finalmente, las llamas no alcanzaron las viviendas. "A las 7.30 de la tarde nos dijeron que teníamos que desalojar", cuenta Luis Javier Villanueva, que disfrutaba del fin de semana en el pueblo de su mujer, Susana Parreño. “Nos sorprendimos porque pensábamos que el fuego no conseguiría cruzar el Arga ni la carretera, pero lo hizo”.

EL ORDENADOR DEL AYUNTAMIENTO, A SALVO

Casualmente, Luis Javier es cuñado del alcalde de Guirguillano y ayudó en lo que pudo. “Cogimos el ordenador del ayuntamiento y papeles que no están digitalizados para ponerlos a salvo. También los perros y nos deshicimos de material inflamable, como unas garrafas con combustible”, añade. El matrimonio acudió a dormir a casa de un familiar en Estenoz. “He dormido un poco, pero mucha gente no ha podido pegar ojo, pendiente del avance de las llamas”.

Cristina Érice, vecina de la localidad, llegó al mediodía de ayer de Madrid. Las noticias que veía a través de su teléfono le hacían temer por su pueblo. “Miro ahora el monte Esparaz, toda la vida ahí y es horrible. Quemado. Da mucha pena”, comentaba desde el mirador de la localidad. “Hubo gente de Obanos que vino desalojada aquí porque tenía familia y luego fue desalojada por segunda vez”.

120 MILITARES EN LA ZONA DE ARTAZU

Hacia las 2 de la madrugada del domingo llegaron a la zona de Guirguillano y Artazu efectivos militares de la UME, procedentes de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Según contaban, eran unos 120 militares y trabajaban en dos grupos, a turnos de doce horas, para contener un flanco del incendio. Hacia las 15 horas de ayer, los efectivos militares, junto a bomberos, trabajaban en la zona entre Artazu y Guirguillano, en la carretera NA -7024, a la altura del cruce hacia Etxarri. El intenso calor, unos 35 grados, y unas llamaradas de hasta cinco metros de altura, convivían en un escenario en el que los efectivos se adentraban con sus mangueras en una zona arbolada. l Por la noche, los efectivos de la UME y Bomberos seguían en la zona de Artazu.

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